¿Homofóbicos o religiosos?
Creo que son una pila de homofóbicos.
Los jóvenes debemos estar en contra de los estereotipos tradicionales. El mundo ha cambiado (…), y el estado es laico (no religioso).
El que quiera ser homosexual, heterosexual, bisexual, lesbianas o transexual, que los sea. Dejen vivir a los demás en paz.
Disfruten su vida y dejen vivir a los demás. que quede claro que nada de lo mencionado anteriormente es una enfermedad, es solo una decisión personal.
Mucha gente habla de valores: quiero decir que los valores no son generalizado, pues lo que es bueno para uno es malo para otro, (s).
Lo que es positivo para unos, es negativo para otros. el mundo no se rige solo por valores religiosos, tú decides si son buenos o malos, nadie más. Por lo tanto no existen tales antivalores si tú consideras que no lo son.
Existen algunos valores que están en la declaración de los derechos humanos, estos son considerados universales, y dentro de los mismos quiero citar solo uno:
! La igualdad!
Como los heterosexuales hemos logrado muchísimas reivindicaciones bajo manifestaciones, así también tienen ellos el derecho de luchar por sus derechos humanos, y bueno la constitución de la Rep. Dom. Permite las manifestaciones pacificas.
Que deben hacer los que estén en contra, que por supuesto no, somos todos los heterosexuales, que estamos en contra de que ellos reclamen sus derechos.
Pues, realizar también, manifestaciones pacificas a favor de su causa, y de hecho, ya han convocado para tales fines.
Al final, quienes decidirán el debate son los legisladores y el presidente.
Esta causa que se ha ganado en algunos países, en Rep. Dom. Tendrá de frente una clase social en su mayoría homofóbica (que odia al diferente) que le tendrá de frente. Queridos religiosos, recuerden que el odio es un pecado, y juzgar a otros también…
Es un tema espinoso, pues se acercan las elecciones y los políticos; macho, macho, jamás tocaran ese tema tan embarazoso.
Cada quien que defienda su opinión, no su sexualidad, esto es un debate de ideas.
Nota enviada por Luis Emilio Brito Arias, MA.
Psicólogo e investigador