A un año y 8 días de niño ser secuestrado, sus familiares no saben de su paradero
BARAHONA.- Este 28 de diciembre hace un año y 8 días que fue raptado por dos hombres que se desplazaban en una motocicleta, el niño Ángel Yovanny Batista Peña, quien tanía 10 meses de nacido y hasta el momento sus padres no saben de su pararero..
El rapto se produjo la tarde del 20 de dicembre del 2900, mientras el infante se encontraba junto a otros niños en el patio de la casa de sus abuelos, señores Yovanny Féliz Féliz y Maribel Peña, ubicada a pocos metros del río Birán en la prolongación Duarte, número 13, esquina María Trinidad Sánchez en el barrio La Playa de esta ciudad.
Esa vez se creyó que el niño había gateado hacia el rió cuyas aguas lo habrían arrastrado y ahogado, pero después de tres o cuatro días de búsqueda en todo el curso del Birán hasta la playita del Hotel Guarocuya, donde este desemboca sin encontrarlo, por lo que esta hipótesis fue descartada.
Se recuerda que la versión que luego prevaleció fue la que daba cuenta que el niño fue robado por dos hombres en una motocicleta, quienes luego lo pasaron a otras personas que abordaban una jipeta, entre estas una mujer, la cual estaba estacionada muy próximo a la casa de los abuelos.
El niño que nació el 17 de enero de 2010, es hijo de los señores Yovanny Batista Gómez y Fabiola María Peña, quienes desde el secuestro no han vivido sumidos en la desesperación porque nunca han sabido del paradero de su vástago, a pesar de todos los esfuerzos que han hecho para localizarlo.
Esa vez, las autoridades del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes, así como las policiales y judiciales, interrogaron a los niños que el día del rapto estuvieron al lado del secuestrado.
Se recuerda que al principio del secuestro las autoridades policiales y judiciales no pusieron mucho interés en el asunto, porque siempre se pensó que el infante estaba en poder de algún familiar cercano, cosa que al transcurrir de los días fue descartada.
Este desinterés motivo que los familiares del niñito, encabezados por sus padres acusarán de apaticas y negligentes a las referidas autoridades, las que luego se unieron a la busqueda del raptado.
"Desde el día del rapto en nuestra casa no ha habido tranquilidad. No dormimos normalmente por la angustia que nos invade, pero todavía tenemos la esperanza de que los secuestradores se compadezcan de nosostros y nos devuelvan sano y alvo a nuestro hijos", dijeron entre sollozos Batiosta Gómez y Fabiola María Peña.
/Fuente: Ecos del Sur)
El rapto se produjo la tarde del 20 de dicembre del 2900, mientras el infante se encontraba junto a otros niños en el patio de la casa de sus abuelos, señores Yovanny Féliz Féliz y Maribel Peña, ubicada a pocos metros del río Birán en la prolongación Duarte, número 13, esquina María Trinidad Sánchez en el barrio La Playa de esta ciudad.
Esa vez se creyó que el niño había gateado hacia el rió cuyas aguas lo habrían arrastrado y ahogado, pero después de tres o cuatro días de búsqueda en todo el curso del Birán hasta la playita del Hotel Guarocuya, donde este desemboca sin encontrarlo, por lo que esta hipótesis fue descartada.
Se recuerda que la versión que luego prevaleció fue la que daba cuenta que el niño fue robado por dos hombres en una motocicleta, quienes luego lo pasaron a otras personas que abordaban una jipeta, entre estas una mujer, la cual estaba estacionada muy próximo a la casa de los abuelos.
El niño que nació el 17 de enero de 2010, es hijo de los señores Yovanny Batista Gómez y Fabiola María Peña, quienes desde el secuestro no han vivido sumidos en la desesperación porque nunca han sabido del paradero de su vástago, a pesar de todos los esfuerzos que han hecho para localizarlo.
Esa vez, las autoridades del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes, así como las policiales y judiciales, interrogaron a los niños que el día del rapto estuvieron al lado del secuestrado.
Se recuerda que al principio del secuestro las autoridades policiales y judiciales no pusieron mucho interés en el asunto, porque siempre se pensó que el infante estaba en poder de algún familiar cercano, cosa que al transcurrir de los días fue descartada.
Este desinterés motivo que los familiares del niñito, encabezados por sus padres acusarán de apaticas y negligentes a las referidas autoridades, las que luego se unieron a la busqueda del raptado.
"Desde el día del rapto en nuestra casa no ha habido tranquilidad. No dormimos normalmente por la angustia que nos invade, pero todavía tenemos la esperanza de que los secuestradores se compadezcan de nosostros y nos devuelvan sano y alvo a nuestro hijos", dijeron entre sollozos Batiosta Gómez y Fabiola María Peña.
/Fuente: Ecos del Sur)