El limbo de los prisioneros de Guantánamo
William Márquez
BBC Mundo, Washington
Prisioneros en Guantánamo
Han pasado diez años desde que los primeros sospechosos de actos terroristas llegaran a la prisión de la base naval de Estados Unidos en Guantánamo, Cuba, y tres desde que el presidente Barack Obama se comprometiera a cerrar el polémico centro de detención. Pero allí todavía hay más de 170 prisioneros sobre los que no pesan cargos y con pocas perspectivas de ser liberados.
A pesar del decreto que firmó el presidente para clausurar el centro y resolver la situación de los reclusos, la medida no pudo llevarse a cabo por la oposición del Congreso y los reclamos de la opinión pública con respecto a los supuestos acusados de terrorismo.
Según abogados, algunos ONG y otros analistas, las opciones que les quedan para una resolución justa de sus casos son prácticamente nulas, mientras se continúa cuestionando la legitimidad de la política de EE.UU. frente al derecho internacional humanitario.
La situación no solo presenta problemas legales para Washington sino prácticos, morales, mediáticos y de imagen.
clic Lea también: Guantánamo, diez años de la cárcel que nació del miedo
Escenarios complicados
Manifestaciones contra Guantánamo
Cerrar Guantánamo implicaría liberar a aquellos sobre los que no pesan acusaciones -de los cuales hay unos 89- y serían repatriados o se instalarían en terceros países. Los otros serían trasladados a prisiones en Estados Unidos para luego enfrentar tribunales civiles. Cada uno de estos escenarios es complicado.
"Las condiciones y obstáculos legales para transferir a los detenidos a terceros países son tan altos que ninguno los
quiere recibir", dijo a BBC Mundo Ken Gude, experto en temas de seguridad del Centre for American Progress (CAP), un centro de investigación liberal en Washington.
En el caso de la repatriación, muchos de los detenidos vienen de países donde hay inestabilidad política y tienen estándares dudosos con respecto a los derechos humanos, así que su seguridad no podría quedar garantizada una vez regresen.
"Traerlos a Estados Unidos para que sean procesados o continúen su encarcelamiento ha sido rechazado rotundamente por el Congreso"
Ken Gude, experto en Seguridad del Centre for American Progress
Por otra parte, "traerlos a Estados Unidos para que sean procesados o continúen su encarcelamiento ha sido rechazado rotundamente por el Congreso", continuó Gude.
En un proceso ante los tribunales civiles de Estados Unidos los acusados estarían sujetos a las leyes del país y eso presentaría varios riesgos para los fiscales, opinó en declaraciones a BBC Mundo Emilio Viano, experto en leyes y política internacional de la Universidad Americana de Washington.
"Si se llegara a probar que fueron torturados, según la Constitución, no se podría aceptar nada de la evidencia y el juez tendría que soltarlos", señaló el académico.
"Una vez libre, ¿a dónde va, quién lo recibe, qué garantías hay de que no va tomar venganza?", se cuestionó. "Se puede entender que estén resentidos y odien a Estados Unidos".
Temor público
Viano dice que esos argumentos que esgrimen los legisladores han sido fortalecidos por ciertas estadísticas que indican que un 20% de los sospechosos que fueron ya liberados de Guantánamo tomaron armas en contra de EE.UU.
"Ese es el problema de las guerras asimétricas donde es difícil determinar quién es o podría convertirse en el enemigo y quién va a velar para que no se dedique al terrorismo", añadió. "Por eso no puede haber una solución justa y equitativa".
"Ese es el problema de las guerras asimétricas donde es difícil determinar quién es o podría convertirse en el enemigo"
Emilio Viano, experto en leyes y política internacional de la Universidad Americana
A pesar de la ansiedad pública que podría crear la presencia de estos individuos en el territorio estadounidense, Ken Gude alega que en los casos limitados que se ha juzgado a prisioneros de Guantánamo en ese país, han terminado diluyéndose en el olvido sin repercusiones negativas.
"Tuvimos uno que fue sentenciado en un tribunal de Nueva York. Ahora cumple una condena de cadena perpetua y nadie se acuerda de nada", aseguró.
Y frente al dilema de no poder llevar a juicio a sospechosos que llevan años encarcelados y no liberar a los que están básicamente exculpados por falta de garantías o países que los reciban, Barack Obama firmó un acta que legaliza la detención indefinida de estos prisioneros que fue aprobada por el Congreso.
Limbo legal
Detenido en Guantánamo
La medida prácticamente congela todas las opciones de los detenidos y los suspende en un estado de incertidumbre legal que algunos culpan a Estados Unidos de haber creado.
"Lo que hay es una clara falta de voluntad política por parte de Estados Unidos para cumplir con sus obligaciones legales", afirmó Annette Martínez, abogada del Centro por el Derecho y la Justicia Internacional (CEJIL).
Martínez y CEJIL representan a un detenido en Guantánamo de origen argelino que, hasta donde pueden saber, está en la lista de quienes podrían ser liberados.
"El limbo legal lo creó Estados Unidos con sus políticas de detención pues a nivel internacional hay estándares que aplican a Guantánamo y a los detenidos"
Annette Martínez, abogada de CEJIL
Su temor es que lo envíen de regreso a Argelia donde podría estar sujeto a tortura, desaparición o hasta asesinato, advirtió la abogada que sostiene que Washington no está haciendo lo suficiente para convencer a terceros países de que reciban a los liberados.
"Es obligación de Estados Unidos buscar todas las alternativas posibles a nivel internacional y bilateral, como lo hizo en años anteriores cuando enviaron a algunos prisioneros liberados a Europa", resaltó.
"El limbo legal lo creó Estados Unidos con sus políticas de detención, pues a nivel internacional hay estándares que aplican a Guantánamo y a los detenidos".
