Una bola del espacio cae en Namibia
Su origen, desconocido
Deambular por campo abierto y encontrarse con un objeto como este asusta a cualquiera. Parece formar parte de la morada de Luke Skywalker, en el desierto de Tatooine que aparece en Guerra de las Galaxias, pero no: esta esfera es real y nadie conoce su origen.
AFP
Esta misteriosa bola metálica apareció en la sabana africana de Namibia hace unas semanas a 750 kilómetros de la capital, Windhoek, aunque no ha sido hasta ahora cuando lo hemos sabido. Las autoridades locales se quedaron perplejas al ver el cráter de más de 30 centímetros de profundidad provocado por este objeto que fue encontrado a unos 60 metros de distancia de la marca, según el director de la policía local forense, Paul Ludik. Es de un material sofisticado propio de vehículos espaciales y su diámetro no supera los 35 centímetros, aunque pesa más de seis kilos.
Sea como fuere, ha despertado la curiosidad de toda la comunidad científica internacional. Por lo pronto, una vez encontrada, las autoridades contactaron con la NASA inmediatamente, así como con la Agencia Espacial Europea. Después de varias investigaciones, aún no saben su origen, o no lo han dicho. Eso sí: han descartado que se trate de un artefacto explosivo.
No obstante, hay algo más sorprendente en todo esto: al parecer, no es la primera bola de este tipo que cae en la Tierra; el misterio crece después de que, una vez comenzada la investigación, las autoridades descubrieran que otras muchas esferas metálicas similares habían caído en el sur de África, Australia y Sudamérica durante los últimos 20 años.
A partir de aquí, y con el origen aún desconocido, comienza a imponerse una barra libre de las teorías. ¿Vida extraterrestre? ¿Fragmentos de alguna misión espacial? La red también comienza a hablar introduciendo parodias como su parecido a una bola de Quidditch de Harry Potter. De momento, los organismos especializados apuntan que es necesario hacer más pruebas para encontrar una respuesta de peso, aunque más les vale darse prisa si no quieren alimentar la rumorología.
Deambular por campo abierto y encontrarse con un objeto como este asusta a cualquiera. Parece formar parte de la morada de Luke Skywalker, en el desierto de Tatooine que aparece en Guerra de las Galaxias, pero no: esta esfera es real y nadie conoce su origen.
AFP
Esta misteriosa bola metálica apareció en la sabana africana de Namibia hace unas semanas a 750 kilómetros de la capital, Windhoek, aunque no ha sido hasta ahora cuando lo hemos sabido. Las autoridades locales se quedaron perplejas al ver el cráter de más de 30 centímetros de profundidad provocado por este objeto que fue encontrado a unos 60 metros de distancia de la marca, según el director de la policía local forense, Paul Ludik. Es de un material sofisticado propio de vehículos espaciales y su diámetro no supera los 35 centímetros, aunque pesa más de seis kilos.
Sea como fuere, ha despertado la curiosidad de toda la comunidad científica internacional. Por lo pronto, una vez encontrada, las autoridades contactaron con la NASA inmediatamente, así como con la Agencia Espacial Europea. Después de varias investigaciones, aún no saben su origen, o no lo han dicho. Eso sí: han descartado que se trate de un artefacto explosivo.
No obstante, hay algo más sorprendente en todo esto: al parecer, no es la primera bola de este tipo que cae en la Tierra; el misterio crece después de que, una vez comenzada la investigación, las autoridades descubrieran que otras muchas esferas metálicas similares habían caído en el sur de África, Australia y Sudamérica durante los últimos 20 años.
A partir de aquí, y con el origen aún desconocido, comienza a imponerse una barra libre de las teorías. ¿Vida extraterrestre? ¿Fragmentos de alguna misión espacial? La red también comienza a hablar introduciendo parodias como su parecido a una bola de Quidditch de Harry Potter. De momento, los organismos especializados apuntan que es necesario hacer más pruebas para encontrar una respuesta de peso, aunque más les vale darse prisa si no quieren alimentar la rumorología.