Familiares de presos muertos en incenndio cárcel de Honduras, sacaron cadáveres de las bolsas por estar despositados en el suelo
Radio América. Los familiares de las víctimas del incendio en el presidio de Comayagua, elevaron sus ánimos en la tarde de este lunes, al grado de votar las cercas que restringe el acceso a la morgue capitalina.
La desesperación, la angustia por el lento trabajo de autopsia e identificación y la forma en la que vieron tirados en el pavimento los cadáveres de sus seres queridos, produjo indignación de los parientes de los 359 reos fallecidos.
La histeria de los familiares dolientes se desató porque “los cuerpos en la bolsa están tirados en el pavimento y no en los frízeres” dijo enardecido un pariente.
Otro de los familiares enojado expresó: “Con este sol no los pueden tener tirados en el suelo como perros”, reclamando un lugar adecuado, esto ante el avanzando grado de descomposición de los cuerpos.
Las personas que en un acto de desesperación penetraron la zona restringida por las autoridades y tratando de identificar empíricamente, llegaron al extremo de abrir las bolsas mortuorias sin importar los pestilentes olores y una contaminación. Familiares rompieron las bolsas con guantes y mascarillas, mientras otros lo hacían sin guantes de protección, a pura mano.
“¿Donde estás mijo, donde estás?…”, lloraba descontroladamente una mujer, mientras de una bolsa a otra buscaba a su ser querido que murió quemado en el siniestro ocurrido el pasado martes.
“Queremos que nos entreguen los cuerpos de nuestros familiares”, decía otro que denunciaba engaño de las autoridades.
La desesperación, la angustia por el lento trabajo de autopsia e identificación y la forma en la que vieron tirados en el pavimento los cadáveres de sus seres queridos, produjo indignación de los parientes de los 359 reos fallecidos.
La histeria de los familiares dolientes se desató porque “los cuerpos en la bolsa están tirados en el pavimento y no en los frízeres” dijo enardecido un pariente.
Otro de los familiares enojado expresó: “Con este sol no los pueden tener tirados en el suelo como perros”, reclamando un lugar adecuado, esto ante el avanzando grado de descomposición de los cuerpos.
Las personas que en un acto de desesperación penetraron la zona restringida por las autoridades y tratando de identificar empíricamente, llegaron al extremo de abrir las bolsas mortuorias sin importar los pestilentes olores y una contaminación. Familiares rompieron las bolsas con guantes y mascarillas, mientras otros lo hacían sin guantes de protección, a pura mano.
“¿Donde estás mijo, donde estás?…”, lloraba descontroladamente una mujer, mientras de una bolsa a otra buscaba a su ser querido que murió quemado en el siniestro ocurrido el pasado martes.
“Queremos que nos entreguen los cuerpos de nuestros familiares”, decía otro que denunciaba engaño de las autoridades.