‘La muchacha con cara de ángel y corazón de demonio’


JULIO 25, 2016: De sobras es sabido que durante largo tiempo se mantuvo la costumbre de realizar las ejecuciones de los condenados de modo público con el fin de que sirviera de castigo ejemplarizante para el resto de los ciudadanos, a la vez que se convirtió en uno de los espectáculos de entretenimiento que a más personas congregaban.

El 23 de julio de 1908, momentos previos a la ejecución de Marie Margarethe Beier, una joven de 23 años que familiarmente era conocida como ‘Grete’, el caos se apoderó de la mayoría de los asistentes que se liaron a puñetazo limpio para ver quién ocupaba los mejores sitios desde donde ver a la perfección y sin perderse ni un detalle de cómo era guillotinada.

Unos meses antes un juez de la ciudad sajona de Freiberg la había declarado culpable del asesinato de su prometido Kurt Pressler, el 13 de mayo de 1907, un día antes a la fecha que habían fijado para contraer matrimonio.

Pero es que todo lo que envuelve a Grete Beier en este caso llamó poderosamente la atención no solo de todos los habitantes de su población, sino incluso se convirtió en una noticia mediática a nivel internacional.

Aparentemente Grete era la muchacha perfecta: esbelta, cándida e hija del burgomaestre de Freiberg (Ernst Theodor Beier), todo un buen partido para aquel que se casara con ella. En 1906 su padre había convenido el matrimonio de su hija con Kurt Pressler y a pesar de que ella no estaba enamorada de él decidió continuar con el fin de no disgustar a su padre.

Pero al mismo tiempo, Grete estaba manteniendo una relación sentimental con otro hombre: Johannes Merker, de quien quedó embarazada en un par de ocasiones e interrumpió la gestación. Todo esto lo mantenía en secreto, aunque salió a la luz tras el asesinato de su prometido.

El día del crimen la joven se presentó en casa de su novio, le preparó una bebida en la que le echó cianuro y acto seguido le pidió que se tapase los ojos ya que quería darle una sorpresa.

La sorpresa no fue otra que meterle el cañón de una pistola en la boca, disparar y dejar toda la escena del crimen como si se hubiera tratado de un suicidio (con carta de despedida incluida).

Todo un perfecto plan que había sido brillantemente trazado y ejecutado por una muchacha que por aquel entonces contaba con 22 años y cuyo aspecto era angelical (erróneamente algunos medios de la época dijeron que tenia 18 años de edad, como el artículo bajo estas líneas de The New York Times).

Semanas después, cuando el caso ya fue minuciosamente investigado por la policía y ella había confesado la autoría del crimen, la prensa comenzó a publicar numerosos artículos sobre ella destapando otras muchas cosas en las que había estado implicada.

Por aquel entonces su padre ya había fallecido, pero se descubrió que Grete (con la ayuda de su madre) había realizado una serie de malversaciones económicas (estafas) aprovechando el buen nombre que tenía su difunto padre en Freiberg.

También se puso al descubierto la identidad del amante de la joven, así como los abortos que se le habían practicado.

Grete Beier fue conocida a partir de entonces como ‘la muchacha con cara de ángel y corazón de demonio’.

/FUENTE. YAHOO.COM/

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