Encontró un cheque por dos millones de pesos, lo devolvió y recibió 300 de recompensa

 

 Leonardo Fernández usó una guía telefónica para dar con el dueño, pero la respuesta sorprendió a todos.

EN ARGENTINA, sàbado 15 agosto, 2020: Mientras cumplía con su labor diaria al cobrar estacionamiento medido en el centro de la capital de Corrientes, Leonardo Fernández encontró un cheque valuado en dos millones de pesos. Sin dudarlo, de inmediato buscó a su dueño para devolverlo y en retribución, sólo recibió unos 300 pesos.

“Yo vivo en el barrio Santa Catalina, allá tengo mi terreno y mi casita. Fui hasta el barrio San Antonio donde vive mi mamá para usar su guía telefónica”, contó el trabajador argentino al medio El Litoral. Así, a la vieja usanza, fue como logró dar con la persona que había extraviado el cheque.

Fue en la tarde del miércoles 12 cuando Fernández encontró el cheque caído en la cuneta de la calle San Juan, casi llegando a la esquina con San Martín. Esa es la zona que tiene asignada Leonardo, segùn el digital Contextotucuman.

 “Ni bien me atendió escuché ruido de papeles, se puso a revolver sus cosas, se ve que no tenía idea de que lo había perdido”, comentó el muchacho correntino. El dueño del cheque le consultó dónde lo podía buscar y Leonardo le dijo que se acercara a su puesto de trabajo.

“Llegó en una camioneta grande, modelo 2020, y me dio 300 pesos de recompensa. Yo le pedí que me comprara mercadería para mi hijo, pan, harina, leche. Le dije que no quería el efectivo, pero sí que me ayudara con algo de mayor valor”, relató Leonardo. El dueño del cheque le aseguró que era todo lo que tenía y se retiró.

Y agregó: “Le pedí al señor que me ayude por evitarle un inconveniente”. Según contó a El Litoral, por su trabajo gana ocho pesos por auto y esperaba una respuesta más generosa del hombre.

 “Siempre estoy atento en la calle, para cuidar los autos y que no les pase nada”, expresó Leonardo, quien siempre se topa con objetos perdidos. Esta semana también halló un medidor de glucosa para diabetes y lo guardó en su mochila hasta que una señora mayor pudo recuperarlo.

 “Dios sabe que soy una buena persona y me lo va a retribuir”, reflexionó  el trabajador, tras la escasa recompensa que recibió por su actuar. /Ciudad

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