Cae red que usó a jubilados para recoger droga enviada a España desde República Dominicana
La operación, desarrollada en Barcelona (noreste) y localidades cercanas, se saldó con la detención de quince personas, entre ellos un anciano de 82 año
EN BARCELONA (España), 20 julio, 2016: La Guardia Civil española ha desarticulado una organización dedicada al narcotráfico que usaba a jubilados y desempleados para que recogieran paquetes con cocaína que llegaban a España desde Argentina y la República Dominicana.
EN BARCELONA (España), 20 julio, 2016: La Guardia Civil española ha desarticulado una organización dedicada al narcotráfico que usaba a jubilados y desempleados para que recogieran paquetes con cocaína que llegaban a España desde Argentina y la República Dominicana.
La operación, desarrollada en Barcelona (noreste) y localidades cercanas, se saldó con la detención de quince personas, entre ellos un anciano de 82 años, informó hoy ese cuerpo de seguridad.
Los agentes se incautaron de casi 5 kilos de cocaína, que era enviada a través de pequeños paquetes postales para que fueran recogidos en las oficinas de correos por personas jubiladas o desempleados con escasos recursos económicos.
La banda estaba dirigida por un ciudadano de origen dominicano, conocido por el alias de “el maestro” y distribuía la droga, fundamentalmente cocaína, en Barcelona y sus alrededores.
Durante la investigación, la Guardia Civil descubrió un laboratorio clandestino dedicado a adulterar la cocaína ubicado en la parte trasera de una peluquería.
Para recibir los envíos postales utilizaban identidades reales y una dirección donde no residía el destinatario, por lo que el paquete era devuelto a la oficina de correos, donde finalmente era recogido por los jubilados.
Los envíos se preparaban en Argentina, donde la droga se distribuía en paquetes postales inferiores a dos kilos para que fueran tratados como cartas y evitar su seguimiento.
La organización enviaba los beneficios económicos obtenidos a Argentina y la República Dominicana a través de repetidos giros de pequeñas cantidades, con la participación de varias personas que prestaban sus identidades como ordenantes y a los que la organización pagaba pequeñas cantidades (entre 20 y 50 euros).