La escolaridad en dominicana.
POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
EN NEYBA, (República Dominicana), Lunes, 07 Dic., 2020: El proceso de educación dominicana recibe un duro golpe con la pandemia llamada COVID-19; Tan fuerte, que se lleva consigo, vidas, condiciones permanentes de salud, economías y casi un escalón de la misma, que lo es, el propio año escolar, el cual, nunca será perdido del todo, máxime, que como no todo está perdido dentro de la pandemia, coincide con un cambio de gobierno, que ese solo hecho, permite un respiro nuevo en el accionar de luchas por la transformación que demanda. Este hecho es mejorado por la oferta de cambios que prometió el nuevo gobierno, la cual está cumpliendo en alta dimensión, tanto el presidente de la república, como el ministro de educación.
Las acciones para alcanzar la normalidad del año escolar, como tal, es difícil ó imposible de lograr o cuantificar, pero echándole ganas, como se ve, pudiera hacerse posible en alto grado, nunca el cien por ciento, pero sí, porcentaje mayoritario, que permitiría ser superados en los próximos años.
Estamos convencidos de que la peor parte de los acontecimientos como la pandemia y su secuela, es no enfrentarlos, lo otro es destrucción total; se sobre entiende que la vuelta física a las aulas sería lo mejor para el aprendizaje, pero el desastre para la salud y vida, por lo que solo resta, la nueva iniciativa, consciente y consistente, siempre con espacio para escuchar ideas y propuestas que complementen una acción, como la que nos ocupa (hablando nosotros, como parte del país, que nos compete y duele), la del estado dominicano, al través del ministerio de educación, con lo que nos identificamos.
Definitivamente, se cumple una sentencia popular, cuando expresa: “no existe nada malo que no tenga algo bueno” ó no existe nada malo que no se le extraiga algo bueno, y en el caso de la educación, vemos el peligro de perderlo todo, mientras que la alternativa de las redes electrónicas, abren un espacio nuevo a la escolaridad en su conjunto, que pudiera convertirse en un atajo hacia el logro anhelado de avance educativo.
La educación a distancia, para decirlo en término general, deja evidentemente mucho que desear, pero es lo que hay, la modalidad de la radio, también es buen complemento y la televisión nacional dejan sus frutos, mientras se define lo de la pandemia, en tanto que, la ocupación de la mayoría de espacios de televisión con la programación educativa, horas de expectación de los estudiantes, desplaza de la vista de los mismo, novelas, series chatarras y malos ejemplos para esa población de edad vulnerable, indica que hasta en eso se puede ganar.