BBC Mundo, Washington
Prisioneros en Guantánamo
Han pasado diez años desde que los primeros sospechosos de actos terroristas llegaran a la prisión de la base naval de Estados Unidos en Guantánamo, Cuba, y tres desde que el presidente Barack Obama se comprometiera a cerrar el polémico centro de detención. Pero allí todavía hay más de 170 prisioneros sobre los que no pesan cargos y con pocas perspectivas de ser liberados.
A pesar del decreto que firmó el presidente para clausurar el centro y resolver la situación de los reclusos, la medida no pudo llevarse a cabo por la oposición del Congreso y los reclamos de la opinión pública con respecto a los supuestos acusados de terrorismo.
Según abogados, algunos ONG y otros analistas, las opciones que les quedan para una resolución justa de sus casos son prácticamente nulas, mientras se continúa cuestionando la legitimidad de la política de EE.UU. frente al derecho internacional humanitario.
La situación no solo presenta problemas legales para Washington sino prácticos, morales, mediáticos y de imagen.
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Escenarios complicados
Manifestaciones contra Guantánamo
Cerrar Guantánamo implicaría liberar a aquellos sobre los que no pesan acusaciones -de los cuales hay unos 89- y serían repatriados o se instalarían en terceros países. Los otros serían trasladados a prisiones en Estados Unidos para luego enfrentar tribunales civiles. Cada uno de estos escenarios es complicado.
"Las condiciones y obstáculos legales para transferir a los detenidos a terceros países son tan altos que ninguno los
quiere recibir", dijo a BBC Mundo Ken Gude, experto en temas de seguridad del Centre for American Progress (CAP), un centro de investigación liberal en Washington.
En el caso de la repatriación, muchos de los detenidos vienen de países donde hay inestabilidad política y tienen estándares dudosos con respecto a los derechos humanos, así que su seguridad no podría quedar garantizada una vez regresen.
"Traerlos a Estados Unidos para que sean procesados o continúen su encarcelamiento ha sido rechazado rotundamente por el Congreso"
Ken Gude, experto en Seguridad del Centre for American Progress
Por otra parte, "traerlos a Estados Unidos para que sean procesados o continúen su encarcelamiento ha sido rechazado rotundamente por el Congreso", continuó Gude.
En un proceso ante los tribunales civiles de Estados Unidos los acusados estarían sujetos a las leyes del país y eso presentaría varios riesgos para los fiscales, opinó en declaraciones a BBC Mundo Emilio Viano, experto en leyes y política internacional de la Universidad Americana de Washington.
"Si se llegara a probar que fueron torturados, según la Constitución, no se podría aceptar nada de la evidencia y el juez tendría que soltarlos", señaló el académico.
"Una vez libre, ¿a dónde va, quién lo recibe, qué garantías hay de que no va tomar venganza?", se cuestionó. "Se puede entender que estén resentidos y odien a Estados Unidos".
Temor público
Viano dice que esos argumentos que esgrimen los legisladores han sido fortalecidos por ciertas estadísticas que indican que un 20% de los sospechosos que fueron ya liberados de Guantánamo tomaron armas en contra de EE.UU.
"Ese es el problema de las guerras asimétricas donde es difícil determinar quién es o podría convertirse en el enemigo y quién va a velar para que no se dedique al terrorismo", añadió. "Por eso no puede haber una solución justa y equitativa".
"Ese es el problema de las guerras asimétricas donde es difícil determinar quién es o podría convertirse en el enemigo"
Emilio Viano, experto en leyes y política internacional de la Universidad Americana
A pesar de la ansiedad pública que podría crear la presencia de estos individuos en el territorio estadounidense, Ken Gude alega que en los casos limitados que se ha juzgado a prisioneros de Guantánamo en ese país, han terminado diluyéndose en el olvido sin repercusiones negativas.
"Tuvimos uno que fue sentenciado en un tribunal de Nueva York. Ahora cumple una condena de cadena perpetua y nadie se acuerda de nada", aseguró.
Y frente al dilema de no poder llevar a juicio a sospechosos que llevan años encarcelados y no liberar a los que están básicamente exculpados por falta de garantías o países que los reciban, Barack Obama firmó un acta que legaliza la detención indefinida de estos prisioneros que fue aprobada por el Congreso.
Limbo legal
Detenido en Guantánamo
La medida prácticamente congela todas las opciones de los detenidos y los suspende en un estado de incertidumbre legal que algunos culpan a Estados Unidos de haber creado.
"Lo que hay es una clara falta de voluntad política por parte de Estados Unidos para cumplir con sus obligaciones legales", afirmó Annette Martínez, abogada del Centro por el Derecho y la Justicia Internacional (CEJIL).
Martínez y CEJIL representan a un detenido en Guantánamo de origen argelino que, hasta donde pueden saber, está en la lista de quienes podrían ser liberados.
"El limbo legal lo creó Estados Unidos con sus políticas de detención pues a nivel internacional hay estándares que aplican a Guantánamo y a los detenidos"
Annette Martínez, abogada de CEJIL
Su temor es que lo envíen de regreso a Argelia donde podría estar sujeto a tortura, desaparición o hasta asesinato, advirtió la abogada que sostiene que Washington no está haciendo lo suficiente para convencer a terceros países de que reciban a los liberados.
"Es obligación de Estados Unidos buscar todas las alternativas posibles a nivel internacional y bilateral, como lo hizo en años anteriores cuando enviaron a algunos prisioneros liberados a Europa", resaltó.
"El limbo legal lo creó Estados Unidos con sus políticas de detención, pues a nivel internacional hay estándares que aplican a Guantánamo y a los detenidos".