OPINIÓN: La taza no está rota, pero se cuarteó
Muchos celebran y se frotan las manos. La oposición no solo trata de sacar ventaja, sino que atiza el fogón cada vez más encendido. Es correcto que lo hagan. El propósito es dividirlo y ganar más espacios de cara a las elecciones.
La contradicción interna amenaza la unidad partidaria y alimentan las ansias de volver a gobernar a un amplio grupo político que tiene años que no entra al Palacio Nacional.
Luego del aciago domingo 19 de abril que el Comité Político del PLD tomó la decisión de presentar un proyecto de reforma a la Constitución para reintroducir la reelección presidencial comenzó todo.
La escogencia de Abinader como candidato del PRM ha tenido buen efecto, no hay que negarlo, pero la oposición política sigue atomizada, enchivada, a pesar de los esfuerzos para integrar un frente opositor que no termina de cuajar.
Precisamente es la indefinición de la oposición y la discusión de quién debe encabezar el frente opositor, sin una clara visión que lo importante es lograr el poder en las próximas elecciones salvan al PLD en esta lucha intestina que parece prolongarse en el tiempo.
El PLD, elogiado por lavar los trapos sucios en casa, dada a su disciplina interna, no ha podido manejar el tema reelección en familia, sino que las contradicciones en los dos liderazgos fundamentales de la organización los amenazan con el fantasma de división.
Los peledeístas penden de un canto para ser desalojados del poder, y permanecer en el es urgente que no sigan agrietando más la taza que no está rota, pero está cuarteada.
POR BENNY RODRÍGUEZ
El autor es periodista