Era nativo de Neyba el capitán retirado de la FAD asesinado en la capital junto a su eposa y un hijo
NEYBA, BAHORUCO.- Era oriundo de este municipio y miembro de una honesta familia de policías y militares, el capitán (r) de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), Luis Alfonso Herasme Tejada, asesinado la madrugada del viernes, junto a su esposa y un hijo, por presuntos delincuentes que le robaron una pistola calibre 45 e intentaron despojarlo de una motocicleta cuando llegó a su casa del El Almirante, en Santo Domingo Este.
“Se trata de un crimen horrendo, vulgar y execrable, que no quedará sin castigo”, sentenció el jefe de la Policía Nacional, mayor general José A. Polanco Gómez, quien acudió al lugar del triple asesinato para dirigir personalmente las investigaciones sobre el caso.
Herasme Tejada, de 48 años, su esposa Kirsy Joselín Tejada, de 39, y su hijo Carlos Miguel Rodríguez, de 18, fueron acribillados a balazos presuntamente por dos desconocidos, que esperaban, bajo la sombra de la noche, que el padre llegara a su casa para asaltarlo.
Anoche la Policía no había ofrecido información sobre las circunstancias reales del hecho, pero el director de Relaciones Públicas, general Máximo Báez Aybar, dijo que por lo menos unas quince personas han sido investigadas y que los detectives manejan algunas teorías para identificar a los asesinos.
Mientras en la vivienda donde ocurrió la masacre, el general Polanco Gómez con versaba con los hermanos y otros familiares, en la estrecha calle Félix Delmonte y Tejada, de El Almirante Caña, donde residen en casas unas junta a otras varios miembros de la Herasme, los vecinos no salían de su asombro.
“Es algo tan impresionante terrible, tan irreparable, que uno quiere negarse a aceptar la realidad”, dijo Rolando Herasme, ex sargento mayor de la Policía y hermano del ofi cial asesinado.
Versiones
Según los vecinos, el capitán aparentemente llegó a su casa a eso de las 2:10 AM en una motocicleta y que al entrar a la marquesina, los asesinos lo sorprendieron y forcejearon con él algunos minutos, pero cuando su hijo Carlos Miguel abrió la puerta y encendió la luz dispararon a ambos.
Una vecina narró que antes de que se oyeran los disparos, cerca de la vivienda se estacionó una motocicleta y que ella se dio cuenta porque apagaron el motor. “Parece que se quedaron escondidos para esperar que él llegara”, dijo la señora con abundantes lagrimas.
El oficial Luis Alfonso nació en Neyba e ingresó a la Fuerza Aérea a los 18 años, permaneciendo 22 años de servicios en esa institución. Estaba retirado y dedicado a labores particulares. Había procreado una hija con su esposa Kirsis Rodríguez, Mariam Escairi, de 17 años, quien no se encontraba esa noche en la casa. El joven Carlos Miguel, de 18, era del primer matrimonio de la esposa, pero Herasme lo crió desde los dos años.
Familia ejemplar y al servicio de las armas
El capitán Herasme era también hermano de la primer teniente de la Policía, Aracelis Herasme Tejada y tanto él, como sus hermanos, han mantenido una conducta ejemplar en las instituciones a las que han pertenecido.
Los vecinos y familiares de las víctimas, los señalaron como una familia ejemplar y destacaron la buena conducta y comportamiento del ex capitán Herasme, quien era muy conocido en el sector.
En la casa donde vivía el oficial construyó encima su vivienda una hermana suya y otros dos hermanos viven al lado, pero se enteraron del hecho cuando escucharon las detonaciones de las balas que cegaron la del padre, la madre y el hijo.
“Se trata de un crimen horrendo, vulgar y execrable, que no quedará sin castigo”, sentenció el jefe de la Policía Nacional, mayor general José A. Polanco Gómez, quien acudió al lugar del triple asesinato para dirigir personalmente las investigaciones sobre el caso.
Herasme Tejada, de 48 años, su esposa Kirsy Joselín Tejada, de 39, y su hijo Carlos Miguel Rodríguez, de 18, fueron acribillados a balazos presuntamente por dos desconocidos, que esperaban, bajo la sombra de la noche, que el padre llegara a su casa para asaltarlo.
Anoche la Policía no había ofrecido información sobre las circunstancias reales del hecho, pero el director de Relaciones Públicas, general Máximo Báez Aybar, dijo que por lo menos unas quince personas han sido investigadas y que los detectives manejan algunas teorías para identificar a los asesinos.
Mientras en la vivienda donde ocurrió la masacre, el general Polanco Gómez con versaba con los hermanos y otros familiares, en la estrecha calle Félix Delmonte y Tejada, de El Almirante Caña, donde residen en casas unas junta a otras varios miembros de la Herasme, los vecinos no salían de su asombro.
“Es algo tan impresionante terrible, tan irreparable, que uno quiere negarse a aceptar la realidad”, dijo Rolando Herasme, ex sargento mayor de la Policía y hermano del ofi cial asesinado.
Versiones
Según los vecinos, el capitán aparentemente llegó a su casa a eso de las 2:10 AM en una motocicleta y que al entrar a la marquesina, los asesinos lo sorprendieron y forcejearon con él algunos minutos, pero cuando su hijo Carlos Miguel abrió la puerta y encendió la luz dispararon a ambos.
Una vecina narró que antes de que se oyeran los disparos, cerca de la vivienda se estacionó una motocicleta y que ella se dio cuenta porque apagaron el motor. “Parece que se quedaron escondidos para esperar que él llegara”, dijo la señora con abundantes lagrimas.
El oficial Luis Alfonso nació en Neyba e ingresó a la Fuerza Aérea a los 18 años, permaneciendo 22 años de servicios en esa institución. Estaba retirado y dedicado a labores particulares. Había procreado una hija con su esposa Kirsis Rodríguez, Mariam Escairi, de 17 años, quien no se encontraba esa noche en la casa. El joven Carlos Miguel, de 18, era del primer matrimonio de la esposa, pero Herasme lo crió desde los dos años.
Familia ejemplar y al servicio de las armas
El capitán Herasme era también hermano de la primer teniente de la Policía, Aracelis Herasme Tejada y tanto él, como sus hermanos, han mantenido una conducta ejemplar en las instituciones a las que han pertenecido.
Los vecinos y familiares de las víctimas, los señalaron como una familia ejemplar y destacaron la buena conducta y comportamiento del ex capitán Herasme, quien era muy conocido en el sector.
En la casa donde vivía el oficial construyó encima su vivienda una hermana suya y otros dos hermanos viven al lado, pero se enteraron del hecho cuando escucharon las detonaciones de las balas que cegaron la del padre, la madre y el hijo.