Desnutrición infantil desciende en la RD
SANTO DOMINGO.- La desnutrición crónica infantil ha descendido en un 50% en República Dominicana, señala la publicación regional de la FAO, el “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2013”, lanzado este martes en Chile.
El informe refiere que en República Dominicana el porcentaje de niños con desnutrición crónica se sitúa en 3.4% para el actual período 2005-2012, mientras que en el periodo 1990-1996 se encontraba en 8.4%.
“La reducción de estos indicadores es producto de la aplicación de políticas públicas exitosas en el país y en la región”, destacó el doctor Gero Vaagt, Representante de la FAO en la República Dominicana.
Vaagt dijo que la FAO ha estado acompañando los esfuerzos del país para fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional a través de varios proyectos, entre los que destacó la reciente instalación de un Banco de Alimentos que brindará alimentación oportuna a los sectores más vulnerables.
A nivel regional, el indicador de la desnutrición crónica infantil (baja talla en menores de 5 años), pasó de 13.8 millones en 1990, a aproximadamente 6.9 millones de niños en 2012, lo que representa una reducción del 50% y equivale al 12,8% del total de los niños de América Latina y el Caribe.
Por subregiones, Centroamérica es la que tiene los mayores índices (18,6%) seguida por Sudamérica (11,5%) y el Caribe (6,7%) de niños con desnutrición crónica.
Guatemala es el país que presenta la mayor prevalencia de desnutrición crónica infantil de la región con un 48% de los niños en esta situación, seguido por Haití y Honduras, ambos con 30%. Por otro lado, Chile y Jamaica son los países que presentan la menor prevalencia, con un 2% y 5% respectivamente.
Aumenta sobrepeso y obesidad
Por otro lado, el informe refiere que en la región de América Latina y el Caribe el sobrepeso afecta al 23% de los adultos y al 7% de los niños en edad preescolar. Adicionalmente, 3.8 millones de niños menores de cinco años sufren obesidad.
En República Dominicana la obesidad en adultos se sitúa actualmente en un 22% de la población. Mientras que la evolución del sobrepeso en menores de 5 años pasó de 4.4 en el año 1991 a 8.3 para el año 2007.
Los países más afectados por la obesidad en adultos en la región se encuentran en el Caribe: Saint Kitts y Nevis (41%), seguido de Bahamas y Barbados, ambos con una prevalencia de 33,4%.
El sobrepeso infantil ha crecido en 13 países, con las mayores prevalencias afectando a Argentina (9,9%), Perú (9,8%) y Chile (9,5%).
Enfoque de doble vía
El Panorama destaca el éxito que ha tenido el “enfoque de doble vía” implementado por los países y promovido por la FAO en todo el mundo.
Entre las medidas inmediatas de este enfoque, destacan a los programas de transferencias condicionadas de ingresos, que implementan 21 países de la región apoyando a más de 113 millones de personas, cerca del 20 % de la población regional.
En el caso dominicano el impacto del Programa Solidaridad, dedicado mayormente a la compra de alimentos para el sustento familiar, que ha llegado a 2,947,164 personas en el año 2012, con una inversión cuantificada para el año 2011 de USD$134,419.952.
Igualmente importante ha sido la expansión de los programas de alimentación escolar, los cuales cubren a más de 67 millones de niños a nivel de la región.
“Aunque el informe no contempla a República Dominicana, desde principios de este año la FAO viene acompañando el Programa de Alimentación Escolar que ejecuta el Ministerio de Educación, mediante un proyecto de fortalecimiento que se desarrolla con auspicios del gobierno de Brasil, aseguró el Representante de la FAO, doctor Gero Vaagt.
También forman parte de esta doble vía todas aquellas políticas y programas que dan proyección a la agricultura familiar en su fase productiva y en su inserción en los mercados locales e internacionales, lo que favorece la disponibilidad de alimentos sanos que, además, están profundamente vinculados con las culturas locales.
En las políticas de carácter más estructural destacan aquellas orientadas a mejorar el mercado de trabajo rural y promover el trabajo decente, disminuyendo el trabajo precario y aumentando los salarios mínimos, lo que puede tener un enorme impacto sobre los focos más persistentes de pobreza e inseguridad alimentaria en la región, que se hallan en dichas áreas.
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