La Puerta de la Misericordia, escenario de bebentinas
El lugar que marcó el inicio de la lucha independentista y dio pie al surgimiento de la República Dominicana hoy es escenario de bebentinas y actos indecorosos.La Puerta de la Misericordia, en la que Matías Ramón Mella, de cuyo natalicio hace hoy 196 años, disparó el trabucazo la noche del 27 de Febrero no cuenta con la debida vigilancia y cuidado por parte de las autoridades.
“¿Cómo es posible que los borrachones vengan a irrespetar este lugar?”, se quejó una vecina que prefirió no revelar su nombre por temor a represalias por parte de los dueños del colmado que está frente al monumento, donde, según dice, las personas compran las bebidas alcohólicas que consumen en la acera.
“Uno a veces no se atreve a decir nada porque hay intereses con ese colmado, pero ya uno está harto y cansado porque hacen lo que les da la gana”, dijo otra residente en la calle Palo Hincado de la Zona Colonial, sobre el famoso “Romódromo”.
Los vecinos se quejan de que los visitantes colocan sus vehículos en la acera del monumento y hacen sus necesidades fisiológicas en el entorno, por lo que el hedor se torna insoportable al cruzar.
Los vecinos también se quejaron de la deficiente iluminación en el sector que contribuye a la ocurrencia de atracos y la inseguridad, así como del alto volumen de la música que no les permite dormir en la madrugada.
Resolución
Los regidores perredeístas Waldys Taveras y Consuelo Despradel sometieron a finales del mes pasado ante el Concejo Municipal del Ayuntamiento del Distrito Nacional un proyecto de resolución que busca rescatar el entorno del monumento.
De aprobarse la resolución, se prohibiría la colocación de mesas y sillas así como el consumo de bebidas alcohólicas en la parte frontal correspondiente a la acera oeste de la calle Palo Hincado hasta la estatua de Matías Ramón Mella.
Asímismo, se colocaría una llama votiva y una guardia de honor permanente en el monumento.
“¿Cómo es posible que los borrachones vengan a irrespetar este lugar?”, se quejó una vecina que prefirió no revelar su nombre por temor a represalias por parte de los dueños del colmado que está frente al monumento, donde, según dice, las personas compran las bebidas alcohólicas que consumen en la acera.
“Uno a veces no se atreve a decir nada porque hay intereses con ese colmado, pero ya uno está harto y cansado porque hacen lo que les da la gana”, dijo otra residente en la calle Palo Hincado de la Zona Colonial, sobre el famoso “Romódromo”.
Los vecinos se quejan de que los visitantes colocan sus vehículos en la acera del monumento y hacen sus necesidades fisiológicas en el entorno, por lo que el hedor se torna insoportable al cruzar.
Los vecinos también se quejaron de la deficiente iluminación en el sector que contribuye a la ocurrencia de atracos y la inseguridad, así como del alto volumen de la música que no les permite dormir en la madrugada.
Resolución
Los regidores perredeístas Waldys Taveras y Consuelo Despradel sometieron a finales del mes pasado ante el Concejo Municipal del Ayuntamiento del Distrito Nacional un proyecto de resolución que busca rescatar el entorno del monumento.
De aprobarse la resolución, se prohibiría la colocación de mesas y sillas así como el consumo de bebidas alcohólicas en la parte frontal correspondiente a la acera oeste de la calle Palo Hincado hasta la estatua de Matías Ramón Mella.
Asímismo, se colocaría una llama votiva y una guardia de honor permanente en el monumento.