Tibetano se prende fuego en protesta por visita del presidente chino a la India
Un tibetano exiliado se ha inmolado hoy a lo bonzo en Nueva Delhi, India, en vísperas de la visita que el presidente chino, Hu Jintao, realizará esta semana a eta n ación.
El manifestante, que aparentemente se había impregnado con un líquido inflamable, se ha prendido fuego y ha echado a correr profiriendo gritos delante de la tribuna en la que varios oradores estaban criticando al Gobierno chino por lo que consideran la represión de la religión y la cultura tibetanas.
Alrededor de 30 miembros de esta minoría étnica –muchos de ellos monjes y monjas, y a menudo de poco más de 20 años- se han quemado en el último año en Tíbet y otras provincias chinas para protestar contra Pekín y pedir el regreso del Dalai Lama, que huyó de la región del Himalaya en 1959 durante un fallido levantamiento contra el control chino. Según los grupos de defensa de derechos de los tibetanos, al menos 20 han muerto en los actos de reivindicación.
El Gobierno acusa al Dalai Lama de incitar la ola de suicidios, algo que este niega. El líder espiritual de los budistas tibetanos ha culpado de las protestas a lo que llama el “genocidio cultural” en Tíbet y, aunque ha alabado el coraje de quienes dan el paso de inmolarse, ha insistido que no alienta esta práctica y que podría tener incluso como respuesta una mayor represión por parte de Pekín.
El manifestante, que aparentemente se había impregnado con un líquido inflamable, se ha prendido fuego y ha echado a correr profiriendo gritos delante de la tribuna en la que varios oradores estaban criticando al Gobierno chino por lo que consideran la represión de la religión y la cultura tibetanas.
Alrededor de 30 miembros de esta minoría étnica –muchos de ellos monjes y monjas, y a menudo de poco más de 20 años- se han quemado en el último año en Tíbet y otras provincias chinas para protestar contra Pekín y pedir el regreso del Dalai Lama, que huyó de la región del Himalaya en 1959 durante un fallido levantamiento contra el control chino. Según los grupos de defensa de derechos de los tibetanos, al menos 20 han muerto en los actos de reivindicación.
El Gobierno acusa al Dalai Lama de incitar la ola de suicidios, algo que este niega. El líder espiritual de los budistas tibetanos ha culpado de las protestas a lo que llama el “genocidio cultural” en Tíbet y, aunque ha alabado el coraje de quienes dan el paso de inmolarse, ha insistido que no alienta esta práctica y que podría tener incluso como respuesta una mayor represión por parte de Pekín.