Pedernales de cara al futuro
Laguna de Oviedo, particular cuerpo de agua de naturaleza desbordada, con excepcionales características y peculiar belleza, contenidas en 28 km2, donde 60 especies de aves acuáticas comparten ambiente con cangrejos, iguanas, 11 especies de murciélagos y un pez que solo habita en sus aguas de muy alta salinidad.
24 cayos con características propias, completan una geografía de aguas de colores diversos y mayormente escasa profundidad, contrastando con abundante vegetación de mangle rojo.
Escurridizas “cucharetas” y pinceladas del rojo de los flamencos, matizan el ambiente natural de esta joya del Parque Jaragua. Una bien concebida y cuidada estación de Medio Ambiente, punto de acceso, donde controla e ilustra a los grupos que penetran a la laguna.
El adiestrado personal, incluyendo “yoleros”, explican y atienden de eficiente manera, al “turista aventurero” que les visita. Proyectos de conservación y multiplicación de especies encuentran sentido en esa reserva nacional y entre ellos el de tortugas marinas: el carey y el “tinglar”, colosal tortuga, especies que anidan en la franja costera entre la laguna y el Mar Caribe.
La belleza parece bailar una danza de contrastes ante los ojos del visitante curioso, que no se conforma con los letreros que en la carretera indican la existencia de ese rico cofre de tesoros de la naturaleza: La laguna de Oviedo. En las cercanías existen cenotes, ojos de agua ultra cristalinos rodeados de mangles.
La modernidad se mudó a Juancho en el 2011, al inaugurar el primer parque eólico de Los Cocos, con sus gigantescas aspas, molinos que rompiendo la endémica dificultad criolla, aprovechan las eternas corrientes de vientos de la zona, generando electricidad para la red nacional.
Hermoso espectáculo de la tecnología de punta que coloca a una remota comunidad de Pedernales en el mapa mundial de la energía alternativa, limpia, renovable. Pedernales urbano tiene amplias calles trazadas, que mantienen una notable limpieza.
Su condición fronteriza la une a la pobrísima población de Anse-a-Pitre, uno de los 4 “puertos”, cruces oficiales con Haití. Se realizan semanalmente “ferias”, intercambios comerciales del lado dominicano, de notable influencia en la economía de esa zona haitiana.
Jóvenes haitianos deambulan día y noche en Pedernales en procura de sustento o alimento y se menciona una creciente prostitución de niñas del lado oeste, perverso mercado de la necesidad humana.
Es tiempo de que el Estado haga sentir su capacidad promotora y reguladora, para asegurar el infinito potencial de Pedernales, controlando las naturales “mafias” que se crean para explotar en su provecho y dañar, las riquezas de los polos turísticos criollos.