A propósito de la reunión de este martes 7
Por Giana Blanco:
La reunión de este martes entre representantes de los gobiernos de Haití y la República Dominicana es una excelente oportunidad para aportar soluciones colectivas que beneficien a ambas naciones en temas como economía, comercio, salud, medio ambiente y migración.
Es propicia para que los participantes se comprometan a ejecutar un plan de suministro de estufas y tanques de gas a los pobres haitianos a través de un subsidio oficial aportado por Venezuela, país que tanto dice preocuparse por la suerte de esas humildes personas.De esta forma se evitaría que ellas tengan que cortar árboles para hacer carbón.
República Dominicana y sus ministerios de Agricultura y Medioambiente pueden fácilmente suministrar semillas y pequeñas plantas para reforestar las montañas haitianas, y además los Estados Unidos deberían ayudar a instalar en el país invernaderos para mejorar la producción agrícola.
En el aspecto sanitario, debería ser ejecutado un programa de instalación de letrinas, ya que es de todos sabidos que la epidemia de cólera fue cruel en Haití debido precisamente a la mala disposición de los excrementos.
El Ministerio de Educación Haitiano debería ser asistido por los cubanos, quienes indiscutiblemente han tenido muchos logros en materia de educación, salud, cuidado del medioambiente y educación en valores. (Con pocos recursos, ellos son expertos en asuntos relacionados con unidades de atención primaria).
Las ONGs deberían, no sólo hacer denuncias y acusaciones, sino también utilizar parte de los recursos que reciben de organismos internacionales para ayudar a los haitianos a desarrollar microempresas familiares.
El Gobierno de Haití debe aceptar con humildad el aporte de todas esas instituciones y países sensibles, para fortalecer y desarrollar la institucionalidad del Estado y sus ministerios para bien de la comunidad haitiana, la cual está sufrida y lastimada por el terremoto, el cólera y otras inclemencias.
Si todos aportamos con amor un granito de arena para mejorar nuestros países, tendríamos el mejor continente del mundo.