Madre e hija asesinadas marcadas por embarazo en la adolescencia
Madre e hija asesinadas marcadas por embarazo en la adolescencia - Periódico El Caribe
Por Diana Rodríguez
Estudios evidencian que jóvenes en uniones tempranas son vulnerables a sufrir violencia, que termina en feminicidio
MARTES, 23 AGOSTO, 2022: La tragedia de Los Alcarrizos, atribuida a la violencia machista que impera en el país, pone en relieve una problemática social en crecimiento: las uniones tempranas y el embarazo en la adolescencia.
Marianela Rosario (madre) e Indira de la Cruz (hija) murieron el mismo día a manos de Esteban Javier Cora, expareja de esta última, quien se resistía a aceptar la separación.
En su desenfreno, el hombre de 31 años de edad también terminó con la vida de su excuñada Paola de la Cruz, de 16, en un trágico hecho ocurrido el pasado sábado en el barrio La Fe, municipio Los Alcarrizos.
Tras cometer el triple crimen, al escapar en estado de embriaguez, el agente de Digesett ultimó de balas a Liren Méndez Báez, quien lo perseguía por la acción. Indira de la Cruz, a sus 19 años, (edad confirmada por la Policía Nacional) deja en la orfandad a dos menores de 2 y 4 años que procreó con su verdugo. El mayor de estos se recupera de las heridas recibidas durante la sangrienta escena.
Tanto Indira como su madre Marianeli, quien falleció a los 36 años, enfrentaron a muy corta edad la maternidad. Con apenas 15 años, Indira ya estaba embarazada de su primer hijo, dos años antes que su madre, a quien hizo abuela muy joven.
El modelo se repite
La encuesta ENHOGAR-MICS 2019 muestra que la práctica de las uniones tempranas se transmite intergeneracionalmente. Sostiene que el 32% de las mujeres entre 20 y 24 años se habían casado o unido antes de los 18 años de edad, y el 9.4% lo hizo antes de los 15 años.
Esta realidad posiciona a la República Dominicana en el primer lugar de América Latina en el número de embarazos en adolescentes, siendo este uno de los más altos del mundo.
“Esta situación resulta inaceptable e impostergable para asegurar un desarrollo sostenible e inclusivo”, precisa el documento Política de Prevención y Atención a las Uniones Tempranas y el Embarazo en Adolescentes (PPA). Este instrumento fue publicado en agosto 2021, como un esfuerzo interinstitucional coordinado por el Gabinete de Niñez y Adolescencia, que presidente Raquel Arbaje, primera dama de la República.
Número uno en unión temprana
El dato revelador de que en el país el 32% de las mujeres de 20 a 24 años se unió o se casó antes de los 18 años, pone a la República Dominicana, muy por encima de la media regional que es del 22%. Sólo Surinam (36%), Nicaragua (35%) y Belice y Honduras 34% cada uno, registran porcentajes mayores de mujeres unidas o casadas antes de los 18 años.
Vulnerables a sufrir violencia
Conforme a los especialistas en la materia, las uniones tempranas también multiplican el riesgo de sufrir violencia por parte de la pareja o expareja.
“Las niñas y adolescentes se ven así enfrentadas a las asimetrías de poder ligadas al género y, en una gran mayoría de casos, a la diferencia de edad, teniendo mayor posibilidad de sufrir situaciones de violencia”. Esta conclusión está planteada en el documento oficial PPA.
La documentación reciente recogida en el informe da cuenta que cuatro de cada diez mujeres entre 15 a 19 años fueron víctimas de violencia perpetrada por su pareja actual o la última que tuvo (43.9%).
Es así como, niñas y adolescentes en unión temprana “ven sus derechos vulnerados al tener mayor probabilidad de experimentar restricciones de movilidad y capacidad reducida para tomar decisiones; además, a partir del momento en que son unidas, se reduce la probabilidad de completar la escuela” precisa un estudio del Banco Mundial y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Los especialistas destacan que las causas estructurales de este fenómeno están relacionadas con la importancia otorgada al casamiento o unión como único o principal mandato social y generacional; y, por tanto, proyecto de vida para las niñas y las adolescentes. Explican que esto se sustenta en normas sociales y de género que reafirman pautas culturales que reproducen el machismo, estereotipos y la violencia de género.
La edad sí importa
En el amor la edad no importa. Es la expresión repetida que muchos utilizan para defender una relación amorosa en las que existe diferencia significativa de años.
Conforme a los análisis que arrojan resultados de investigaciones, la edad no solo importa, sino que se convierte en un factor riesgo en una relación marcada por la violencia machista, en la que la dependencia emocional y económica inclinan la balanza.
Según las estadísticas de feminicidios ocurridos en el 2020, la mayor cantidad de estos fueron ejecutados contra mujeres y adolescentes en los rangos de 15 a 25 años edad. De 68 feminicidios íntimos registrados en el año de inicio de la pandemia, 24 se cometieron contra jóvenes de este grupo etario. Esto representa un 35 %. En el 2019 el porcentaje alcanzaba el 46 %. Para ese año, de los 77 casos registrados, 36 corresponden a mujeres y adolescentes entre 15 y 25 años de edad. Los datos están contenidos en la investigación “Feminicidios en la República Dominicana 2019-2020, realizada por el Observatorio Político Dominicano de Funglode. “Mientras más grande es la diferencia de edad entre la víctima y el victimario, mayor es la probabilidad de padecer algún tipo de violencia y que esta culmine en un feminicidio”, afirma el informe.
Mientras más menor, menos autonomía tiene
El psicólogo Luis Vergés sostiene que si bien es cierto que no existe un único factor determinante en los feminicidios, el embarazo en la adolescencia y las uniones con asimetría de edades se convierten en factores de riesgo.
Esto por el nivel de dependencia de la mujer que al estar en una condición de vulnerabilidad tiende a permanecer muchos años al lado de su agresor. De esta forma, se limita sus posibilidades de autonomía y crecimiento profesional. “Mientras más menor sea la mujer, mayor riesgo habrá, porque está vulnerable a ser abusada. Mientras más menor, menos capacidad tendrá para gestionar su autonomía y autocuidado”, explica el terapeuta familiar director del Centro de Intervención Conductual para Hombres.
Victimarios les llevan 11 años y más a las víctimas
Consultado al respecto, Luis Vergés, director del Centro de Intervención Conductual para Hombres de la Procuraduría General de la República, reveló a elCaribe que las diferencias promedio de edades entre las víctimas y sus victimarios oscilan entre los 10 y 11 años. Doce años es precisamente la diferencia de edad entre Indira de la Cruz (19 años) y su verdugo Esteban Javier Cora (31 años), quien se encuentra detenido por el crimen.