La vida fluye en la Sierra de Bahoruco

Los bosques de pinos se levantan en la franja fronteriza, donde las montañas son reservorios de la flora y la fauna

En la sierra se encuentran todos los tipos de bosques que caracterizan nuestro país.

Con un bosque seco a nivel del mar y un bosque húmedo en su parte más alta, la sierra de Bahoruco es un paréntesis de vida después que se abandona la dura tierra del Sur y su inclemente clima.Después de Puerto Escondido no sólo se advierte la transformación de la vegetación, la fauna y el clima, sino una mutación de la biodiversidad, donde la naturaleza abre su regazo para regalar toda su ternura.

Las aves deslizan sus vuelos entre el follaje de la espesura de los árboles, mientras las iguanas se confían de su guarida, ese hábitat que las salva de la depredación inmisericorde del hombre del entorno.

En esta zona hay 29 especies de aves migratorias y dos que residen permanentemente en el lugar debido a características propias que facilitan su conserva- ción, como son la cigüita marrón y el barrancolí grisáceo.

Es, entonces, cuando se deja sentir el sofocante calor de un entorno que sucumbe ante la reciedumbre de un frío que obliga al abrigo en la medida en que el visitante se apodera de las alturas.

Con una extensión de 800 kilómetros cuadrados, este parque fronterizo que culmina en Haití, en donde se conoce como Massif de la Selle, es un área protegida mediante el decreto número 1351-83, cuando se hizo imperativa la necesidad nacional de preservar los recursos naturales.

La Sierra de Bahoruco es una de las zonas geográficas con mayor diversidad de ambientes o microclimas donde tienen cabida las más variadas especies de la flora y la fauna dominicanas.

La sabina, madera de prestigio que no se reproduce en todas partes, crece aquí como el pajón en la sabana, al igual que el pino y la caoba o como las más diversas variedades de orquídeas, 32 de cuyas especies son exclusivas del área, lo que representa el diez por ciento de todas las especies de la isla. Su montaña más alta, la Loma del Toro, tiene una altitud de 2,367 metros, morada de más de la mitad de las especies de orquídeas en el país.

Pero esta gama de formaciones vegetales y de conservación de la fauna que nos brinda la Sierra de Bahoruco sólo es posible advertir donde el bosque se diversifica desde el pluvial hasta el montano, según se estructura el terreno a través de las alturas.

A partir de los 1,800 metros de altura la vegetación predominante es de coníferas que se desarrollan sobre un sustrato calizo. La combinación de todos estos aspectos determinan un alto endemismo de la fauna y flora del parque.

Entrándose a El Aguacate el camino se empina y forma una curvatura que desnuda a Haití y su progresiva deforestación, mientras las temperaturas descienden vertiginosamente a pesar de que es el mediodía.

Los arroyuelos se arrastran como reptiles y el cernícalo cae en picada hasta posarse en la cima del pino. En Los Arroyos, descendiendo a Pedernales, el clima comienza a cambiar. Ya el frío se despega de la piel y de las hojas de los árboles para dar paso a una calidez y a un sol implacable que no acaban nunca. Los arbustos vuelven a verse, la maleza se pierde en el bosque seco y las aves ya no repiten tanto su canto.

De nuevo la orografía sureña se reencuentra y sólo abre recodos de vida en el Hoyo de Pelempito o en la Bahía de las Águilas, contrastes inauditos de una naturaleza que acude presurosa hacia agitadas costas de un mar Caribe que se pierde en la distancia. Aquí la arena se cuela entre los acantilados y las aguas se estrujan en estelas que asemejan un remanso.

Una reserva de incalculable belleza

El Parque Nacional Sierra de Bahoruco, fue declarado por la UNESCO en 2002, núcleo de la Reserva de la Biosfera Bahoruco-Jaragua-Enriquillo.

El parque ocupa 800 Km2 de la sierra, e incluye territorios de las provincias de Independencia, Barahona y Pedernales. La sierra comprende una zona de montañas altas, de alrededor de 2,400 Km2, cubiertas en su mayoría por bosques naturales que se extienden en dirección noroeste-sureste.

La misma fue un importante escenario de asentamientos aborígenes y acontecimientos históricos relevantes. En Bahoruco se han reportado 108 especies de aves diferentes, de las cuales según la Lista Roja de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), una está en peligro crítico y otras cuatro están en peligro de extinción.

La Sierra de Bahoruco provee de agua las principales áreas pobladas de la región suroeste. Sus bosques se encargan de retener el agua de lluvia, permitiendo que se filtre en la tierra a través de sus raíces.

Por Tony Piña/El caribe
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