El PRD da pena y el PLD da miedo
Por: Héctor Marte Pérez
Pocos días después de las elecciones, al observar el panorama electoral, hice un comentario por Twitter sobre mi opinión, muy personal, de los tres principales partidos políticos del sistema. “Los blancos dan pena, los morados dan miedo y los rojos, risa”, fue más o menos lo que escribí.
Aunque muchos entendieron al vuelo mi comentario, y algunos hasta lo respaldaron, la limitación de espacio no me permitió desarrollar la idea. El miedo al que me refiero en el caso del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) tiene que ver con el cheque en blanco que hace poco más de un mes le dio el pueblo a esa organización para que mantenga el control absoluto de todos los poderes del Estado. Hay razones para tener reservas sobre la labor que pueda hacer en favor del pueblo un partido que controla la Presidencia, el Congreso, las altas cortes, la Junta Central Electoral y los organismos que están llamados a controlar y supervisar la labor del Ejecutivo.
No tengo dudas de que Danilo Medina tiene buenas intenciones. Pero llega con muchos compromisos que pudieran eventualmente imponerle limitaciones en el ejercicio del poder. Él podrá seguir lo que está bien, pero no estoy seguro de que pueda corregir lo que está mal. Y hacer lo que nunca se ha hecho, sería más difícil.
En cuanto al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) no hay que explicar mucho porqué inspira lástima su situación actual. Cada vez sacan más votos, pero actúan como si no merecieran tanto apoyo del pueblo. Es una pena que los blancos no hayan logrado capitalizar las expectativas de cambio que tenía la población, las cuales eran tan evidentes que obligaron al candidato a usar esa palabra (cambio) en su slogan.
Y finalmente, el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), a pesar de que acaba de salir “airoso” de las elecciones, provoca risa a quienes observamos con detalles los procesos. De eso hablaremos más adelante.
Pocos días después de las elecciones, al observar el panorama electoral, hice un comentario por Twitter sobre mi opinión, muy personal, de los tres principales partidos políticos del sistema. “Los blancos dan pena, los morados dan miedo y los rojos, risa”, fue más o menos lo que escribí.
Aunque muchos entendieron al vuelo mi comentario, y algunos hasta lo respaldaron, la limitación de espacio no me permitió desarrollar la idea. El miedo al que me refiero en el caso del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) tiene que ver con el cheque en blanco que hace poco más de un mes le dio el pueblo a esa organización para que mantenga el control absoluto de todos los poderes del Estado. Hay razones para tener reservas sobre la labor que pueda hacer en favor del pueblo un partido que controla la Presidencia, el Congreso, las altas cortes, la Junta Central Electoral y los organismos que están llamados a controlar y supervisar la labor del Ejecutivo.
No tengo dudas de que Danilo Medina tiene buenas intenciones. Pero llega con muchos compromisos que pudieran eventualmente imponerle limitaciones en el ejercicio del poder. Él podrá seguir lo que está bien, pero no estoy seguro de que pueda corregir lo que está mal. Y hacer lo que nunca se ha hecho, sería más difícil.
En cuanto al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) no hay que explicar mucho porqué inspira lástima su situación actual. Cada vez sacan más votos, pero actúan como si no merecieran tanto apoyo del pueblo. Es una pena que los blancos no hayan logrado capitalizar las expectativas de cambio que tenía la población, las cuales eran tan evidentes que obligaron al candidato a usar esa palabra (cambio) en su slogan.
Y finalmente, el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), a pesar de que acaba de salir “airoso” de las elecciones, provoca risa a quienes observamos con detalles los procesos. De eso hablaremos más adelante.