Lambones: obsecuentes aplaudidores de jefecitos
En caso de muerte del próximo presidente electo, le sucederá por ley, la vice presidenta en República Dominicana y ya sabemos que serán mujeres las posibles presidentes, por eso se ha incrementado el coro de “llego mamá, y los aplaudidores de ellas”.
En R.D. le decimos bocinas, corchos, tumba polvos y demás epítetos, a los que quieren estar arriba, cerca del jefe futuro, aplaudiéndolo y diciéndole que bien, lo hace Ud. todo, mi jefe.
De eso hemos tenido bastante con todos los ex presidentes dominicanos, quienes armaba su escenografía con teleprompters, cámaras, selfis, etc., etc. para convencer con sus discursos históricos, e histriónicos.
Tenían un coro de amiguitos en jeepetas, con gasolina regalada que dejaban de recibir compañeros de la base, para ir detrás del jefe, pues iban a aplaudirlo y a salir en noticieros.
Muchos ex presidentes necesitan el apoyo de esta chusma de gente, parece que la baja estima necesita de ese reforzamiento.
Tan convencido están estos ex-presidentes del siglo 20 de que ayudaban a su gente, que le salió una tendencia con mucha fuerza y le monto el show de Quirino capo de la droga, para tomar ánimo, nuestro presidente actual del siglo 21, con el tema de la reelección.
Para eso era necesario montar ese circo detestable logrando que apoyaran incondicionalmente sus seguidores y felpudos que, religiosamente, concurrían a decirle, Danilo Medina es mejor que Leonel, pero el pueblo calladamente ve más de lo mismo y lo que nunca se haría, se hizo.
Una re-elección.
Todas esas promesas de cambio fueron el discurso del 2012, que ahora cambio, lo justifican con debo seguir, 48 meses no es tiempo suficiente.
Una alternabilidad es necesaria en las naciones y creo que Luis Abinader con sus alianzas y forma de actuar lo obliga a un debate con 2da vuelta por lo cerrada que están las encuestas no pagadas.
Veo en este joven economista una personalidad férrea, no se deja allantar, ni manipular, sabe para dónde quiere ir, sabe que no necesita de aplaudidores para convencer al resto de la población sobre el beneficio de sus ideas políticas y ha dado acabadas señales de estar dispuesto a dialogar y escuchar otras opiniones.
En definitiva, me parece que, en esta etapa de decidirnos por el destino de R.D., los que no estamos involucrados en ninguna función pública, ni somos altos asesores de la oposición, tenemos mucho para aportar sugiriendo medidas, caminos alternativos y políticas públicas de largo plazo para enfrentar la catastrófica herencia que deja el populismo como modelo económico y para cambiar el rumbo de la larga condicionalidad a préstamos de la economía dominicana.
La mejor contribución que podemos formularle al futuro presidente del cambio, es darle nuevas ideas, teniendo presente que será él que tendrá la última palabra.
El CONEP tiene varios proyectos que deben consensuarse.
Finalmente, me parece que luego del destrozo que hizo el populismo ya no queda margen para seguir con esto de la democracia delegativa.
Es decir, ir a votar un domingo y luego despreocuparse de lo que hace el gobierno delegándole el mando como si en vez de nuestro representante hubiésemos elegido a un monarca.
Votar no es entregar un cheque en blanco y el control de los gobiernos debería comenzar en el mismo momento en que jura como presidente.
Creo que Abinader así lo entiende y solo los obsecuentes descerebrados y poco útiles pueden creer que le hacen un gran favor al presidente diciéndole a todo que sí, como hicieron con Danilo y Leonel Fernández.
Diez y seis años de brutal populismo deberían ser suficientes como para haber aprendido que los aplaudidores incondicionales son la peor droga que puede tener un presidente y un estorbo para una buena vicepresidenta.
POR JHONNY TRINIDAD
EL AUTOR es contador público autorizado. Reside en Miami.