Buscan más víctimas entre destrozos de explosión en edificio de mexicana Pemex



MEXICO. AFP. Socorristas continuaron la noche del viernes y la madrugada del sábado, ayudados con reflectores, la búsqueda de sobrevivientes o víctimas mortales en medio de los destrozos tras la explosión en un edificio de la sede central de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).

"Esas labores no se detienen, han continuado durante toda la noche, esa es la instrucción", comentó a la AFP vía telefónica un vocero de Pemex, que tiene sus oficinas en una céntrica avenida de Ciudad de México.

Las víctimas mortales se mantienen en 33. Los heridos sumaron más de 120, de los cuales 46 permanecen hospitalizados, 12 de ellos reportados como graves, según el último balance de la secretaría de Salud divulgado la tarde del viernes.


En un recorrido realizado durante la mañana por la AFP, se constató discreta vigilancia de militares y policías federales en las inmediaciones del complejo administrativo de Pemex, dominado por un rascacielos que en los ochenta fue el más alto de América Latina.

En la torre 2, que la tarde del jueves fue sacudida por una poderosa explosión que destruyó tres de sus 13 pisos y cuyas causas no han sido determinadas, cuadrillas de rescatistas y militares seguían trabajando en el área más peligrosa.

La explosión abrió un gigantesco boquete al derrumbar parte de la planta baja del edificio que cayó sobre el sótano, donde una grúa retiró automóviles del área del estacionamiento, que no sufrió mayores daños.

Los socorristas, equipados con tapabocas y cascos, se introducían entre estrechos recovecos tratando de avanzar hacia las zonas que aún permanecen colapsadas. "Es el área de mayor riesgo, por eso se dejó última", dijo la tarde del viernes Jesús Murillo Karam, fiscal general y encargado de las investigaciones para determinar las causas del estallido, el más grave sufrido por la firma estatal en sus instalaciones administrativas.

En el lugar también trabajan expertos en explosivos y derrumbes para dar con el origen de la deflagración. El gobierno "está determinado a encontrar la verdad de los hechos sea cual sea... si se trata de un accidente, si se trata de un incidente, si se trata de un atentado, la que sea", sostuvo Murillo Karam.

El fiscal rechazó comentar cualquier hipótesis y sólo confirmó que no se registró incendio alguno tras la explosión.

En la zona siniestrada no se observan en efecto daños por incendio y ninguna de las víctimas, según reportes oficiales, presentó lesiones por fuego.
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