Siria: La prensa mediática nos oculta la verdad
Por David Ramírez Sánchez.
La prensa occidental se ufanan en llamar a los rebeldes sirios “revolucionarios”, “demócratas”, “libertadores” o “patriotas”, nos venden la idea que son unos “angelitos” que, apoyados por el pueblo, se enfrentan con armas “primitivas a un poderoso ejercito dirigido por un tirano que junto a sus socios socialistas, comunistas, cristianos, drusos, kurdos y alawitas, mantienen oprimido a la mayoritaria secta sunita que sólo busca establecer un sistema democrático “Made in USA”, donde se respeten las libertades y las creencias de todas las minorías religiosas y étnicas.
La labor informativa de esa prensa del “mundo libre” es indignante, insulta nuestra inteligencia. Lo que reportan no tiene nada que ver con la realidad y lo hacen con ánimo de justificar una «intervención militar humanitaria» de la OTAN y sus socios imperialistas.
Esa prensa mediática nos oculta que el llamado Ejercito Libre Sirio (ELS), asociados con el club de agentes de la CIA, Consejo Nacional Sirio, (el brazo político de la archireaccionaria Hermandad de Musulmanes), no es más que una copia barata de los llamados “Contras” que aterrorizaron a los nicaragüenses en la década de los ochentas.
Son un grupo de mercenarios y yihadistas extranjeros armados y financiados por las criminales monarquías árabes (Arabia Saudita y Qatar), en sociedad con Turquía y EEUU, con el propósito de establecer un califato islámico en la nación levantina, una Siria sumisa al gran capital imperial y al estado sionista de Israel.
La agenda oculta de los mercenarios del ELS es construir un país bajo la estricta ley de la sharia, unos principios religiosos medievales. El ESL es un grupo de fanáticos vestidos de libertadores que tienen como meta levantar en Siria un “Estado de Dios”, donde los obreros no tengan el derecho a la sindicalización y sólo recen 5 veces al día a su Dios Allāh, buscan negarle a las mujeres los derechos civiles básicos como educación, salud, asistencia médica y trabajo, buscan también erradicar a o someter otras religiones (como el cristianismo) por considerarlas apóstata del islam.
Es cierto que en Siria hace más de un año se inició un movimiento pacifico en reclamo de mayores libertades, persecución a la corrupción, derecho a la sindicalización y formación de entidades políticas, elecciones libres, etc. Este movimiento estuvo encabezado por estudiantes, intelectuales, campesinos, obreros y ama de casa.
Pero esta justa lucha fue aprovechada por los agentes del imperialismo en el exilio para crear un movimiento político y otro armado con el propósito de derrocar el gobierno, no negociar reformas políticas. O
La grandes potencias y las monarquías árabes declararon unilateralmente como legitimo representante a un grupo minoritario que nunca estuvo involucrado en las manifestaciones pacifica, mientras que a otros, como el Consejo de Coordinación Nacional Sirio (CCNS) y al Consejo Nacional Kurdo (CNK) se le dejo de lado por ser movimientos pacíficos y no representar los intereses de los países imperialistas de querer establecer un gobierno títere para luego apoderarse de la riqueza petrolera y los gasoductos.
El Consejo Nacional Sirio (CNS) y su milicia de mercenarios no cuentan con el apoyo total de los sunitas laicos, que son la mayoría, ellos notan que a la Hermandad Musulmanas es quien dirige la política del al CNS, por eso no es raro que los milicianos del ELS fueran barridos en Damasco durante su reciente fallida excusión armada. Lo que está sucediendo en Alepo, es un intento desesperado del ELS de crear una cabeza de playa, una especie de Benghazi libio, para poder solicitar una intervención militar “humanitaria” de la OTAN.
Para su desgracia esta estrategia no pasará por el Consejo de Seguridad de la ONU, será vetada por Rusia y China, tampoco creemos que la OTAN se involucre en una aventura militar al margen del Consejo como lo hizo en Bosnia y Serbia.
Mientras tanto lo único que le queda a la prensa mediática es seguir engañando a la opinión publica internacional de que en Siria se esta desarrollando una masacre contra la población.
