Tendré que ver para creer
Felipe Mora. felipemora56@gmail.com
Ventana: Un reto que deberán enfrentar las nuevas autoridades en lo que se refiere a la escolaridad, tiene que ver con el bajo rendimiento de los matriculados.
Desde que el país estaba inmerso en los ajetreos de la pasada campaña electoral, entre distintos sectores de la población se han creado expectativas respecto a algo muy importante y que prometiera el entonces candidato Danilo Medina, ahora presidente electo: extender el horario de clases en las escuelas públicas, de 5 a 8 horas por día.
En la actualidad, la Ley General de Educación establece cinco horas de docencia cada día para el nivel básico, y seis para el nivel medio, en tres tandas. Pero, comprobado está que el promedio diario de clases en las escuelas públicas no llega a las tres horas.
Y lo que es peor, República Dominicana está considerada entre los países donde los estudiantes de nivel medio registran uno de los niveles más bajos en cuanto a rendimiento.
Podemos decir que de manera insistente, Danilo hizo esa promesa durante la campaña. Ahora hay que esperar que se instale en el poder para luego ver los resultados en ese sentido, aparte de que el próximo año escolar arranca precisamente días después de que se inaugure el nuevo gobierno.
Ya proclamado vencedor, y a pocos días para asumir las riendas del poder, Danilo debe entender que para que eso sea posible hay de por medio toda una serie de factores que habrá que superar, además de que es algo que repercute a todo lo largo y ancho de la geografía nacional.
Los fondos a destinar para ello está entre las primeras cosas a tomar en cuenta. Los educadores, mal pagados por demás, serán los primeros que comenzarán a exigir mayor paga por el tiempo “extra” que vayan a emplear. El gremio de profesores, la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), desde hace un buen tiempo bajo control del partido oficial, deberá jugar su rol en la consecución de estos objetivos, no tan al alcance a corto plazo.
Durante la pasada campaña electoral, el ahora presidente electo fue reiterativo en su compromiso de destinar a la educación el 4% del Producto Interno Bruto (PIB). Mediante el Pacto Por una Educación
Digna, Danilo se comprometió a destinar al sector educativo en el 2012 poco más del 3% del PIB, y llegar al 4% en el 2013.
La ADP tiene depositada toda su confianza de que el nuevo gobierno invertirá el 4% del PIB a la educación, y de que se establecerá la tanda única. Pero doy por seguro que a nivel de su dirigencia hay quienes tienen sus temores frente a esto último.
Además, como Danilo prometió que, aparte del desayuno habrá que brindarle almuerzo a los estudiantes, ello será motivo para que se dispare en forma considerable el presupuesto destinado a ese renglón.
Si por la entrega del desayuno escolar se erogan a diario 17 millones de pesos (un vasito de leche, un bizcochito, o un pan), qué no será entonces cuando haya que elaborar una comida a base de arroz, carne, frijoles, ensalada y otros. Es un hecho que los costos se triplicarían.
La cantidad de estudiantes matriculados en escuelas públicas supera los 2 millones. Y a los profesores involucrados en ese incremento de horario tendrán que ser incluidos al menos con el almuerzo.
Entendemos que para que la extensión del horario en las escuelas sea una realidad hay que tomar en cuenta el tiempo empleado por cada profesor, la capacidad intelectual de éstos, entre otros factores.
En la actualidad, el sistema de tres tandas, a lo que se añade el actual déficit de aulas en los planteles escolares, ha limitado la cantidad de horas que realmente reciben los estudiantes que, según entendidos, apenas reciben dos horas y media de docencia en la actualidad.
El asunto es que no es tan fácil concretizar la promesa de campaña del próximo Presidente de la República, Danilo Medina. Y como bien reza un refrán, que “del dicho al hecho, hay un buen trecho”.
Esperamos a ver resultados, y ojalá que la iniciativa que ha planteado Danilo tenga éxito, y así demostrar que estuvimos equivocado. Mientras, proclamamos como Santo Tomás: “ver para creer”.
