AL BORDE DE LA MUERTE
Por Mayobanex de Jesús Laurens
Este lunes me dirigí hacia Cabral en supervisión de los trabajos de la institución para la cual laboro. Iba en el vehículo asignado por la empresa para esas labores en terreno.
Un poco más allá del sector residencial Los Maestros, de esta ciudad de Barahona, había una camioneta de doble cabina estacionada al extremo derecho de la carretera. Con el vehículo en marcha, a velocidad moderada por el desplazamiento, no fue posible divisar las dos vacas que venían saliendo de entre los matorrales.
Este lunes me dirigí hacia Cabral en supervisión de los trabajos de la institución para la cual laboro. Iba en el vehículo asignado por la empresa para esas labores en terreno.
Un poco más allá del sector residencial Los Maestros, de esta ciudad de Barahona, había una camioneta de doble cabina estacionada al extremo derecho de la carretera. Con el vehículo en marcha, a velocidad moderada por el desplazamiento, no fue posible divisar las dos vacas que venían saliendo de entre los matorrales.
Las vacas ocuparon el medio de la vía. A penas tuve tiempo para pisar el freno. A la velocidad que iba se hacía imposible que no impactara las vacas y tuviera un accidente. Logré un frenazo de película, prácticamente atravesé el vehículo medio a medio y logré que no me accidente contra esos animales.
Sin dudas que dos cosas iban a suceder. El vehículo se desbarataría y yo iba a sufrir serias lesiones que podrían poner mi vida en peligro de muerte.
Lo que me sucedió hoy sé que a muchos les ha estado sucediendo en Barahona. Los animales deambulan realengos por doquiera. Están en casi todas las zonas residenciales, ensuciando las vías de estiércol y atravesando las carreteras por donde transitan los vehículos.
Sabemos que el alcalde Noel Octavio Suberví Nín está haciendo un gran esfuerzo por controlar y acabar con la vagancia de animales en la ciudad de Barahona.
Hay muchas personas que han obtenido dinero de forma lícita e ilícita que ahora se han dedicado a la cría de ganado en plena ciudad. Para ello tienen a unos muchachos haitianos que las trasladan diariamente de lugar en lugar.
Hoy pude haber perdido la vida. Otro día puede sucederle a cualquiera, incluyendo a los dueños de esas vacas. La alcaldía de Barahona debe actuar con drasticidad, sin contemplaciones contra los irresponsables dueños de esos animales realengos.
La vagancia de animales debe cesar para siempre, de una vez por todas en Barahona. No esperemos un accidente fatal lamentable.