LA SILLA
El pueblo dominicano decide mañana a quién otorgará la potestad de jefe del Estado y del gobierno, y por tanto quién asumirá las 24 atribuciones que le acuerda el artículo 128 de la Constitución de la República.
Conforme al protocolo oficial, el objeto material que simboliza el poder encarnado por el presidente de la República es la banda, que suele colocarse sobre el pecho del gobernante en ocasiones solemnes, con similar capacidad de representación que la mitra del obispo y la estola de presbíteros y diáconos.
Pero el pueblo ha convertido la Silla en un signo que representa el Poder, de modo que Julián Serulle, Max Puig
Eduardo Estrella, Guillermo Moreno García, Danilo Medina e Hipólito Mejía se disputan ocupar esa silla. Desde la misma, el Presidente firma decretos, promulga leyes, autoriza acciones, otorga mandatos, suscribe contratos y concede privilegios.
La Silla equivale al trono de los regímenes monárquicos, con la diferencia -es una suerte- de que la Silla no se hereda y la particularidad – ¿suerte o qué?- que de la Silla nadie abdica, aunque los usuarios la consideren “de alfileres”.
Historiadores y gobernantes con brillo intelectual han llamado “solio”, al asiento destinado a las actividades solemnes del Presidente y esta palabra significa lo mismo que “trono”.
El asiento desde donde el doctor Leonel Fernández despacha los asuntos principales del Estado, será ocupado desde agosto por nuevo usuario.
Hemos citado seis aspirantes a ocupar la silla donde trabaja Fernández, pero todo indica que la carrera se centra entre dos, pues como en el juego de la silla, el que la pierde sale de competencia.
¿Quién ocupará la Silla a partir de agosto? No es prudente adelantar muchos detalles, pero he aquí una clave: la primera sílaba de su apellido es Me.
Conforme al protocolo oficial, el objeto material que simboliza el poder encarnado por el presidente de la República es la banda, que suele colocarse sobre el pecho del gobernante en ocasiones solemnes, con similar capacidad de representación que la mitra del obispo y la estola de presbíteros y diáconos.
Pero el pueblo ha convertido la Silla en un signo que representa el Poder, de modo que Julián Serulle, Max Puig
Eduardo Estrella, Guillermo Moreno García, Danilo Medina e Hipólito Mejía se disputan ocupar esa silla. Desde la misma, el Presidente firma decretos, promulga leyes, autoriza acciones, otorga mandatos, suscribe contratos y concede privilegios.
La Silla equivale al trono de los regímenes monárquicos, con la diferencia -es una suerte- de que la Silla no se hereda y la particularidad – ¿suerte o qué?- que de la Silla nadie abdica, aunque los usuarios la consideren “de alfileres”.
Historiadores y gobernantes con brillo intelectual han llamado “solio”, al asiento destinado a las actividades solemnes del Presidente y esta palabra significa lo mismo que “trono”.
El asiento desde donde el doctor Leonel Fernández despacha los asuntos principales del Estado, será ocupado desde agosto por nuevo usuario.
Hemos citado seis aspirantes a ocupar la silla donde trabaja Fernández, pero todo indica que la carrera se centra entre dos, pues como en el juego de la silla, el que la pierde sale de competencia.
¿Quién ocupará la Silla a partir de agosto? No es prudente adelantar muchos detalles, pero he aquí una clave: la primera sílaba de su apellido es Me.