LAS HERMANAS MIRABAL: Patria Mirabal, Minerva Mirabal y María Teresa Mirabal
Patria, Minerva y María Teresa Mirabal Reyes
Cada una de las hermanas tenía una personalidad muy distinta, pero tenían un objetivo común derrocar el régimen Trujillista. Estas hermanas son un ejemplo de perseverancia y valentia, que aunque las llevo a sus últimos días murieron con sus alas en alto, “mariposas”
Trujillo creyó en el momento que había eliminado un gran problema. Sin embargo, el asesinato le trajo muchos inconvenientes y fue el principio de su desgracia. La muerte de las Mirabal causó gran repercusión en la República Dominicana. La publicidad resultante provocó que el pueblo dominicano se mostrara cada vez más proclive a apoyar a las Mirabal y sus ideales. Esta reacción contribuyó a despertar conciencia en el público y finalmente culminó con el asesinato del dictador el 30 de mayo de 1961.
Rafael Leónidas Trujillo, Generalísimo y jefe de estado de la República Dominicana.
En Junio de 1962 se inició el juicio en contra de los acusados y cómplices del asesinato de las hermanas Mirabal y el chofer Rufino de la Cruz.
Las Mirabal están enterradas en Ojo de Agua, en las afueras de la ciudad de Salcedo, en la provincia Hermanas Mirabal en la República Dominicana. El lugar se ha convertido en un museo en su honor y está abierto al público. También hay allí una biblioteca, librería y una tienda de recuerdos. Enterrado en el mismo lugar también están los restos de Manuel Aurelio Tavárez Justo, quien fuera esposo de Minerva.
En febrero de 2010 fue lanzado el libro "Trujillo, mi padre: En mis memorias, Angelita" de la autoría de Angelita Trujillo, hija del dictador Rafael Leónidas Trujillo, el cual habla en unos de sus capítulos sobre las hermanas Mirabal y su asesinato. El libro revela que José –Pupo- Román Fernández manda a matar a las Mirabal por órdenes supuestamente de Luis Amiama Tió (uno de los ejecutantes de Trujillo) y Segundo Imbert Barrera (hermano de Antonio) desligando a su padre del hecho.1 Después de esas revelaciones del libro, las protestas en el país no se hicieron esperar y calificaron como sofisma su contenido.
Para tal ocasión contrataron un vehículo fuerte ("Jeep"), pues la carretera elegida, la que conduce a Puerto Plata por la vía de Guazumal (Tamboril) - La Cumbre, era difícil, y además, se encontraba en mal estado. Le acompañaba, como conductor, Rufino de la Cruz.
En la visita que hicieron a Manolo y Leandro, las hermanas Mirabal comentaron a sus maridos los rumores que circulaban en Salcedo sobre la posibilidad que sufrieran un "accidente", estilo clásico que utilizaba la tiranía cuando ordenaba la desaparición de un opositor importante, con la supuesta intención de ocultar el crimen.
El informe preocupó enormemente a los esposos del 14 de junio, y Manolo sugirió que cesaran los viajes, y que se mudaran a Puerto Plata, para evitar transitar por carretera.
La recomendación llegó tarde. La orden de asesinar a las hermanas Mirabal ya había sido cursada, y en Puerto Plata se encontraban ya los ejecutores: Ciriaco de la Rosa, Ramón Emilio Rojas Lora, Alfonso Cruz Valerio y Emilio Estrada Malleta, todos miembros de Servicio de Inteligencia Militar. El último, de origen cubano, había prestado esos mismos servicios a la dictadura de Fulgencio Batista.
Ordené a Pérez Terrero que permaneciera en la carretera a ver si se acercaba algún vehículo o alguien que pudiera enterarse del caso. Esa es la verdad del caso. Yo no quiero engañar a la justicia ni al pueblo. Traté de evitar el desastre, pero no pude, porque de lo contrario, nos hubieran liquidado a todos".
Las Hermanas Mirabal |
Este artículo trata sobre las hermanas y activistas dominicanas. Las hermanas Mirabal, también conocidas como Las Mirabal (Patria Mirabal, Minerva Mirabal y María Teresa Mirabal) fueron tres hermanas dominicanas que se opusieron a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Una cuarta hermana, Bélgica Adela "Dedé" Mirabal, no tuvo un papel activo en las actividades hechas contra el dictador. Cabe destacar que Patria Mercedes no tenía el mismo nivel de actividad política que sus otras hermanas. Ella las apoyaba, incluso prestaba su casa para guardar armamentos y herramientas de los luchadores, pero quienes siempre dieron la cara fueron Minerva y María Teresa. Esta última se une al ver el ejemplo de sus hermanas. VER MAS DATOS...
