Dio una primicia mundial y lo despidieron
El 7 de mayo de 1945, el corresponsal Ed Kennedy dio la una de las noticias más esperadas del siglo: la Segunda Guerra había terminado. Por violar la veda para el anuncio oficial, la agencia Associated Press lo echó. Ahora admiten que fue un error y piden perdón
Kennedy era uno de los 17 periodistas que asistió a la rendición incondicional de Alemania ante las tropas aliadas a las 02:41 de ese día. Según su propio relato, eso ocurrió en una pequeña escuela de Francia que servía de cuartel del general Dwight Eisenhower. Pero las autoridades de los Estados Unidos y Gran Bretaña exigieron que la noticia no sea divulgada sino hasta 36 horas después para que Rusia tuviera tiempo para montar una ceremonia única en Berlín. Entonces el anuncio sí sería oficial.
El grupo de reporteros juró guardar el secreto. Sin embargo, Kennedy decidió romper ese embargo cuando escuchó la información en una radio alemana a las 14:41. Según relata el diario español El País, se dirigió Oficina de Censura y advirtió lo que estaba a punto de hacer. "Durante cinco años han justificado que la única razón de la censura era salvar vidas. La guerra ha terminado. Yo mismo he asistido a la rendición ¿Por qué no debe saberse?", clamó ante las autoridades.
Una hora después, cuando llegó a su hotel, llamó a esa agencia. "Soy Ed Kennedy desde París. La guerra ha terminado. Voy a empezar a dictar", dijo. Sólo alcanzó a pasar unas 200 palabras. Pero su historia recorrió el mundo y despertó el júbilo tan ansiado.
En Washington, no obstante, la noticia no fue recibida de la misma manera. El Ejército aseguró que el reportero había faltado a su juramento y prohibió a la AP divulgar cualquier información relacionada a la guerra en los 50 días siguientes.
Kennedy, que fue primero reprendido y más tarde echado, sostuvo hasta mucho tiempo después que las razones de esa censura eran políticas y no militares, por lo que defendió su decisión. Más de 63 años después, Tom Curley, presidente de la agencia, le dio la razón. "Fue un día terrible para The Associated Press (AP)", admitió. "El asunto se gestionó de la peor manera posible, él lo hizo todo bien", añadió.
El perdón coindice con la publicación, este miércoles, de sus memorias, La guerra de Ed Kennedy: el día de la victoria, la censura & The Associated Press, cuyo prólogo pertenece al propio Curley. Pero llega demasiado tarde: Kennedy murió en 1963 en un accidente de tránsito. Julie, su única hija, aceptó las disculpas. "Estoy contentísima" por ello, dijo, aunque reconoció que le hubiese gustado que su padre escuchara esas palabras.
Kennedy era uno de los 17 periodistas que asistió a la rendición incondicional de Alemania ante las tropas aliadas a las 02:41 de ese día. Según su propio relato, eso ocurrió en una pequeña escuela de Francia que servía de cuartel del general Dwight Eisenhower. Pero las autoridades de los Estados Unidos y Gran Bretaña exigieron que la noticia no sea divulgada sino hasta 36 horas después para que Rusia tuviera tiempo para montar una ceremonia única en Berlín. Entonces el anuncio sí sería oficial.
El grupo de reporteros juró guardar el secreto. Sin embargo, Kennedy decidió romper ese embargo cuando escuchó la información en una radio alemana a las 14:41. Según relata el diario español El País, se dirigió Oficina de Censura y advirtió lo que estaba a punto de hacer. "Durante cinco años han justificado que la única razón de la censura era salvar vidas. La guerra ha terminado. Yo mismo he asistido a la rendición ¿Por qué no debe saberse?", clamó ante las autoridades.
Una hora después, cuando llegó a su hotel, llamó a esa agencia. "Soy Ed Kennedy desde París. La guerra ha terminado. Voy a empezar a dictar", dijo. Sólo alcanzó a pasar unas 200 palabras. Pero su historia recorrió el mundo y despertó el júbilo tan ansiado.
En Washington, no obstante, la noticia no fue recibida de la misma manera. El Ejército aseguró que el reportero había faltado a su juramento y prohibió a la AP divulgar cualquier información relacionada a la guerra en los 50 días siguientes.
Kennedy, que fue primero reprendido y más tarde echado, sostuvo hasta mucho tiempo después que las razones de esa censura eran políticas y no militares, por lo que defendió su decisión. Más de 63 años después, Tom Curley, presidente de la agencia, le dio la razón. "Fue un día terrible para The Associated Press (AP)", admitió. "El asunto se gestionó de la peor manera posible, él lo hizo todo bien", añadió.
El perdón coindice con la publicación, este miércoles, de sus memorias, La guerra de Ed Kennedy: el día de la victoria, la censura & The Associated Press, cuyo prólogo pertenece al propio Curley. Pero llega demasiado tarde: Kennedy murió en 1963 en un accidente de tránsito. Julie, su única hija, aceptó las disculpas. "Estoy contentísima" por ello, dijo, aunque reconoció que le hubiese gustado que su padre escuchara esas palabras.