Mario Briceño-Iragorry: “el caballero de la pluma”
Por: Mercedes Alonso
Portada del libro (Fotos: Dionny Matos)
(fOTO:Beatriz Briceño Picón, hija menor de uno de los más grandes exponentes de la historia y la ensayística contemporánea Mario Briceño-Iragorry, firma uno de sus libros)
Su obra literaria lo catapultó como: “uno de los más densos exponentes de la historia y la ensayística contemporánea”. Primer Premio Nacional de Literatura en su tierra natal, Venezuela, Mario Briceño-Iragorry ocupa un lugar privilegiado en el Panteón Nacional y en la memoria histórica de los que como él procuran una patria y un mundo mejor.
Su hija menor, Beatriz Briceño Picón, destacada periodista y escritora, visitó República Dominicana (cuya tierra- dice-, no se perdona haber conocido tan tarde) y de inmediato accedió a conversar para los lectores de este multimedios DominicanosHoy.
De ese progenitor, cuyos genes se perciben con claridad en la obra de su hija, ella habla con pasión y desvelo: “Mi padre empezó a escribir cuando tenía 12 años, era un amante de la lectura y la escritura, con gran inquietud intelectual e impresionante sentido de la nacionalidad”.
La obra del gran maestro, historiador, diplomático y político venezolano ha trascendido a épocas y gobiernos.
Sin duda alguna, Mario Briceño-Iragorry constituye parte intrínseca de esa memoria histórica que enriquece a su nación. Con marcada emoción y orgullo, Beatriz Briceño enfatiza:
”El descansa en el Panteón Nacional, como los héroes de la patria. Como hija viví el testimonio diario de su trabajo y amor a la tierra natal, su gran sentido de justicia social: esto fue un legado que de alguna manera sembró en mí.”
El caballero de la pluma, como también se conoce a Briceño-Iragorry fue, además de un gran poeta, un amante incondicional de su pueblo, al punto que se afirme que su muerte se debió al “mal de patria”.
“El dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez mandó a matar a mi papá. Gracias a Dios sobrevivió al atentado, el cual le dejó como secuela una enorme cicatriz en su cuerpo, a la que él llamaba su más grande condecoración.
“Luego de morir Pérez Jiménez, regresó del exilio al país, donde hubo una apoteósica recepción por parte de todas las corrientes políticas, lo que evidenciaba-supuestamente-, unidad de criterios en esa época. No obstante, le invadió una enorme tristeza y decepción al darse cuenta que sus anhelos de unión solo eran aparentes y cada quien estaba buscando lo suyo”.
La posibilidad de contar con una antología de las obras completas de Mario Briceño-Iragorry en digital, constituye una de las primicias anunciada por esta prestigiosa intelectual, quien prevé estudiar y participar en algunos proyectos en lo que resta de año y planea hacer próximamente un sinnúmero de actividades en Santo Domingo, pues tendrá lugar la celebración del año de la fe, que empieza el 11 de octubre del 2012, decretado por el Papa Benedicto XVI.
“Más que un año religioso, será un período de la verdad y encuentro de muchos valores humanos: de amarnos los unos a los otros; así como de fraternidad, caridad y para elevar el espíritu de trabajo y servicios en entre los seres humanos.
“República Dominicana devendrá verdadera puerta de la fe en América. Ese es mi sueño, junto al de tantas personas que se están ocupando de que así sea. Por mi parte, después de haber viajado esta primera vez aquí, les aseguro que ya no me alejaré nunca de la tierra dominicana”, concluye.
Portada del libro (Fotos: Dionny Matos)
(fOTO:Beatriz Briceño Picón, hija menor de uno de los más grandes exponentes de la historia y la ensayística contemporánea Mario Briceño-Iragorry, firma uno de sus libros)
Su obra literaria lo catapultó como: “uno de los más densos exponentes de la historia y la ensayística contemporánea”. Primer Premio Nacional de Literatura en su tierra natal, Venezuela, Mario Briceño-Iragorry ocupa un lugar privilegiado en el Panteón Nacional y en la memoria histórica de los que como él procuran una patria y un mundo mejor.
Su hija menor, Beatriz Briceño Picón, destacada periodista y escritora, visitó República Dominicana (cuya tierra- dice-, no se perdona haber conocido tan tarde) y de inmediato accedió a conversar para los lectores de este multimedios DominicanosHoy.
De ese progenitor, cuyos genes se perciben con claridad en la obra de su hija, ella habla con pasión y desvelo: “Mi padre empezó a escribir cuando tenía 12 años, era un amante de la lectura y la escritura, con gran inquietud intelectual e impresionante sentido de la nacionalidad”.
La obra del gran maestro, historiador, diplomático y político venezolano ha trascendido a épocas y gobiernos.
Sin duda alguna, Mario Briceño-Iragorry constituye parte intrínseca de esa memoria histórica que enriquece a su nación. Con marcada emoción y orgullo, Beatriz Briceño enfatiza:
”El descansa en el Panteón Nacional, como los héroes de la patria. Como hija viví el testimonio diario de su trabajo y amor a la tierra natal, su gran sentido de justicia social: esto fue un legado que de alguna manera sembró en mí.”
El caballero de la pluma, como también se conoce a Briceño-Iragorry fue, además de un gran poeta, un amante incondicional de su pueblo, al punto que se afirme que su muerte se debió al “mal de patria”.
“El dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez mandó a matar a mi papá. Gracias a Dios sobrevivió al atentado, el cual le dejó como secuela una enorme cicatriz en su cuerpo, a la que él llamaba su más grande condecoración.
“Luego de morir Pérez Jiménez, regresó del exilio al país, donde hubo una apoteósica recepción por parte de todas las corrientes políticas, lo que evidenciaba-supuestamente-, unidad de criterios en esa época. No obstante, le invadió una enorme tristeza y decepción al darse cuenta que sus anhelos de unión solo eran aparentes y cada quien estaba buscando lo suyo”.
La posibilidad de contar con una antología de las obras completas de Mario Briceño-Iragorry en digital, constituye una de las primicias anunciada por esta prestigiosa intelectual, quien prevé estudiar y participar en algunos proyectos en lo que resta de año y planea hacer próximamente un sinnúmero de actividades en Santo Domingo, pues tendrá lugar la celebración del año de la fe, que empieza el 11 de octubre del 2012, decretado por el Papa Benedicto XVI.
“Más que un año religioso, será un período de la verdad y encuentro de muchos valores humanos: de amarnos los unos a los otros; así como de fraternidad, caridad y para elevar el espíritu de trabajo y servicios en entre los seres humanos.
“República Dominicana devendrá verdadera puerta de la fe en América. Ese es mi sueño, junto al de tantas personas que se están ocupando de que así sea. Por mi parte, después de haber viajado esta primera vez aquí, les aseguro que ya no me alejaré nunca de la tierra dominicana”, concluye.