Pila de piedra al borde de vía fue responsable de muerte de estudiante universitario
BARAHONA, República Dominicana): Una pila de piedras depositada por desaprensivos en el tramo que conduce desde el distrito municipal de Canoa al Cruce de Vicente Noble, carretera Sánchez, fue la responsable de la muerte del joven Mayobanex Medina Herasme, de 32 años, estudiante de Agronomía del Centro Universitario Regional del Suroeste (Curso), ocurrida entre la 1:00 y las 2:00 de la madrugada del miércoles de la pasada semana.
Medina Herasme regresaba de Vicente Noble a esta ciudad, pero al salir de una curva, el carro Toyota Corola que conducía, chocó con el material depositado a orilla de la vía, sin que se pudiera establecer si fue que el vehículo que sufrió un deslizamiento, si él perdió el control del mismo o se durmió frente al volante.
Tras chocar con las piedras, vehículo dio varias vueltas y fue a caer en medio de la vía, donde todavía se puede ver la sangre que emanó Medina Herasme, quien en un tiempo fue presidente del grupo estudiantil FESD, y era miembro de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) y de la Juventud Revolucionaria Dominicana (JRD) del Partido Revolucionario Dominicano (PRD:
Chóferes que cubren la ruta Barahona-Santo Domingo, siempre han denunciado que ingenieros y maestros constructores arrojan materiales a la orilla de algunos tramos de la carretera Sánchez, los cuales constituyen un peligro para la vida de ellos y sus pasajeros.
"Esta mala práctica la hemos denunciando en varias oportunidades, pero nunca las autoridades de los organismos competentes nos han hecho caso", coincidieron algunos conductores.
Llamaron a esos ingenieros y maestros constructores a depositar los desechos de construcción a una distancia considerable de la mencionada vía, a fin de evitar accidentes donde mueren personas y otras quedan con lesiones permanentes.
Medina Herasme residía junto a su padre, el profesor Manuel Antonio Medina en el sector Los Maestros del distrito municipal de Villa Central, a la entrada de esta ciudad.
Por Juan Francisco Matos