FOTOS HERMANAS MIRABAL MUSEO TRUJILLO
Aunque cada una se mezclo en el movimiento 14 de junio, por una razón personal distinta. A Minerva la motivo su odio a Trujillo y su personalidad arriesgada; Patria se inmiscuyo en el movimiento, porque vio como mataron a balazos a un joven de la edad de su hijo solo por estar en contra del régimen; en cambio Maria Teresa lo hizo por amor a su esposo, ya que este se encontraba en el movimiento y le llego a interesar.
Cada una de las hermanas tenía una personalidad muy distinta, pero tenían un objetivo común derrocar el régimen Trujillista. Estas hermanas son un ejemplo de perseverancia y valentia, que aunque las llevo a sus últimos días murieron con sus alas en alto, “mariposas”
Sus padres eran Enrique Mirabal y Mercedes reyes de Mirabal.
Indice de Contenido
Primeros años, estudios y activismo antitrujillista
Trama de Trujillo, emboscada y posterior asesinato
Repercusiones
Asesinos intelectuales
Ejecutantes
Juicio e impunidad
Entierro
Controversia sobre el asesinato
Homenajes
Filmografía
Familia
Bibliografía
Referencias
Enlaces externos
Primeros años, estudios y activismo antitrujillista
Casa donde vivieron y crecieron las hermanas Mirabal
Las hermanas Mirabal crecieron en un hogar rural acomodado de la sección Ojo de Agua en el municipio de Salcedo. El padre de las hermanas Enrique Mirabal fue un exitoso hombre de negocios.
Estudiaron como internas en el prestigioso Colegio Inmaculada Concepción de La Vega, dirigido por monjas españolas de la Orden Terciarias Franciscanas de Jesús y María donde, tanto Minerva como María Teresa, destacaron por su inteligencia e interés en el estudio.
Cuando Trujillo llegó al poder, su familia perdió casi toda su fortuna. Las Mirabal creían que Trujillo llevaría al país al caos y por ello entraron a formar parte de un grupo de oposición al régimen, conocido como la Agrupación política 14 de junio. Dentro de este grupo eran conocidas como Las Mariposas, se les conocía así, porque ese era el nombre con que Minerva se identificaba en las relaciones políticas.
Dos de las hermanas, Minerva y María Teresa, fueron encarceladas, violadas y torturadas en varias ocasiones. A pesar de estas situaciones, continuaron en su lucha por terminar con la dictadura. Después de varios encarcelamientos, Trujillo decidió terminar con las hermanas.
Trama de Trujillo, emboscada y posterior asesinato
El 18 de mayo de 1960, las hermanas Minerva y María Teresa habían sido juzgadas en Santo Domingo, al igual que sus esposos, por atentar contra la seguridad del estado dominicano. Se les declaró culpables y fueron condenadas a tres años de prisión, inmediatamente todos comenzaron a purgar sus penas, pero ellas no durarían mucho en la cárcel. En un gesto extraño el 9 de agosto y por disposición expresa de Trujillo, Minerva y María Teresa Mirabal fueron puestas en libertad, sus maridos sin embargo continuaron en prisión. Estas disposiciones de Trujillo tenían doble propósito, por un lado pretendía demostrar su "generosidad", por el otro les daba la libertad a aquellas personas a quien él quería seguir hostilizando, este último era el caso de las Mirabal.
No bien habían pasado un par de semanas de la libertad y ya existían informes sobre reuniones secretas contra el régimen encabezadas de nuevo por las Hermanas Mirabal esto, sumado a las presiones internacionales entre muchas cosas por el atentado en Venezuela contra el Presidente Rómulo Betancourt, por el que la OEA sancionó al estado dominicano con rompimiento de relaciones diplomáticas y económicas y la creciente caída de los diferentes regímenes dictatoriales en América Latina y en medio de un informe que inició de nuevo con los pasos que daban estas mujeres rebosó la copa de la tolerancia de Trujillo quien le ordenó al General Pupo Román un plan para desaparecer definitivamente a las Hermanas Mirabal.
