Dominicanos ven naufragar sueños en Puerto Rico
Indocumentados arriesgan sus vidas en yolas y al llegar a tierra reciben maltratos y discrimen
Por: Senabri Silvestre
San Juan, Puerto Rico.-La primera vez que Wendy Almánzar decidió partir hacia Puerto Rico fue en septiembre del año 2005 a bordo de una frágil embarcación con 104 personas que arriesgaron sus vidas y dejaron sus hijos, casas y tierras para ir en busca del bienestar que le vendieron algunos criollos que vivían en la Isla del Encanto.
Salieron de noche con la esperanza de pisar suelo americano en pocas horas, pero se perdieron.
Navegaron cuatro días desorientados, hambrientos, sedientos y desesperados por llegar a cualquier lado.
La yola se rompió y el centenar de personas presa del pánico gritaba, algunos rezaban y otros amenazaban con lanzarse al agua. Cuatros días estuvieron así hasta que fueron rescatados y devueltos al país por la Marina Guerra.
Segundo Intento
La mujer de unos 38 años de edad oriunda de San Francisco de Macorís, narró a El DÍA, que esa dura travesía no le quitó las ganas de reunirse con su pareja en Puerto Rico.
Un mes después pagó US$2,000 dólares (78,000 pesos a la tasa de cambio actual) a una organización para repetir esa hazaña.
En octubre del 2005, la trigueña de pelo rubio y riso dejó sus tres hijos de 5, 4 y 2 años y fue a una casa del municipio de Miches donde esperó 16 días para embarcarse, y allí unos de los organizadores del viaje trató de abusar sexualmente de ella.
Se libró encerrándose en una habitación.
Al otro día partieron a lasde Miches y llegaron a Aguadillas (Oeste de Puerto Rico) el jueves a las dos de la tarde, luego de vencer las inclemencias de una vaguada que hacía crecer olas como de 10 pies de altura, y se internaron en un monte donde los persiguió la Policía.
Entrada a Puerto Rico
Wendy escapó con el cuerpo lleno de espinas y los pies desgarrados, con la ayuda de unos puertorriqueños a losque les pagó. Siete años después reconoce que no vale la pena.
“Yo solo gano para comer y mandarle dinero a mis hijos. Aquí no hay trabajo, la gente abusa de nosotros y nos hablan mal. Es peor que en Santo Domingo”, afirmó Almánzar.
La joven trabaja en una casa de familia al igual que muchas dominicanas donde ganan unos 1,200 dólares al mes, pero pagan unos US$450 de casa, US$60 de teléfono, US$250 en comida, US$90 de pasaje, más de US$125 de energía y envían un poco más de US$100 a familiares en Santo Domingo.
A penas le quedan menos de US$200 que no le dan para ir al salón ni de fiestas. No gozan de seguro médico, ni de ayuda social.
Estadísticas
Cómo ella, miles de dominicanos se aventuran cada año a cruzar el Canal de la Mona para perseguir un sueño que en muchos casos se convierte en un infierno.
No se sabe cuantos son, pero en los últimos ocho años las agencias federales de Estados Unidos han capturaron casi 38,000 indocumentados que intentaron entrar “por la puerta de atrás” a Puerto Rico desde la República Dominicana.
Unos fueron agarrados en el mar, algunos en tierra y otros antes de dejar la República Dominicana, según datos suministrados por la Guardia Costanera de Estados Unidos en San Juan, Puerto Rico.
Los dominicanos van en busca de un mejor futuro, pero a cambio se encuentran con duras jornadas de trabajo, maltratos, discriminación y una vida en solitario.
Quiere regresar y no puede
Con Wendy llegaron 20 personas, pero la mayoría decidió regresar al país voluntariamente, porque se dieron cuenta de que “en Puerto Rico no hay vida”.
Ella también desea volver, pero espera a ver si no lo hace con las manos vacías.
Van 450 indocumentados apresados en EU
Intentar cruzar el Canal de La Mona para llegar a Puerto Rico “sin papeles” ha llevado a 450 personas a ser procesadas criminalmente en Estados Unidos, desde el 2006 al 2011.
Así lo dijo a El DÍA Ricardo Castrodad, oficial de Relaciones Públicas de la Guardia Costanera y Jeffrey Quiñónez, oficial de Asuntos Públicos de Aduanas y Protección Fronteriza en San Juan, Puerto Rico.
Afirmaron que el flujo de indocumentados en yolas ha bajado porque desde el 2006 las agencias federales de EU utilizan un sistema biométrico en el Canal de La Mona que le permite procesar a los capturados, tomándoles huellas dactilares y fotografías.
Los que no tienen un historial criminal son repatriados, y los que tienen algo pendiente son apresados. Esas personas pierden cualquier posibilidad de entrar legalmente a territorio de EEUU.
