¿Por qué a algunos --les cobran demás-- en los balnearios de Barahona?
EN BARAHONA, (República Dominicana), 1ro de agosto, 2016: Yo, que soy un asiduo visitante de los balnearios de Barahona y la región, puedo especular de el por qué a algunas personas "les cobran demás" por los alimentos y por usar las mesas. Lo primero que hay que entender es que esas mesas son propiedad privada y son parte de un negocio que vende bebidas alcohólicas y comidas.
Esas mesas no están ahí por obra y gracia de Dios, son una inversión de gente que tiene toda una estructura montada de comida, bebidas, energía eléctrica y empleados, por tanto no pueden darse el lujo de que alguien las ocupe por todo un día sin consumir en su negocio y sin pagar.
Ustedes ven las mesas limpias, con sus manteles y bien organizadas, eso no es gratis, su deber es, cada vez que asiste a uno de esos balnearios, preguntar cuánto vale sentarse en una de esas mesas y cuáles son las condiciones, eso es lo que hago y nunca he tenido problemas, nunca me han cobrado un centavo demás.
Usted no puede llegar a Los Patos, por tomar un ejemplo, sentarse en una mesa, consumir bebidas y comidas que trajo de su casa y pretender que lo van a dejar usar una mesa durante todo el día sin consumir nada en el negocio y sin pagar. Eso es absurdo y un abuso, me disculpan mis amigos.
Cuando voy a Los Patos siempre pregunto cuánto vale sentarse en una mesa y la respuesta que me dan es que si consumo la comida y bebida de ellos no cuesta nada. Cada vez que voy a un balneario siempre pregunto cuánto valen los alimentos antes de consumirlos, así no me sorprenden con altos precios.
El Los Patos siempre voy a un negocio que está al lado de los baños, es el más grande de todos, ahí me pesan el pescado y pago por lo que pesa, ellos le agregan un poco más de dinero por el moro y los tostones. No se dejen sorprender ni priven más de la cuenta, siempre pregunten cuánto valen las mesas antes de sentarse y cuánto valen los alimentos antes de comerlos. Se acordarán de mí. /EL BARAHONERO/.
¡¡¡LA VERDAD SIN INSULTOS!!!
POR HÉCTOR RAFAELÍN CUELLO