Recomendándole usar al SIM para su ejecución. La primera medida que tomó Pupo Román fue el traslado de los presos a la cárcel de Salcedo, al parecer aparentando benevolencia, pues de este modo no tendrían que realizar largos viajes a la cárcel de La Victoria, que era donde cumplían sus penas los esposos, en verdad esto era el inicio de la capitalización del plan para la eliminación de las hermanas Mirabal.
El General Pupo Román, cumpliendo las orientaciones del Generalísimo dejó en manos del SIM (Servicio de Inteligencia Militar) a la sazón dirigida por el Capitán de Corbeta de la Marina de Guerra Mayor Cándido Torres Tejada, quien había sustituido al siniestro Johnny Abbes, que se encargaba en ese momento de dirigir la campaña contra la Iglesia y a la emisora Radio Caribe, pero en verdad Abbes seguía dirigiendo con sus ideas y tras bastidores al organismo opresor, para dar cumplimiento a la orden, Torres Tejada se dirigió a Santiago y le dio las instrucciones al jefe del SIM en la zona norte, el entonces Teniente Víctor Alicinio Peña Rivera y según escribe en su libro el propio Peña Rivera, éste le expuso el plan de la siguiente manera: "Vengo de parte del ministro de las Fuerzas Armadas, General Román, para que dispongas el traslado a Puerto Plata de los esposos de las Hermanas Mirabal, la justificación del traslado será el descubrimiento de armas clandestinas dirigidas al movimiento que ellos encabezan, la idea es que ellos nos ayuden a determinar si las personas apresadas las pueden identificar como miembros del movimiento, una vez terminado esto les puedes decir que serán regresados a Salcedo de nuevo.
Una vez trasladados les prepararás una emboscada en la carretera a las Hermanas Mirabal, deben morir y se simulará un accidente automovilístico, ese es el deseo del jefe". Al día siguiente el cabo de la Policía Nacional Ciriaco de La Rosa llegó a los cuarteles del SIM en Santiago para cumplir con el plan, solicitó cuatro agentes y un vehículo para conformar el escuadrón de acción, Peña Rivera asignó a Alfonso Cruz Valerio, Emilio estrada Malleta, Néstor Antonio Pérez Terrero, y Ramón Emilio Rojas Lora.
El 18 de noviembre el escuadrón regresó sin cumplir la orden alegando que las hermanas Mirabal viajaban con niños, el 22 de noviembre regresaron de nuevo alegando las mismas causas, pero el 25 de noviembre se pudo comprobar que en esa visita no andaban con niños sino con un chofer (Rufino de la Cruz) y otra de sus hermanas (Patria), se decidió entonces ejecutar el macabro plan. Tras despedirse de sus respectivos maridos, en el patio de la fortaleza, las tres mujeres y el chofer, salieron rumbo a Salcedo.
Ya fuera de Puerto Plata, el jeep se desplazaba por la serpenteante carretera y al llegar al puente de Marapica, fueron detenidos por cuatro hombres que iban en un cepillo el cual atravesaron en medio del puente. Las tres mujeres fueron obligadas, a punta de pistola, a subirse al asiento trasero del vehículo de sus verdugos, mientras tres de éstos se montaban con el chofer en el jeep, dirigiéndose hacia La Cumbre donde estaba la casa, en la que les esperaba el capitán Peña Rivera para darles las instrucciones finales.
Casa donde vivieron las Hermanas Mirabal los últimos 10 meses de su vida.
Los dos vehículos entraron al patio de la casa. Las hermanas y el chofer fueron llevados a la fuerza por los sicarios dentro de la casa. De inmediato Peña Rivera hizo una seña a de la Rosa para que actuaran, retirándose hacia una lejana habitación de la casa.
Entró a la casa y los repartió entre sus otros tres compañeros que debían ejecutar el plan al igual que pañuelos para ahorcar las víctimas. Fue así entonces que durante varios minutos unos quejidos y alaridos que no pudieron escucharse fuera de la estructura de la vivienda construida de adobe y forradas de caoba fueron emitidos, y con la respiración entrecortada, los sicarios dieron por teminada su labor de exterminio.
Los cuerpos de las mujeres y el hombre ya no hacían ningún movimiento convulsivo, las apalearon hasta morir para luego introducir los cuerpos en el coche y simular un accidente de tráfico.El sargento de la Rosa se dirigió entonces al aposento donde estaba Peña Rivera y le dijo: "Señor, misión cumplida".
