OPINIÓN: Amaury, Los Palmeros y el 12 de Enero
Al conmemorarse 45 aniversario de la caída en combate del inmenso Amaury Germán Aristy, junto a sus fieles compañeros Bienvenido Leal Prandy, Wlises Cerón Polanco y Virgilio Perdomo Pérez, quiero rendirles un merecido homenaje.
Amaury, nacido en Padre Las Casas de Azua, vivió, estudió y luchó mayormente en Santo Domingo, conforme ha dicho su madre, la valiente Doña Manuela Aristy, la misma que se portó como una coronela, apoyando a su hijo y su lucha, dando la cara cuando lo acorralaron junto a sus compañeros en una cueva de la Avenida Las Américas, cuando lo mataron, lo velaron y lo enterraron, contrariando la voluntad del régimen represivo de Joaquín Balaguer.
Amaury, nacido en Padre Las Casas de Azua, vivió, estudió y luchó mayormente en Santo Domingo, conforme ha dicho su madre, la valiente Doña Manuela Aristy, la misma que se portó como una coronela, apoyando a su hijo y su lucha, dando la cara cuando lo acorralaron junto a sus compañeros en una cueva de la Avenida Las Américas, cuando lo mataron, lo velaron y lo enterraron, contrariando la voluntad del régimen represivo de Joaquín Balaguer.
German Aristy fue un miembro destacado de la Unión de Estudiantes Revolucionarios -UER- organización estudiantil en la que me inicié en las lides revolucionarias, precisamente cuando asesinaron a los cuatro líderes de Los Palmeros, también del Movimiento Revolucionario 14 de Junio 1J4.
Participó en los combates de la guerra de abril del año 1965, combatiendo contra los golpistas y traidores de la patria y contra el imperialismo, destacándose por su gran valor, un hombre de gran humanidad, pero sin miedo, que debe inspirar a la juventud y servir de ejemplo en la lucha reivindicativa y por la libertad.
Al concluir la Guerra de abril, cuando Caamaño fue enviado a Londres, donde toma la decisión de irse a Cuba a prepararse para regresar a la patria en busca de su libertad, Amaury no dudó en seguirlo, en acompañarlo y junto a sus compañeros ayudaba a preparar el terreno para lograr ese propósito.
Y precisamente, en medio de la lucha clandestina, fueron descubiertos Amaury, Bienvenido, Wlises y Virgilio, dándole combate a todos los organismos de seguridad del Estado y de los Estados Unidos, demostrando que lo que importa no son el número de armas en las manos, sino el número de estrellas en la frente.
POR PRAEDE OLIVERO FÉLIZ
BARAHONA, 12 ENERO, 2017.