Yo quiero ser presidente
Por Ismael Batista, (Cardiólgo Barahonero)
Los partidos políticos adquieren relevancia en la sociedad por su rol estelar en la dinámica de la misma sociedad y las instituciones del Estado a las que acceden. En esas perspectivas observamos que la función gerencial, generalmente, son atribuciones de la dirigencia procedentes de las organizaciones políticas. Aun más, es atraves de ellos que se conforman los poderes básicos del Estado, vale decir, el ejecutivo, el congresual, el judicial y el lectoral si se quiere.
De las filas de estas organizaciones políticas en elecciones democráticas, constitucionalmente establecidas, el pueblo selecciona a su presidente, a los congresistas, síndicos y otras posiciones de menor relevancia en la burocracia gubernamental.
En la Republica Dominicana está establecido constitucionalmente que el presidente es el jefe del Estado y del gobierno. En adición, atribuciones ejecutivas consignadas en la constitución convierten al ejecutivo de la nación en la figura más determinante en ejecuciones de políticas de Estado y de gobierno.
Más sin embargo, en la constitución de la república no se hace referencia al backgrount y la conducta ética de los aspirantes presidenciales. Es a las organizaciones sociales, religiosas, de otras índoles y al pueblo en general que le corresponde discriminar en estos aspectos a los candidatos presidenciales en la República Dominicana.
Explicitamos estas consideraciones para que se vea la importancia transcendental que tiene la selección de los políticos que van dirigir el gobierno y el Estado, independientemente del nivel cultural y del desarrollo político de los dominicanos.
La reformada constitución del 2010 en el Artículo 124 establece: El poder ejecutivo se ejerce por el o la presidente de la republica, que será elegido cada cuatro anos por voto directo y no podrá ser electo para el periodo constitucional siguiente. Esta constitución elimina el nunca jamás, consignado en la constitución anterior, y abre las puertas a la consulta popular o plebiscito, elemento nuevo en la constitución dominicana que requiere para su implementación la aprobación del Congreso Nacional.
Es precisamente la nombrada constitución del 2010 la que prácticamente imposibilita al actual presidente a optar por un próximo periodo presidencial. Por eso se ha iniciado a lo interno del Partido de la Liberación Dominicana la carrera por la candidatura presidencial de la organización. La prisa por la candidatura presidencial en el partido, que lo han convertido en una fábrica de presidentes, no tiene espera, porque son muchos en el P.L.D., los que tienen que ser presidente de la republica.
En una país en el cual hace más de 50 anos se busca un presidente capaz de abordar con éxitos los problemas ancestrales que tenemos; las precandidatura presidenciales en el PLD no pueden esperar, porque los precandidatos no pueden detener la carrera para cumplir su acometido de ser presidente. La meta principal es ser presidente de la republica.
En la algarabía del proselitismo se olvida que fue el Partido de la Liberación Dominicana que seleccionó a Danilo Medina , entre otros, su candidato presidencial por ser la mejor opción para el país y el pueblo lo asimilo como tal y lo escogió como su presidente. Yo me pregunto si a poco más de un año el presidente en ejecución ha demostrado ineptitud o incorrecciones en el desempeño de sus funciones, porque estas serian las justificaciones de las precandidaturas prematuras, que por demás, podrían ser interpretadas como un golpe electoral.
El presidente Danilo Medina ha probado con creces haber sido la mejor opción presidencial, pues, la efectividad de sus ejecutorias presidenciales le han gran granjeado el apoyo de los sectores vivos de la nación y del pueblo en general estableciendo un nivel de aceptación nunca antes alcanzado por gobernante de este país.
En ese sentido entendemos que el presidente va por buen camino en la aplicación práctica de “su librito”. Por consiguiente, si el presidente Danilo Medina continúa enfrentando los problemas medulares de la nación con la efectividad que lo hace y con los resultados mesurables deseados, debe continuar en la dirección del gobierno y del Estado dominicano, entonces, este es el presidente que buscamos.
En este contexto, los precandidatos del P.L.D. aunados con el partido, los funcionarios del gobierno y el pueblo en general deben mancomunal esfuerzos en los éxitos que augura este presidente y concluir este cuatrienio con las puertas abiertas y el camino despejado para un nuevo periodo constitucional. Necesitamos un buen presidente no establecer un record güines de presidentes.