Por: Senabri Silvestre
San Juan, Puerto Rico.-La primera vez que Wendy Almánzar decidió partir hacia Puerto Rico fue en septiembre del año 2005 a bordo de una frágil embarcación con 104 personas que arriesgaron sus vidas y dejaron sus hijos, casas y tierras para ir en busca del bienestar que le vendieron algunos criollos que vivían en la Isla del Encanto.
Salieron de noche con la esperanza de pisar suelo americano en pocas horas, pero se perdieron.
Navegaron cuatro días desorientados, hambrientos, sedientos y desesperados por llegar a cualquier lado.
La yola se rompió y el centenar de personas presa del pánico gritaba, algunos rezaban y otros amenazaban con lanzarse al agua. Cuatros días estuvieron así hasta que fueron rescatados y devueltos al país por la Marina Guerra.
Segundo Intento
La mujer de unos 38 años de edad oriunda de San Francisco de Macorís, narró a El DÍA, que esa dura travesía no le quitó las ganas de reunirse con su pareja en Puerto Rico.
Un mes después pagó US$2,000 dólares (78,000 pesos a la tasa de cambio actual) a una organización para repetir esa hazaña.
En octubre del 2005, la trigueña de pelo rubio y riso dejó sus tres hijos de 5, 4 y 2 años y fue a una casa del municipio de Miches donde esperó 16 días para embarcarse, y allí unos de los organizadores del viaje trató de abusar sexualmente de ella.
Se libró encerrándose en una habitación.
Al otro día partieron a lasde Miches y llegaron a Aguadillas (Oeste de Puerto Rico) el jueves a las dos de la tarde, luego de vencer las inclemencias de una vaguada que hacía crecer olas como de 10 pies de altura, y se internaron en un monte donde los persiguió la Policía.
Entrada a Puerto Rico
Wendy escapó con el cuerpo lleno de espinas y los pies desgarrados, con la ayuda de unos puertorriqueños a losque les pagó. Siete años después reconoce que no vale la pena.
“Yo solo gano para comer y mandarle dinero a mis hijos. Aquí no hay trabajo, la gente abusa de nosotros y nos hablan mal. Es peor que en Santo Domingo”, afirmó Almánzar.
La joven trabaja en una casa de familia al igual que muchas dominicanas donde ganan unos 1,200 dólares al mes, pero pagan unos US$450 de casa, US$60 de teléfono, US$250 en comida, US$90 de pasaje, más de US$125 de energía y envían un poco más de US$100 a familiares en Santo Domingo.
A penas le quedan menos de US$200 que no le dan para ir al salón ni de fiestas. No gozan de seguro médico, ni de ayuda social.
Estadísticas
Cómo ella, miles de dominicanos se aventuran cada año a cruzar el Canal de la Mona para perseguir un sueño que en muchos casos se convierte en un infierno.
No se sabe cuantos son, pero en los últimos ocho años las agencias federales de Estados Unidos han capturaron casi 38,000 indocumentados que intentaron entrar “por la puerta de atrás” a Puerto Rico desde la República Dominicana.
Unos fueron agarrados en el mar, algunos en tierra y otros antes de dejar la República Dominicana, según datos suministrados por la Guardia Costanera de Estados Unidos en San Juan, Puerto Rico.
Los dominicanos van en busca de un mejor futuro, pero a cambio se encuentran con duras jornadas de trabajo, maltratos, discriminación y una vida en solitario.
Quiere regresar y no puede
Con Wendy llegaron 20 personas, pero la mayoría decidió regresar al país voluntariamente, porque se dieron cuenta de que “en Puerto Rico no hay vida”.
Ella también desea volver, pero espera a ver si no lo hace con las manos vacías.
Van 450 indocumentados apresados en EU
Intentar cruzar el Canal de La Mona para llegar a Puerto Rico “sin papeles” ha llevado a 450 personas a ser procesadas criminalmente en Estados Unidos, desde el 2006 al 2011.
Así lo dijo a El DÍA Ricardo Castrodad, oficial de Relaciones Públicas de la Guardia Costanera y Jeffrey Quiñónez, oficial de Asuntos Públicos de Aduanas y Protección Fronteriza en San Juan, Puerto Rico.
Afirmaron que el flujo de indocumentados en yolas ha bajado porque desde el 2006 las agencias federales de EU utilizan un sistema biométrico en el Canal de La Mona que le permite procesar a los capturados, tomándoles huellas dactilares y fotografías.
Los que no tienen un historial criminal son repatriados, y los que tienen algo pendiente son apresados. Esas personas pierden cualquier posibilidad de entrar legalmente a territorio de EEUU.