El “nietísimo” está pasado de trujillismo
Por: CÉSAR MEDINA
Cuando hace unos años apareció por primera vez con carita de “yo no fui”, a propósito del libro de su madre, pocos defendimos su derecho a la libre expresión cuando lo acosó la chancletocracia en un hotel citadino.
Porque una cosa son sus derechos ciudadanos que no se le pueden conculcar con los mismos métodos tiránicos de su abuelo, y otra cosa muy diferente es la insolencia y el irrespeto con que ese individuo, Ranfis Rafael Domínguez Trujillo, se viene refiriendo a algunas de las figuras que tuvieron el coraje de encarar la dictadura hasta acabar con ella.
Es sencillamente inadmisible que este individuo aparezca ahora tratando de desnaturalizar uno de los asesinatos más crueles y cobardes de la dictadura de su abuelo, el de las hermanas Mirabal.
Un acontecimiento negro de nuestra historia documentado con todos los detalles desde su planificación hasta su brutal ejecución.
Peor aún, que pretenda liberar de culpa a la dictadura trujillista y a los autores intelectuales y materiales del crimen para convertir a las víctimas en victimarios. De paso, arrastrar la honra de figuras respetables de nuestra sociedad, en especial de los dos sobrevivientes de la gesta del 30 de Mayo, Don Luis Amiama Tió y el general Antonio Imbert Barrera.
Semejante insolencia ha venido repitiéndose en los últimos tiempos y cada vez se va ampliando más el coro, aumentan los medios—sobre todo digitales—que amplifican sus versiones amañadas y se va haciendo mayor el irrespeto a los héroes y mártires.
Imbert, Don Luis
El general Antonio Imbert Barrera ha sobrevivido en plena actividad al descabezamiento de la dictadura. Fue el único sobreviviente del grupo que ejecutó la acción militar en la carretera de San Cristóbal el 30 de mayo de 1961.
Luis Amiama Tió, de la retaguardia política, fue el otro sobreviviente del complot para matar a Trujillo. Todos los demás fueron asesinados por los remanentes de la dictadura una vez ajusticiado el tirano.
Ambos fueron declarados por ley generales vitalicios del Ejército dominicano. Don Luis renunció años después al generalato militar para dedicarse a la política activa, pero Don Antonio conserva su rango y en tal condición ha prestado servicios inestimables a la República, llegando incluso a ocupar el ministerio de las Fuerzas Armadas.
Mientras participó en la política, Don Luis Amiama Tió se comportó a la altura de su condición de patriota, y aún dentro de los errores que como humano pudo haber cometido en aquellos convulsos años del post trujillismo, su dignidad y el amor a su país estuvo por encima de cualquier interés espurio.
Por todo ello resulta irritante que más de medio siglo después, un descendiente del dictador encuentre espacio en esta sociedad para desbarrar contra dos figuras de su talla y estirpe. Por supuesto, con semejante actitud el señor Domínguez Trujillo le da la razón a quienes no aceptan verlo por aquí ni en pintura...
Padre, madre, abuelo
Es verdad que nadie es responsable de los actos de sus padres del mismo modo en que los padres no tienen responsabilidad de las acciones de sus hijos mayores de edad. Pero la genética... Eso sale en cualquier momento.
Doña Angelita Trujillo Martínez
--- “la reina de la Paz y de la Confraternidad del Mundo Libre”--- cometió muchas travesuras durante su reinado. Ella y su corte, hembras y varones...
Y su actual esposo tampoco fue un angelito cuando se desempeñó como oficial de los favoritos del “hijísimo Ranfis” en la “Era Gloriosa” del dictador Trujillo.
Y lo del abuelo ni se diga... Porque ahí se acabaron las aguas. De modo que el señor Ranfis Rafael, que dicen le ha ido muy bien en el negocio de corretaje de seguros en La Florida, debería seguir explotando sus habilidades comerciales y ampliando la vasta fortuna familiar...
Lograda con el sudor de la frente de Angelita y su papá. Porque de seguir con sus insolencias, por aquí se le podría pegar cualquier cosa...
¡Menos una bendición!
(Trabajo publicado íntegro como lo envió Agustín Perezo Barinas, con autorización de su autor)
lobarnechea1@hotmail.com