El poder de las juntas de vecinos
Por Marlenys Ferreras
/www.mipais.com.do/
El poder de las juntas de vecinos
Con el propósito de encontrar soluciones a los problemas comunitarios a través de entidades públicas y privadas, surgen las juntas de vecinos, que no son más que un grupo de personas organizadas para procurar el desarrollo de la comunidad en que residen.
Las quejas de los barrios por el arreglo de alguna tubería rota, el mal estado de las calles, la falta de agua potable, el mal servicio de energía electica, carencia de canchas deportivas y otros inconvenientes que frecuentemente los afectan, obtienen una mejor respuesta cuando se hacen de forma organizada mediante un conjunto de personas que se comprometan por encontrarles la solución.
En abril de 2008, el Ayuntamiento del Distrito Nacional, emitió un reglamento que normaliza el funcionamiento de esas estructuras barriales.
El documento, que fue aprobado mediante la resolución 171-07, las define como “organizaciones comunitarias de base, autónomas, mediadoras en los conflictos dentro de su perímetro y entre sus miembros y las autoridades municipales y nacionales que trabajan en coordinación para la solución de los problemas”.
Para su creación se requiere que en el perímetro donde estará la organización esté habitada por una cantidad de al menos 100 familias. Se debe comunicar por escrito al Departamento de Juntas de Vecinos y Organizaciones de Base la intención de constituir la junta, solicitando al mismo tiempo la asignación de un promotor.
Esta solicitud debe estar avalada por un Comité Gestor integrado por cinco personas y por la firma de 20 residentes del perímetro correspondiente.
El comité tendrá la función de iniciar los trámites para la formalización de la junta, esto se hace a través de un comunicado escrito, el cual debe incluir un mapa que defina el lugar donde operará la junta para ser remitida al Departamento de Juntas de Vecinos y Organizaciones de Base del Ayuntamiento.
Una vez terminado el proceso de constitución, se hace una solicitud de registro que contará con el nombre de la organización, propósitos, organigrama, copia del acta constitutiva y de la asamblea eleccionaria.
Debe estar firmada por los debidos representantes y será tramitada a la Dirección de Desarrollo Humano del Ayuntamiento a través del Departamento de Juntas de Vecinos.
En el Distrito Nacional, existen más 560 juntas de vecinos registradas, de las cuales, aproximadamente el 60 % continúan activas.
“Para que una junta pueda trabajar por el bienestar de los munícipes, es necesario que quienes la presidan tengan la voluntad y dedicación, pero la parte económica, también es fundamental, y eso es lo que más hace falta muchas veces”, expresa Leandro Moreno, ex integrante de una junta de vecinos en el sector de Herrera.
Para solucionar las complicaciones que continuamente se presentan, es importante que las comunidades se formen y mantengan activas sus juntas de vecinos, ya que mediante ellas, se hace más realizable el desarrollo comunitario.
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El poder de las juntas de vecinos
Con el propósito de encontrar soluciones a los problemas comunitarios a través de entidades públicas y privadas, surgen las juntas de vecinos, que no son más que un grupo de personas organizadas para procurar el desarrollo de la comunidad en que residen.
Las quejas de los barrios por el arreglo de alguna tubería rota, el mal estado de las calles, la falta de agua potable, el mal servicio de energía electica, carencia de canchas deportivas y otros inconvenientes que frecuentemente los afectan, obtienen una mejor respuesta cuando se hacen de forma organizada mediante un conjunto de personas que se comprometan por encontrarles la solución.
En abril de 2008, el Ayuntamiento del Distrito Nacional, emitió un reglamento que normaliza el funcionamiento de esas estructuras barriales.
El documento, que fue aprobado mediante la resolución 171-07, las define como “organizaciones comunitarias de base, autónomas, mediadoras en los conflictos dentro de su perímetro y entre sus miembros y las autoridades municipales y nacionales que trabajan en coordinación para la solución de los problemas”.
Para su creación se requiere que en el perímetro donde estará la organización esté habitada por una cantidad de al menos 100 familias. Se debe comunicar por escrito al Departamento de Juntas de Vecinos y Organizaciones de Base la intención de constituir la junta, solicitando al mismo tiempo la asignación de un promotor.
Esta solicitud debe estar avalada por un Comité Gestor integrado por cinco personas y por la firma de 20 residentes del perímetro correspondiente.
El comité tendrá la función de iniciar los trámites para la formalización de la junta, esto se hace a través de un comunicado escrito, el cual debe incluir un mapa que defina el lugar donde operará la junta para ser remitida al Departamento de Juntas de Vecinos y Organizaciones de Base del Ayuntamiento.
Una vez terminado el proceso de constitución, se hace una solicitud de registro que contará con el nombre de la organización, propósitos, organigrama, copia del acta constitutiva y de la asamblea eleccionaria.
Debe estar firmada por los debidos representantes y será tramitada a la Dirección de Desarrollo Humano del Ayuntamiento a través del Departamento de Juntas de Vecinos.
En el Distrito Nacional, existen más 560 juntas de vecinos registradas, de las cuales, aproximadamente el 60 % continúan activas.
“Para que una junta pueda trabajar por el bienestar de los munícipes, es necesario que quienes la presidan tengan la voluntad y dedicación, pero la parte económica, también es fundamental, y eso es lo que más hace falta muchas veces”, expresa Leandro Moreno, ex integrante de una junta de vecinos en el sector de Herrera.
Para solucionar las complicaciones que continuamente se presentan, es importante que las comunidades se formen y mantengan activas sus juntas de vecinos, ya que mediante ellas, se hace más realizable el desarrollo comunitario.