Temas para el alma
¡En perspectiva!
Por: Lucy Cosme
Comúnmente no somos conscientes de nuestra necesidad de Dios, por ello cualquier eventualidad nos da una sacudida para despertarnos. El rey David oraba: “alumbra mis ojos para que no duerma de muerte”.
Posiblemente sólo cuando estamos a 33 mil pies de altura, sudorosos y suplicantes, ante una brusca turbulencia, se despiertan algunas neuronas que “una vez” fueron disciplinadas con la verdad de la Biblia. Solo entonces entramos en la perspectiva divina, deseando fervientemente un aterrizaje, aunque forzoso,en la pista de la oportunidad a una nueva realidad, donde el Dios de los cielos y la tierra, esté presente para guiarnos.
“¿Adónde me iré de tu Espíritu, o adónde huiré de tu presencia? Si subo a los cielos, allí estás Tú”… Salmos 139:7
Por: Lucy Cosme
Comúnmente no somos conscientes de nuestra necesidad de Dios, por ello cualquier eventualidad nos da una sacudida para despertarnos. El rey David oraba: “alumbra mis ojos para que no duerma de muerte”.
Posiblemente sólo cuando estamos a 33 mil pies de altura, sudorosos y suplicantes, ante una brusca turbulencia, se despiertan algunas neuronas que “una vez” fueron disciplinadas con la verdad de la Biblia. Solo entonces entramos en la perspectiva divina, deseando fervientemente un aterrizaje, aunque forzoso,en la pista de la oportunidad a una nueva realidad, donde el Dios de los cielos y la tierra, esté presente para guiarnos.
“¿Adónde me iré de tu Espíritu, o adónde huiré de tu presencia? Si subo a los cielos, allí estás Tú”… Salmos 139:7