Falta lo demás por venir: tormentas y cambio climático
Por: Alina Flores
EN SANTO DOMINGO: Algunos dicen que la semana pasada fue de suerte. La tormenta Chantal, que pasó por el país el miércoles, no sólo disminuyó su intensidad, sino que varió su curso. ¿Pero qué tanto (y hasta cuándo) podemos contar con correr con esta dicha durante el resto de esta temporada ciclónica y las que van a seguir viniendo?
Esa buena fortuna fue relativa. La versión ‘reducida’ de Chantal dio para lluvias casi durante las 24 horas, provocó el desplazamiento de decenas de miles—de los cuales, 800 siguen albergados—y a la fecha, varias comunidades de la provincia Duarte permanecen incomunicadas.
Como nación, la República Dominicana no está preparada para proteger a las poblaciones más vulnerables ante este tipo de desastre. Como nación, la República Dominicana no estaría preparada para el aumento de los desastres naturales (en número e intensidad) por causa del cambio climático.
"Si bien es cierto que estas predicciones todavía están por confirmar, la vulnerabilidad del país a un escenario tal es un hecho por el que hay que comenzar a actuar"
Estas son malas noticias bajo la luz de estudios recientes. En particular, bajo la luz del reporte de Kerry Emanuel, un investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que predice que los ciclones tropicales (un término que engloba tormentas, ciclones y huracanes) podrían empeorar—en cantidad y fuerza—antes de que termine el siglo.
Para elaborar sus conclusiones, el estudio comparó la frecuencia e intensidad de ciclones durante el período de 1950 al 2005 con una proyección para el período restante del siglo 21, bajo un escenario en el que las emisiones globales de gas invernadero aumenten de forma desbordada.
Kerry Enmanuel admite que estas predicciones son todavía tentativas. La relación entre cambio climático y actividad ciclónica apenas comienza a comprenderse, y los modelos climáticos por computadora todavía no son precisos. Es importante comprender que este aporte es uno de muchos y que la realidad todavía está por confirmarse.
Pero de igual manera, el resultado del estudio de Enmanuel debe servir como advertencia. La intensidad del huracán Sandy a finales del año pasado podría ser una muestra del porvenir, y si bien es cierto que estas predicciones todavía están por confirmar, la vulnerabilidad del país a un escenario tal es un hecho por el que hay que comenzar a actuar desde ya.
Alina Flores