Tiempo Para el Alma

“¡Miren cuán bueno y cuán delicioso es habitar

Por: Josefina Navarro

“¡Miren cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!”.
Sal. 133: 1.

Cuando el salmista escribió esto no lo hizo dirigiéndose exclusivamente a los hermanos de sangre, sino a la comunidad.

Hoy, sin embargo, tomo estas palabras para dar gracias a Dios por mis hermanos, porque cada uno de ellos es una bendición en mi vida.

Cada cual es diferente pero todos coinciden en algo: el amor.

Amor reflejado en nobleza, integridad, sinceridad, solidaridad, fidelidad y sabiduría. Ellos son uno de mis grandes tesoros, son mi orgullo y en cierto modo son una gran razón en mi compromiso de ser cada día una mejor persona.

Tenerlos cerca física o emocionalmente es una gran fortuna.
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