Repercusiones
Trujillo creyó en el momento que había eliminado un gran problema. Sin embargo, el asesinato le trajo muchos inconvenientes y fue el principio de su desgracia. La muerte de las Mirabal causó gran repercusión en la República Dominicana. La publicidad resultante provocó que el pueblo dominicano se mostrara cada vez más proclive a apoyar a las Mirabal y sus ideales. Esta reacción contribuyó a despertar conciencia en el público y finalmente culminó con el asesinato del dictador el 30 de mayo de 1961.
Asesinos intelectuales
Rafael Leónidas Trujillo, Generalísimo y jefe de estado de la República Dominicana.
José René (Pupo) Román Fernández, Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas.
Cándido Torres Tejada, Jefe de Operaciones del Servicio de Inteligencia Militar en la estación central en Ciudad Trujillo.
Ejecutantes
Víctor Alicinio Peña Rivera
Ciriaco de la Rosa
Ramón Emilio Rojas Lora
Alfonso Cruz Valerio
Emilio Estrada Malleta, de origen cubano.
Néstor Antonio Pérez Terrero
Juicio e impunidad
En Junio de 1962 se inició el juicio en contra de los acusados y cómplices del asesinato de las hermanas Mirabal y el chofer Rufino de la Cruz.
En el banquillo de los acusados fueron sentados los autores materiales del cuádruple crimen, Ciriaco de la Rosa, Alfonso Cruz Valerio, Emilio Estrada Malleta, Ramón Emilio Rojas Lora y Néstor Antonio Pérez.
Como cómplices fueron juzgados Sandito Almonte, Cándido Torres Tejada (ausente en el juicio), jefe de Operaciones del Servicio de Inteligencia Militar en la estación Central en Ciudad Trujillo, Víctor Alicinio Peña Rivera, jefe de Operaciones del SIM en el Cibao, Silvio Antonio Gómez Santana, Viterbo Álvarez (Pechito), Pedro Peña Ortiz y David Olivero.
El magistrado doctor Osvaldo B. Soto, presidía el tribunal especial. El Procurador fiscal era el doctor Rafael Valera Benítez, mientras que la parte civil estaba representada por los doctores Héctor Sánchez Morcelo, Ramón Pina Acevedo, Francisco Carvajal Martínez, Antonio Guzmán y Miguel A. Vásquez Fernández. El abogado de la defensa de los acusados fue el abogado de oficio Héctor Barón Goico. El tribunal condenó a los principales acusados a la pena máxima de 30 años, excepto a Ciriaco de la Rosa que de manera insólita fue condenado a sólo 20 años por supuestamente colaborar con la aclaración del crimen, aunque realmente nunca las cumplieron, tiempo después y con la ayuda de grupos militares trujillistas fueron provistos de pasaportes y sacados de la República Dominicana.
Ciriaco de la Rosa reveló durante el juicio posterior al asesinato lo siguiente:
Después de apresarlas, las condujimos al sitio escogido, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta (Minerva), yo elegí a la más bajita y gordita (Patria) y Malleta, al chofer, Rufino de La Cruz. Ordené a cada uno que se internara en un cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas.
Ordené a Pérez Terrero que permaneciera en la carretera a ver si se acercaba algún vehículo o alguien que pudiera enterarse del caso. Esa es la verdad del caso. Yo no quiero engañar a la justicia ni al pueblo. Traté de evitar el desastre, pero no pude, porque de lo contrario, nos hubieran liquidado a todos.
Estas declaraciones fueron desmentida poco después al descubrirse que el crimen ocurrió realmente en los terrenos de la casa de La Cumbre, pues Peña Rivera quería ver los cadáveres con sus propios ojos antes de ordenar tirarlos por el precipicio, pues tenía que dar un informe fidedigno a sus superiores.
Entierro
Las Mirabal están enterradas en Ojo de Agua, en las afueras de la ciudad de Salcedo, en la provincia Hermanas Mirabal en la República Dominicana. El lugar se ha convertido en un museo en su honor y está abierto al público. También hay allí una biblioteca, librería y una tienda de recuerdos. Enterrado en el mismo lugar también están los restos de Manuel Aurelio Tavárez Justo, quien fuera esposo de Minerva.
Controversia sobre el asesinato
En febrero de 2010 fue lanzado el libro "Trujillo, mi padre: En mis memorias, Angelita" de la autoría de Angelita Trujillo, hija del dictador Rafael Leónidas Trujillo, el cual habla en unos de sus capítulos sobre las hermanas Mirabal y su asesinato. El libro revela que José –Pupo- Román Fernández manda a matar a las Mirabal por órdenes supuestamente de Luis Amiama Tió (uno de los ejecutantes de Trujillo) y Segundo Imbert Barrera (hermano de Antonio) desligando a su padre del hecho.1 Después de esas revelaciones del libro, las protestas en el país no se hicieron esperar y calificaron como sofisma su contenido.
