¿Qué es la obsolescencia programada?
Baterías que dejan de funcionar después de determinadas horas de uso, impresoras que se rompen tras 10 mil hojas o computadoras que andan lentas luego de un par de años no son casualidad, según esta teoría
Se conoce como obsolescencia el momento en que un determinado dispositivo o electrodoméstico se deja de usar por -valga la redundancia- quedar obsoleto.
Un caso ejemplar son las baterías, que después de ser cargadas o utilizadas por cierto tiempo, no funcionan más. Esto también alcanza a teléfonos o computadoras que empiezan a andar de forma lenta tras pasar algunos meses o años.
Pero, según ahonda un documental realizado por la televisión española, esto no sería casualidad, sino que responde a una configuración de los artefactos para que actúen de esa manera.
La obsolescencia programada sostiene que el mal funcionamiento de estos productos está determinado desde su fabricación, es decir que, desde el primer día de uso, tienen sus días contados.
Es así que, por ejemplo, una impresora tendría preconfigurado que servirá hasta un número preciso de impresiones y luego se romperá, tal como sugiere Comprar, tirar, comprar de la RTVE, ganador del premio Ondas Internacional de Televisión 2011.
El acortamiento de la vida útil, además, desde el punto de vista ecológico genera mayor basura electrónica.
En el caso de los ordenadores y de los smartphones, lo que ocurre es que las actualizaciones de las aplicaciones y los nuevos programas requieren una mayor potencia, lo que ralentiza los dispositivos y, en consecuencia, los deja obsoletos al poco tiempo.
Para evitar que se vuelvan inútiles, es recomendable comprar computadores con un buen procesador y una amplia memoria RAM, ambos removibles para una eventual actualización, según enumera el diario español 20 Minutos.
También hay programas que optimizan el uso de memoria y eliminan archivos ocultos que no tienen uso y ocupan espacio.
Se conoce como obsolescencia el momento en que un determinado dispositivo o electrodoméstico se deja de usar por -valga la redundancia- quedar obsoleto.
Un caso ejemplar son las baterías, que después de ser cargadas o utilizadas por cierto tiempo, no funcionan más. Esto también alcanza a teléfonos o computadoras que empiezan a andar de forma lenta tras pasar algunos meses o años.
Pero, según ahonda un documental realizado por la televisión española, esto no sería casualidad, sino que responde a una configuración de los artefactos para que actúen de esa manera.
La obsolescencia programada sostiene que el mal funcionamiento de estos productos está determinado desde su fabricación, es decir que, desde el primer día de uso, tienen sus días contados.
Es así que, por ejemplo, una impresora tendría preconfigurado que servirá hasta un número preciso de impresiones y luego se romperá, tal como sugiere Comprar, tirar, comprar de la RTVE, ganador del premio Ondas Internacional de Televisión 2011.
El acortamiento de la vida útil, además, desde el punto de vista ecológico genera mayor basura electrónica.
En el caso de los ordenadores y de los smartphones, lo que ocurre es que las actualizaciones de las aplicaciones y los nuevos programas requieren una mayor potencia, lo que ralentiza los dispositivos y, en consecuencia, los deja obsoletos al poco tiempo.
Para evitar que se vuelvan inútiles, es recomendable comprar computadores con un buen procesador y una amplia memoria RAM, ambos removibles para una eventual actualización, según enumera el diario español 20 Minutos.
También hay programas que optimizan el uso de memoria y eliminan archivos ocultos que no tienen uso y ocupan espacio.