Ventana: Un reto que deberán enfrentar las nuevas autoridades en lo que se refiere a la escolaridad, tiene que ver con el bajo rendimiento de los matriculados.
Desde que el país estaba inmerso en los ajetreos de la pasada campaña electoral, entre distintos sectores de la población se han creado expectativas respecto a algo muy importante y que prometiera el entonces candidato Danilo Medina, ahora presidente electo: extender el horario de clases en las escuelas públicas, de 5 a 8 horas por día.
En la actualidad, la Ley General de Educación establece cinco horas de docencia cada día para el nivel básico, y seis para el nivel medio, en tres tandas. Pero, comprobado está que el promedio diario de clases en las escuelas públicas no llega a las tres horas.
Y lo que es peor, República Dominicana está considerada entre los países donde los estudiantes de nivel medio registran uno de los niveles más bajos en cuanto a rendimiento.
Podemos decir que de manera insistente, Danilo hizo esa promesa durante la campaña. Ahora hay que esperar que se instale en el poder para luego ver los resultados en ese sentido, aparte de que el próximo año escolar arranca precisamente días después de que se inaugure el nuevo gobierno.
Ya proclamado vencedor, y a pocos días para asumir las riendas del poder, Danilo debe entender que para que eso sea posible hay de por medio toda una serie de factores que habrá que superar, además de que es algo que repercute a todo lo largo y ancho de la geografía nacional.
Los fondos a destinar para ello está entre las primeras cosas a tomar en cuenta. Los educadores, mal pagados por demás, serán los primeros que comenzarán a exigir mayor paga por el tiempo “extra” que vayan a emplear. El gremio de profesores, la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), desde hace un buen tiempo bajo control del partido oficial, deberá jugar su rol en la consecución de estos objetivos, no tan al alcance a corto plazo.
Durante la pasada campaña electoral, el ahora presidente electo fue reiterativo en su compromiso de destinar a la educación el 4% del Producto Interno Bruto (PIB). Mediante el Pacto Por una Educación
Digna, Danilo se comprometió a destinar al sector educativo en el 2012 poco más del 3% del PIB, y llegar al 4% en el 2013.
La ADP tiene depositada toda su confianza de que el nuevo gobierno invertirá el 4% del PIB a la educación, y de que se establecerá la tanda única. Pero doy por seguro que a nivel de su dirigencia hay quienes tienen sus temores frente a esto último.
Además, como Danilo prometió que, aparte del desayuno habrá que brindarle almuerzo a los estudiantes, ello será motivo para que se dispare en forma considerable el presupuesto destinado a ese renglón.
Si por la entrega del desayuno escolar se erogan a diario 17 millones de pesos (un vasito de leche, un bizcochito, o un pan), qué no será entonces cuando haya que elaborar una comida a base de arroz, carne, frijoles, ensalada y otros. Es un hecho que los costos se triplicarían.
La cantidad de estudiantes matriculados en escuelas públicas supera los 2 millones. Y a los profesores involucrados en ese incremento de horario tendrán que ser incluidos al menos con el almuerzo.
Entendemos que para que la extensión del horario en las escuelas sea una realidad hay que tomar en cuenta el tiempo empleado por cada profesor, la capacidad intelectual de éstos, entre otros factores.
En la actualidad, el sistema de tres tandas, a lo que se añade el actual déficit de aulas en los planteles escolares, ha limitado la cantidad de horas que realmente reciben los estudiantes que, según entendidos, apenas reciben dos horas y media de docencia en la actualidad.
El asunto es que no es tan fácil concretizar la promesa de campaña del próximo Presidente de la República, Danilo Medina. Y como bien reza un refrán, que “del dicho al hecho, hay un buen trecho”.
Esperamos a ver resultados, y ojalá que la iniciativa que ha planteado Danilo tenga éxito, y así demostrar que estuvimos equivocado. Mientras, proclamamos como Santo Tomás: “ver para creer”.