Utilizan la estrategia de Joseph Goebbels; “Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá”.
La prensa occidental se ufanan en llamar a los rebeldes sirios “revolucionarios”, “demócratas”, “libertadores” o “patriotas”, nos venden la idea que son unos “angelitos” que, apoyados por el pueblo, se enfrentan con armas “primitivas a un poderoso ejercito dirigido por un tirano que junto a sus socios socialistas, comunistas, cristianos, drusos, kurdos y alawitas, mantienen oprimido a la mayoritaria secta sunita que sólo busca establecer un sistema democrático “Made in USA”, donde se respeten las libertades y las creencias de todas las minorías religiosas y étnicas.
La labor informativa de esa prensa del “mundo libre” es indignante, insulta nuestra inteligencia. Lo que reportan no tiene nada que ver con la realidad y lo hacen con ánimo de justificar una «intervención militar humanitaria» de la OTAN y sus socios imperialistas.
Esa prensa mediática nos oculta que el llamado Ejercito Libre Sirio (ELS), asociados con el club de agentes de la CIA, Consejo Nacional Sirio, (el brazo político de la archireaccionaria Hermandad de Musulmanes), no es más que una copia barata de los llamados “Contras” que aterrorizaron a los nicaragüenses en la década de los ochentas.
Son un grupo de mercenarios y yihadistas extranjeros armados y financiados por las criminales monarquías árabes (Arabia Saudita y Qatar), en sociedad con Turquía y EEUU, con el propósito de establecer un califato islámico en la nación levantina, una Siria sumisa al gran capital imperial y al estado sionista de Israel.
La agenda oculta de los mercenarios del ELS es construir un país bajo la estricta ley de la sharia, unos principios religiosos medievales. El ESL es un grupo de fanáticos vestidos de libertadores que tienen como meta levantar en Siria un “Estado de Dios”, donde los obreros no tengan el derecho a la sindicalización y sólo recen 5 veces al día a su Dios Allāh, buscan negarle a las mujeres los derechos civiles básicos como educación, salud, asistencia médica y trabajo, buscan también erradicar a o someter otras religiones (como el cristianismo) por considerarlas apóstata del islam.
Es cierto que en Siria hace más de un año se inició un movimiento pacifico en reclamo de mayores libertades, persecución a la corrupción, derecho a la sindicalización y formación de entidades políticas, elecciones libres, etc. Este movimiento estuvo encabezado por estudiantes, intelectuales, campesinos, obreros y ama de casa.
Pero esta justa lucha fue aprovechada por los agentes del imperialismo en el exilio para crear un movimiento político y otro armado con el propósito de derrocar el gobierno, no negociar reformas políticas. O
La grandes potencias y las monarquías árabes declararon unilateralmente como legitimo representante a un grupo minoritario que nunca estuvo involucrado en las manifestaciones pacifica, mientras que a otros, como el Consejo de Coordinación Nacional Sirio (CCNS) y al Consejo Nacional Kurdo (CNK) se le dejo de lado por ser movimientos pacíficos y no representar los intereses de los países imperialistas de querer establecer un gobierno títere para luego apoderarse de la riqueza petrolera y los gasoductos.
El Consejo Nacional Sirio (CNS) y su milicia de mercenarios no cuentan con el apoyo total de los sunitas laicos, que son la mayoría, ellos notan que a la Hermandad Musulmanas es quien dirige la política del al CNS, por eso no es raro que los milicianos del ELS fueran barridos en Damasco durante su reciente fallida excusión armada. Lo que está sucediendo en Alepo, es un intento desesperado del ELS de crear una cabeza de playa, una especie de Benghazi libio, para poder solicitar una intervención militar “humanitaria” de la OTAN.
Para su desgracia esta estrategia no pasará por el Consejo de Seguridad de la ONU, será vetada por Rusia y China, tampoco creemos que la OTAN se involucre en una aventura militar al margen del Consejo como lo hizo en Bosnia y Serbia.
Mientras tanto lo único que le queda a la prensa mediática es seguir engañando a la opinión publica internacional de que en Siria se esta desarrollando una masacre contra la población.
Utilizan la estrategia de Joseph Goebbels; “Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá”.