El 25 de noviembre de 1960, Minerva y María Teresa, partieron de nuevo hacia Puerto Plata. Le acompañó también Patria, esposa de Pedro González, que guardaba prisión en La Victoria.
Para tal ocasión contrataron un vehículo fuerte ("Jeep"), pues la carretera elegida, la que conduce a Puerto Plata por la vía de Guazumal (Tamboril) - La Cumbre, era difícil, y además, se encontraba en mal estado. Le acompañaba, como conductor, Rufino de la Cruz.
En la visita que hicieron a Manolo y Leandro, las hermanas Mirabal comentaron a sus maridos los rumores que circulaban en Salcedo sobre la posibilidad que sufrieran un "accidente", estilo clásico que utilizaba la tiranía cuando ordenaba la desaparición de un opositor importante, con la supuesta intención de ocultar el crimen.
El informe preocupó enormemente a los esposos del 14 de junio, y Manolo sugirió que cesaran los viajes, y que se mudaran a Puerto Plata, para evitar transitar por carretera.
La recomendación llegó tarde. La orden de asesinar a las hermanas Mirabal ya había sido cursada, y en Puerto Plata se encontraban ya los ejecutores: Ciriaco de la Rosa, Ramón Emilio Rojas Lora, Alfonso Cruz Valerio y Emilio Estrada Malleta, todos miembros de Servicio de Inteligencia Militar. El último, de origen cubano, había prestado esos mismos servicios a la dictadura de Fulgencio Batista.
Cuando las hermanas Mirabal abandonaban a Puerto Plata rumbo a su hogar, fueron detenidas aparatosamente por un vehículo que interceptó el jeep que los conducía. Introducidas a empujones al carro de los matones, y llevadas a un lugar previamente escogido, cercano a La Cumbre, en la carretera bordeada por un precipicio, y allí fueron muertas brutalmente asesinadas a garrotazos y luego de puestos los cadáveres en el jeep, los asesinos lo precipitaron hacia el abismo, aproximadamente a las 7:30 p.m. del 25 de noviembre de 1960.
He aquí la fría narración de uno de sus autores, Ciriaco de la Rosa:
"Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta (Minerva), yo elegí a la más bajita y gordita (Patria) y Malleta, al chofer, Rufino de La Cruz. Ordené a cada uno que se internara en un cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas.
Ordené a Pérez Terrero que permaneciera en la carretera a ver si se acercaba algún vehículo o alguien que pudiera enterarse del caso. Esa es la verdad del caso. Yo no quiero engañar a la justicia ni al pueblo. Traté de evitar el desastre, pero no pude, porque de lo contrario, nos hubieran liquidado a todos".
Homenajes
Museo donde descansan sus restos.
En honor a esta valiente mujer junto a sus hermanas, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer. Esto fue establecido en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Bogotá, Colombia en el año 1981.
En Ojo de Agua se conservan sus trajes, sus pertenencias y sus habitaciones tal y como estaban en el momento de su muerte. La finca se ha convertido en un museo que puede ser visitado. No lejos de allí vive la única hermana Mirabal que no fue asesinada: Dedé.
La escritora norteamericana de origen dominicano Julia Álvarez escribió una novela basada en las hermanas Mirabal, con el título En el tiempo de las mariposas (In the time of butterflies) que luego fue llevada al cine por Mariano Barroso.
Una de las Estaciones del Metro de Santo Domingo, lleva su nombre.
El 2 de octubre de 2007 se emitió un billete de 200 pesos alusivos a las hermanas Mirabal.
En honor a ellas los botánicos Francisco Jiménez Rodríguez y Liliana Katinas le dedicaron una especie de planta nueva para la ciencia, Salcedoa mirabaliarum F. Jimenez R. & L. Katinas, arbolito endémico de La Espanola descubierto en las montanas de la provincia Hermanas Mirabal. Fue publicada bajo el artículo “Salcedoa gen. nov., a biogeographic Enigma in the Caribbean Mutisieae (Asteraceae)”, en la revista científica Systematic Botany (2004), 29(4): .987-1002, de la American Society of Plant Taxonomist.”