Lo que se está batiendo entre Hipólito y Miguel...
Por: CÉSAR MEDINA
La gente de Hipólito en el PRD no está dispuesta a permitir un arreglo con Miguel Vargas... Tal vez él, Hipólito, aceptaría que en su situación lo mejor fuera hallar una salida honrosa, digna de su condición de expresidente de la República.
La mediación de César Sánchez y los actos unitarios de hoy en los 15 años de la muerte de Peña, son una señal en esa dirección.
Pero la posición de los radicales la adelanta Esquea, el más pugnaz de todos: “No aceptamos un arreglo de aposento”.
La gente de Hipólito en el PRD no está dispuesta a permitir un arreglo con Miguel Vargas... Tal vez él, Hipólito, aceptaría que en su situación lo mejor fuera hallar una salida honrosa, digna de su condición de expresidente de la República.
La mediación de César Sánchez y los actos unitarios de hoy en los 15 años de la muerte de Peña, son una señal en esa dirección.
Pero la posición de los radicales la adelanta Esquea, el más pugnaz de todos: “No aceptamos un arreglo de aposento”.
Expresión que halló eco de inmediato entre algunos resentidos que abandonaron el barco cuando creyeron que hacía agua, después de la convención del 6 de marzo de 2011.
Para ellos un “arreglo de aposento” sería buscar una salida negociada a la crisis perredeísta.
Lo que implicaría, obviamente, que habría que negociar las principales posiciones dirigenciales.
En ese partido hay dirigentes que prefieren seguir para siempre en la oposición, bajo una tirantez interna permanente como única forma de encontrar espacio en sus propósitos de figuración pública. Saben que un buen arreglo interno los dejaría fuera del debate porque no representan a nadie.
Por supuesto, el problema para hallar un arreglo definitivo entre Hipólito y Miguel no radica en ese tipo de dirigentes radicales. El problema es mayor, es de renunciación de ambos líderes, de sacrificio, de entrega, de resignación, condiciones difíciles de encontrar en el ejercicio político que conocemos.
Confesiones de Mejía
Hipólito ha confesado entre sus íntimos que desea retirarse del proselitismo partidario. Semejante propósito es lo que ha permitido su acercamiento con Miguel Vargas. Porque no es que Vargas lo crea del todo, pero en su entorno consideran que “no está de más tantear...”
El problema es que no es la primera vez que él lo dice. Quienes han confiado en esas promesas terminan pagando un alto precio: Milagros, por ejemplo, que en el proceso eleccionario interno de 2007 puso todos sus huevos en esa canasta y los huevos terminaron hueros.
Además, el tema de Carolina, su hija, parece etéreo. En su vecindad política se habla de la posibilidad de que ella pudiera ser candidata vicepresidencial del PRD, lo que estaría subordinado a que Vargas encabece la boleta.
Para lograr una negociación así, el PRD tendría que repartir lo que no tiene... Con la única ventaja de que en las elecciones del ‘16 entran en juego todos los puestos elegibles: senadores, diputados, alcaldes, regidores. Estarían, además, las posiciones dirigenciales en todas las provincias y municipios.
Aparentemente hay mucho qué ofrecer, pero nada es suficiente cuando se trata de una candidatura presidencial unitaria a casi tres años de las elecciones, que en un partido como el PRD significa no sólo la posibilidad de ganar, sino recursos económicos a borbotones.
Ellos dos deciden...
Alrededor de Hipólito y Miguel se nuclea el PRD casi entero si se tratara de buscar entre ellos dos una fórmula unitaria. Ningún otro partido tiene una militancia y simpatizantes con semejantes características...
Simplemente se van por donde sople el viento. Por eso los agrupamientos surgidos en torno a potenciales candidatos con posibilidades de ganar han creado ola. Verbigracia, la Avanzada Electoral, de Jorge Blanco; La Estructura, de Jacobo Majluta.
Una transacción de esa envergadura en el PRD, dejaría a Miguel sólo con la candidatura... Pero al parecer él se conformaría con ella. A fin de cuentas, sería su último cartuchazo, mientras Hipólito dejaría su relevo, ya entrando a los ochenta...
¡El problema sería la recua...Que tampoco está pintada en la pared!Una transacción de esa envergadura en el PRD, dejaría a Miguel sólo con la candidatura... Pero al parecer él se conformaría con ella. A fin de cuentas, sería su último cartuchazo, mientras Hipólito dejaría su relevo, ya entrando a los ochenta...
lobarnechea1@hotmail.com
(Trabajo publicado íntegro como lo envió Agustín Perozo Barinas, con autorización de su autor)