OPINION: La Oración con sabor‏



ABRIL 23, 2016: Para entender lo que expresa el título,  es necesario que tú hayas orado alguna vez. No me refiero a que te hayas hincado y hablado al vacío y  al silencio exponiendo tus intenciones y tus necesidades.

Cuando hablo del sabor de la oración, me refiero a esa situación en la que oras al Creador sintiéndolo ahí, a tu lado, en tu dimensión espiritual y en conexión directa contigo.

Hablo de esa ocasión, en donde tus palabras se generan de lo más profundo de tu Ser y en el camino hacia tus labios, saliendo de tu corazón despojado  suben  a tu cabeza y al descender a tu lengua y labios, pasan antes   por tus ojos y arrastra una lágrima que saboreas mientras hablas con Dios.

Se da generalmente en el momento en que tu fe es elevada, alcanza la campana y sirve de camino para que el mismo Dios baje a tu pequeño espacio.

Es en ese momento en donde muchas de tus peticiones se concretan, aunque no te lleguen en lo inmediato;  porque aunque las has hecho con mucha fe, has pedido lo que consideras son tus necesidades a solucionar , tus problemas a resolver,  pero en realidad son herramientas para tu crecimiento, con las cuales   el Señor como gran maestro y corrector de estilo  tiene que arreglar tus peticiones, no para concederte lo que has pedido o como lo has pedido, sino, para darte lo que Él sabe que te  conviene y realmente necesitas, Recuerda Dios sabe más de ti que tú mismo. El conoce tu mañana, cosa que tú ignoras por completo.

La oración con sabor a lágrimas limpia el alma, apacientan el espíritu y da la seguridad de que Dios está al Control.

Hasta la Próxima.

Darío Nin




    
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