España Boba y Santo Domingo
Por: Luis ·Eduardo Díaz Franjul
"Necesitamos un propósito común para salvar al país del desorden y la mediocridad en que está envuelto. Propongan uno". Son las expresiones del historiador Adriano Miguel Tejada, director del periódico Diario Libre, en la columna “AM Antes Meridiano” de fecha 6/9/2013. Puso como ejemplo propósitos parecidos al 27 de febrero de 1844 (Independencia) y el 30 de mayo de 1961 (..."volver a respirar aires de libertad para en ella construir nuestro futuro, y lo logramos"), dijo.
Si leemos bien, parece que hay una confusión o contradicción entre el propósito de 1961 (...”y lo logramos), y la nueva propuesta de "salvar al país del desorden y la mediocridad en que está envuelto", como se indica. Esa contradicción es comparable al ejercicio físico en una bicicleta fija: se pedalea y pedalea sin llegar a ningún lado. Por lo tanto, podría interpretarse que hasta 1961 el país llegó algún lado y luego de ahí a ninguna parte, por tratarse de un año que divide dictadura y democracia (con opiniones divididas) considerando que a estas alturas se suponía total ausencia de desorden y mediocridad.
"Necesitamos un propósito común para salvar al país del desorden y la mediocridad en que está envuelto. Propongan uno". Son las expresiones del historiador Adriano Miguel Tejada, director del periódico Diario Libre, en la columna “AM Antes Meridiano” de fecha 6/9/2013. Puso como ejemplo propósitos parecidos al 27 de febrero de 1844 (Independencia) y el 30 de mayo de 1961 (..."volver a respirar aires de libertad para en ella construir nuestro futuro, y lo logramos"), dijo.
Si leemos bien, parece que hay una confusión o contradicción entre el propósito de 1961 (...”y lo logramos), y la nueva propuesta de "salvar al país del desorden y la mediocridad en que está envuelto", como se indica. Esa contradicción es comparable al ejercicio físico en una bicicleta fija: se pedalea y pedalea sin llegar a ningún lado. Por lo tanto, podría interpretarse que hasta 1961 el país llegó algún lado y luego de ahí a ninguna parte, por tratarse de un año que divide dictadura y democracia (con opiniones divididas) considerando que a estas alturas se suponía total ausencia de desorden y mediocridad.
República Dominicana como país revela épocas históricas con cierto parecido al de España Boba (1809-1821), cuando las autoridades peninsulares españolas mostraron escaso interés hacia su colonia en Santo Domingo, hasta que José Núñez de Cáceres logra la Independencia efímera en 1821. Para mencionar un caso basta recordar cuando el pueblo dominicano asesinaba en las calles, con tubos y cadenas, agentes y/o calieses del temible Servicio de Inteligencia Militar (SIM) de la dictadura de Trujillo, sin que las autoridades de entonces (Consejo de Estado, 1961-1962) hicieran algo al respecto.
Hoy día República Dominicana no es la del 1844 y 1961 sino un país administrado por los “Empresarios de la política”, es decir, los 26 partidos reconocidos por la Junta Central Electoral (JCE), los sindicatos del Estado, los gremios y/o sindicatos que generan ingresos (empresarios) y los que no, y los gremios y/o asociaciones incrustados en el estamento social-institucional de la nación. Antes de responder al director de Diario Libre cabe preguntar si ese fue el legado o propósito que quisimos y logramos a partir del 30 de mayo de 1961, pues no todos pensaban o piensan igual desde entonces, tomando en cuenta que el equilibrio socio-económico de un país o el mundo no es posible debido al factor humano.
Solo Dios y naturaleza es perfección. Si democracia y dictadura no son perfectas (u otros sistemas) en muchos casos tampoco los propósitos, aunque estén llenos de buenas intenciones. Todo depende de las circunstancias y lo que resulte en la práctica. Pero sin lugar a dudas, algunos Empresarios de la política, junto con el factor institucional, han “soltado en banda” la República Dominicana. Es por eso los casos de delincuencia, narcotráfico, sicariato, lavado de activos, corrupción administrativa, inmigración ilegal que atenta contra la soberanía, y un largo etcétera de insatisfacciones que producen un vacío parecido al de España Boba, si es que el pueblo toma conciencia de la magnitud del problema y hace algo al respecto.
