La miseria es una calle de doble vía
Por: Ramón Colombo
Columnista
Un pollo, un pote de aceite de lo chiquitico, cinco libras de arroz, coditos y habichuela, sal y salami, un par de manzanas, una pera y golosinas. Hato Mayor y El Seibo, Santiago, San Francisco, Cotuí y Moca. Barahona y San Juan. La noche es larga como enorme la fila. Paquetitos de 50 y 100 pesos al aire.
Duelen los empujones. Al final la cajita le sonríe. La dignidad llora camino a casa. La miseria es una calle de doble vía. (Rafael Alonso Rijo es periodista de elCaribe. Colaborador invitad
Columnista
Un pollo, un pote de aceite de lo chiquitico, cinco libras de arroz, coditos y habichuela, sal y salami, un par de manzanas, una pera y golosinas. Hato Mayor y El Seibo, Santiago, San Francisco, Cotuí y Moca. Barahona y San Juan. La noche es larga como enorme la fila. Paquetitos de 50 y 100 pesos al aire.
Duelen los empujones. Al final la cajita le sonríe. La dignidad llora camino a casa. La miseria es una calle de doble vía. (Rafael Alonso Rijo es periodista de elCaribe. Colaborador invitad