Frontera RD-Haití está en calma

La violencia y manifestaciones llevan cuatro días en Haití.

Nuevos disturbios y saqueos se registraron ayer en Puerto Príncipe tras huelga convocada por gremios de transporte

EN DAJABÒN,  10 Julio, 2018:   La frontera entre República Dominicana y Haití se encuentra en calma a pesar de la huelga y las protestas en el vecino país convocada tras la violencia callejera desatada luego de que el Gobierno anunciara un incremento en el precio de los combustibles que finalmente dejó sin efecto el sábado.

Los tradicionales mercados de los lunes en las provincias de Pedernales y Jimaní (suroeste) y Dajabón (noroeste), fronterizos con Haití, se desarrollaron con normalidad.

No obstante, algunos comerciantes expresaron preocupación por la situación en Haití.

La situación llevó a las autoridades dominicanas a reforzar la seguridad en la frontera, así como la de su embajada en Haití.

El ministro de Defensa, teniente general Rubén Darío Paulino Sem, informó que fue reforzada la seguridad en la frontera dominicana con Haití, ante la ola de violencia que han generado las protestas en la vecina nación.

Paulino Sem dijo que desde el viernes pasado las Fuerzas Armadas reforzaron y acuartelaron todas las unidades fronterizas del Ejército Nacional y del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), así como también la Policía Nacional acuarteló sus unidades en las provincias fronterizas sobre todo en Elías Piña y Jimaní que son las provincias dominicanas que están más cerca de Puerto Príncipe, donde ocurrieron los mayores incidentes.

“Las Fuerzas Armadas están en estado de listeza en caso de que hayan personas que intenten cruzar la frontera”, dijo el ministro.

Nuevos disturbios

Nuevos disturbios y saqueos se registraron ayer en Puerto Príncipe, durante una huelga convocada por gremios del transporte en demanda de la renuncia del gobierno tras las violentas protestas que dejaron siete muertos y pérdidas materiales millonarias durante el fin de semana contra el intento fallido de incrementar los precios de los combustibles.

Agentes policiales dispersaron a una multitud que intentaba atacar e incendiar una oficina de la Dirección de Impuestos en el barrio de Tabarre, en el oriente de Puerto Príncipe, mientras cientos de personas marchaban en el centro de la capital hacia la sede del Parlamento.

Los nuevos disturbios ocurren mientras gran parte de la capital se encuentra paralizada por la huelga y sólo algunos vehículos y motocicletas circularon por las calles, algunas de las cuales aún están bloqueadas por barricadas colocadas por manifestantes.

El primer ministro, Jack Guy Lafontant, se reunió con algunos miembros de su equipo para analizar la situación y no había emitido comentarios sobre los reclamos de grupos opositores que piden su renuncia.

El secretario de Seguridad Pública de Haití, Ronsard Saint Cyr, llamó a la población a retomar sus actividades y abrir sus negocios y condenó que entre los manifestantes se encuentren personas armadas y que hayan aprovechado las protestas para robar.

Pese al llamado de las autoridades, los saqueos de negocios continuaron en el centro de la capital, donde decenas de personas sacaban mercancías de un negocio de neumáticos y autopartes.

Las gasolineras y la mayoría de los negocios, bancos, mercados, oficinas públicas e incluso el hospital de la zona residencial de Petion Ville permanecían cerrados desde el fin de semana.

Varias embajadas cerraron sus servicios el lunes, mientras las líneas aéreas, que habían cancelado sus vuelos durante el fin de semana, comenzaban a reabrir tímidamente sus operaciones.

La huelga también se registró en otras localidades del norte y sur del país, como Port-de-Paix y Jacmel, donde las carreteras permanecían el lunes bloqueadas con neumáticos en llamas.

La huelga de dos días convocada por los gremios del transporte se produce luego de los violentos disturbios registrados el fin de semana contra el anuncio del Gobierno de que incrementaría a partir del 7 de julio entre 38% y 51% las tarifas de los combustibles. En el marco de las protestas murieron siete personas.

La ministra de Turismo, Emilie Menos, anunció en un comunicado la conformación de un comité para ayudar a los negocios turísticos afectados y convocará a una reunión para evaluar los daños, que incluyen la destrucción de lotes completos de autos y ataques a hoteles. El presidente Moïse se ha abstenido de comentar sobre los reclamos que piden su renuncia.

Política económica fue el detonante

Para el sociólogo haitiano Gilbert Mervilus, las recientes jornadas de violencia que mantienen sitiada varias localidades del vecino Haití son producto de una profunda crisis social, política y económica, que dio sus primeras manifestaciones tras la publicación del presupuesto 2017-2018, en octubre pasado.

Al hablar con elCaribe, Mervilus destacó que “sería de gran imprudencia menospreciar las muecas de advertencia del año pasado”.

Resaltó que las medidas económicas que se implementaron hace seis meses, cuando se pusieron todos los precios en moneda nacional, no sirvieron para nada. “No hay que subestimar los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional de hace dos meses, porque con éstos ya el humo estaba en el aire y sólo faltaba la gasolina”, explicó.

Mervilus agregó que debido a la tensa situación que se vive en el país, por el reciente incremento de la gasolina en un 48%, es impredecible saber qué pueda ocurrir durante los próximos días y que todo dependerá de la capacidad y del tacto de los gobernantes, especialmente del presidente Jovenel Moïse.

“Haití sufre una tremenda crisis de liderazgo y en tiempos tan insoportables la población no encuentra gobernantes con palabras dignas y responsables. Es un problema muy complejo y se manifiesta en el Poder Ejecutivo, en el Parlamento y en la mayoría de los alcaldes; es como toda una generación política que ganó elecciones con dinero, sin programa, sin cariño, sin nada de nada; en muchos casos, fueron votos comprados”, aseveró.

Arsenio Cruz  /  El Caribe
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