Es por eso que siempre hemos insistido en la interpretación de la historia partiendo el “Pragmatismo” como categoría de investigación que pudiera revelar contradicción de acontecimientos históricos; y el “Común denominador” como herramienta de investigación para la interpretación sectorial de la historia. Ambos casos no solo aplican al desorden y mediocridad (que trato de averiguar cuáles son) como menciona el director de Diario Libre, sino también a otras consideraciones que contribuyan con la transparencia histórica de la República Dominicana, en todos los órdenes.
Así como el pueblo asesinó calieses en 1961-1962 ante la indiferencia de las autoridades (España Boba) hoy el pueblo hace lo mismo con ladrones callejeros y violadores de niñas. Entonces no habría diferencia alguna entre calieses, ladrones callejeros, violadores, delincuentes (ladrones asesinos), narcotraficantes, sicarios, lavadores de activos, corruptos del sector público, etc., porque se trata de la misma lacra social (entre otros). En línea moderada, el tráfico de influencia y la inmigración ilegal que pone en riesgo nuestra soberanía. Este es por el momento parte del desorden y mediocridad en que el país está envuelto hasta que se indiquen otros casos para entonces comentar al respecto.
Mientras, que me corrija el director de Diario Libre si este es o no el “desorden y mediocridad” que pretende revelar, a no ser que se trate de otro(s), para saber de qué estamos hablando, y así tratar el tema de otra manera, con pelos y señales. No hay que olvidar que cientos de dominicanos fueron asesinados en el período 1966-1986, donde las víctimas no eran consecuencia del “desorden y mediocridad” del período de España Boba que vivió República Dominicana entre 1961-1962 cuando el pueblo mataba calieses en las calles sin que las autoridades intervinieran.
Una vez iniciado el ciclón batatero que erradique el desorden y la mediocridad, o a la par con él, si es que el período de España Boba que hoy vive República Dominicana así lo considera, hay que concentrarse en la productividad y su relación con el bienestar nacional partiendo del Patrimonio Productivo Nacional compuesto por: (1) Patrimonio Empresarial de la Era de Trujillo, (2) Empresas del Sector Privado, (3) Empresas del Sector Público post Trujillo, (4) Construcciones, y 5) Gasto Público social o productivo como consecuencia de lo anterior, y (6) Rendición mensual de cuentas en la prensa escrita/digital.
Vistas las cosas de esta manera estaríamos en los albores del Estado nación, tan lejos de los Empresarios de la política y tan cerca del pueblo dominicano. Nos referimos al Estado nación de la República Dominicana, no el “Estado” de los Empresarios de la política que dejan el país en bandolera, al estilo España Boba 1809-1821, lo que da cabida al desorden y la mediocridad de todo tipo. Mientras no se implante el Estado nación (o algo parecido) seguiremos viviendo como en la España Boba, solo que hoy día el pueblo todavía no se ha movido para cambiar el orden de cosas. (Ver “Cultura Patriótica”. Google).
Solamente una cultura patriótica puede salvar la República Dominicana contra el desorden y la mediocridad y así evitar que suceda lo peor. Poniendo en práctica esta cultura tendríamos una mejor visión de los sectores productivos para lograr un auténtico Estado nación en línea con los propósitos de 1844, 1961, Las Manaclas (1963) y la Revolución de Abril (1965). Pero para ser realista, en interés de satisfacer el llamado del director de Diario Libre, o cualquier otro tipo de llamado sobre solución de males en República Dominicana, nuestro propósito o propuesta de Estado nación se inicia como sigue:
1)Derogar la Ley 5880 de 1962 que prohíbe loas que alaban un muerto. 2) Derogar la Ley 141 del 10 de junio de 1997 (Ley de Reforma de la Empresa Pública), porque son empresas que se crearon en la Era de Trujillo, incluyendo otras no incluidas en el decreto. Este es el verdadero Patrimonio Empresarial del Pueblo Dominicano (lo que queda de él) hoy día en manos de los Empresarios de la política. 3) Poner en práctica la Cultura Patriótica partiendo del Patrimonio Productivo Nacional. 4) Una JCE compuesta por representantes del pueblo dominicano, no por la política y/o Empresarios de la política, 5) Elecciones cada cuatro años, 5) Resolver el problema eléctrico a como dé lugar.