UN REPARO OPORTUNO, FRENTE A UN RELAJO CONSTANTE
Por: Manolo Nova
En días pasados leí un e-mail, de esos que se cuelan sin permiso en nuestros correos, en el cual se especula de manera acre sobre las finanzas personales de ministros y altos cargos quienes, según apunta, forman parte, hoy por hoy, de una privilegiada legión compuesta por los hombres más ricos del país. Según dicho mensaje, algunos de los aludidos vivían en ‘patios’ hace apenas diecisiete años.
Y aunque tales señalamientos puede que sean valederos (en alguna medida), no creo que hayan sido debidamente ponderados por los remitentes del correo. Tomemos, por ejemplo, el caso de uno de esos ministros y pongámosle número a la casa, a saber:
Años 1996/2000 = 48 meses de salario a RD$250,000 c/u arrojan un total de ingresos ascendente a RD$12,000,000.
En días pasados leí un e-mail, de esos que se cuelan sin permiso en nuestros correos, en el cual se especula de manera acre sobre las finanzas personales de ministros y altos cargos quienes, según apunta, forman parte, hoy por hoy, de una privilegiada legión compuesta por los hombres más ricos del país. Según dicho mensaje, algunos de los aludidos vivían en ‘patios’ hace apenas diecisiete años.
Y aunque tales señalamientos puede que sean valederos (en alguna medida), no creo que hayan sido debidamente ponderados por los remitentes del correo. Tomemos, por ejemplo, el caso de uno de esos ministros y pongámosle número a la casa, a saber:
Años 1996/2000 = 48 meses de salario a RD$250,000 c/u arrojan un total de ingresos ascendente a RD$12,000,000.
Años 2004/2012 = 96 meses de salario a RD$300,000 c/u importan la suma de RD$28,800,000
Sobrantes de viáticos y de gastos de representación durante 144 meses a razón de RD$50,000 mensuales = RD$7,200,000
·En total, los ingresos del agraciado del ejemplo habrían ascendido a RD$48,000,000 en doce años de servicios al gobierno, servicios que si no somos mezquinos debemos reconocer como fructíferos, por lo menos para su partido, pues este agraciado, junto a los demás, lo llevaron a ganar cuatro elecciones consecutivas (nota: parece que por eso, entre otras cosas, sus contrincantes quisieran sacarlos de juego) Al total ya indicado (RD$48,000,000) rebájesele un estimado de RD$28,000,000 que se supone el agraciado debió bien-gastar en manutención suya y de los suyos durante los 16 años de vida que van desde 1996 hasta 2012 admitiendo, como debiera asumirse, que se trata de una persona normal, sin mayores vicios ni grandes debilidades
· O sea que, después de rebajar esos gastos, deben quedarle unos RD$20,000,000
Pero, los intereses que los sobrantes mensuales del agraciado pudieron ir generándole en Certificados, con tasas oscilantes entre el 12% y el 14% anual, en la banca y/o en el Banco Central, pudieron ascender a otros RD$20,000,000 durante dichos 16 años
· Y así, en un cálculo bruto, conservador, y a vuelo de pájaro, el patrimonio líquido de ese ministro puede andar al presente por unos RD$40,000,000
O sea que:
1. No se trata, ni por asomo, de uno de los hombres más ricos de RD. Yo conozco a quienes tienen cifras mucho mayores que esa ¡incluso en inglés!!!, y a quienes tienen más de cuarenta veces esos cuarenta en criollo.
2. Con lo anterior quiero aclarar que el patrimonio que dicho señor pudiera haber acumulado a la fecha no tiene que provenir NECESARIAMENTE de actos de corrupción ni de desviaciones de fondos públicos como con toda facilidad suele decirse de manera impune, y a veces hasta graciosa, tanto en programas y medios informativos como en las calles dominicanas. Pero, claro, esto lo afirmo sin menoscabo de la posibilidad de que este señor haya metido adicional e indebidamente las manos, o el brazo, o hasta el “cocote” en arcas ajenas, lo cual sería enfermizo e imperdonable, aunque eso, de ninguna manera, invalidaría la posibilidad alterna del esquema de “enriquecimiento” LICITO que es alcanzable por el método antes descrito.
Era de ese modo, pero no con esos números, que se enriquecían “lícitamente” los ministros del “Jefe”. Es más, los ministros de la actualidad no reciben el regalo extra que el Jefe les daba a los suyos, en Navidad, según el comportamiento de cada uno de ellos, regalo que salía de la bolsa que Trujillo engrosaba durante el año mediante robos y abusos pues, como se recordará, “afortunadamente” sólo él podía robar en este país. Quién violara esa regla iba a la cárcel (con juicio o sin juicio), y a veces al cementerio según quien fuera y dependiendo del grado del descaro incurrido.
He querido referir estos asuntos porque si vamos a madurar como sociedad creo que necesitamos esforzarnos en espantar de nosotros no solo el demonio de la corrupción sino también el de la calumnia (que es igualmente perverso, quizás más), y concentrarnos en alcanzar el debido grado de autocontrol individual que nos vacune contra los impulsos enfermizos, de modo que las acusaciones infundadas y las fabulaciones no sigan envenenando con tanta facilidad ni de modo tan expeditivo el alma y el ambiente dominicanos.
manolonova@gmail.com