Impotencia y desaliento policial, “victoria para la delincuencia”
Por: Alejanro Santana
Sentirse impotente y desalentado es la peor frustración que puede pasar a un agente de la policía que haya sido formado para perseguir la delincuencia, para garantizar a la ciudadanía el orden. Tranquilidad y seguridad.
Un policía que se haya formado en esos valores y que entienda que el ministerio público es su aliado y conductor en la persecución de las infracciones y que cuando realice un apresamiento los tribunales de justicia deban hacer lo que señala la ley, se siente útil a la sociedad.
Pero no es así, en la actualidad los agentes policiales que andan de patrulla en las calles de la ciudad, se sienten inconformes porque cuando apresan a cualquier” ciudadano”, es puesto en libertad sin importar las características del delito por el cual fue apresado.
Muchos agentes han dicho casi en secreto, (porque no pueden hacerlo públicamente), que han apresado a “ciudadanos” en horas de la noche y del día con armas caseras,(chilenas y chacones), también con revólveres 357 o pistolas 9 milímetros , pero han salido libres sin ser visto por un juez.
Y no es que salgan libre, es la facilidad con que salen en libertad del despacho de un fiscal adjunto del mismo cuartel donde han sido conducidos luego de ser apresados.
Y la frustración de esos agentes se basa en que existen leyes que sancionan el porte ilegal de armas de fuego, igual que de armas blancas, pero salen libre.
Y lo mas desalentador es que algunos reconocidos delincuentes cuando son puestos en libertad hasta se burlan de los agentes que lo han apresado.
Queremos acabar con la delincuencia, “es lo que se predica”.
Pero del dicho al hecho, la realidad es otra y los ciudadanos que han sido victimas de los delincuentes lo han denunciado insistentemente.
“Me robaron los acusé, pero lo pusieron en libertad”, para que los acuso, se preguntan muchos, y de forma inconsciente le echan la culpa a los policías que andan haciendo su trabajo.
No se, pero parece que hay que revisar esa complejidad de acción en el ministerio publico, porque ellos también aseguran que están “haciendo su trabajo”.
“Pero no lo parece y la ciudadanía lo siente cada vez que es victima de un acto delictivo, que acusa y con impotencia ve liberado a quien lo afectó con algún acto delictivo.
Sin dar mas vueltas habría que buscar la verdadera razón porque son dos sectores que se muestran inconformes, por un lado los agentes de la policía que realizan su trabajo y por el otro los ciudadanos que no se sienten protegido por un ministerio publico, o por un código garantista de derecho.
Pero el derecho de quién, porque al decir verdad hasta ahora solo protege a un sector,”los ciudadanos honestos se sienten desprotegidos”.
Sentirse impotente y desalentado es la peor frustración que puede pasar a un agente de la policía que haya sido formado para perseguir la delincuencia, para garantizar a la ciudadanía el orden. Tranquilidad y seguridad.
Un policía que se haya formado en esos valores y que entienda que el ministerio público es su aliado y conductor en la persecución de las infracciones y que cuando realice un apresamiento los tribunales de justicia deban hacer lo que señala la ley, se siente útil a la sociedad.
Pero no es así, en la actualidad los agentes policiales que andan de patrulla en las calles de la ciudad, se sienten inconformes porque cuando apresan a cualquier” ciudadano”, es puesto en libertad sin importar las características del delito por el cual fue apresado.
Muchos agentes han dicho casi en secreto, (porque no pueden hacerlo públicamente), que han apresado a “ciudadanos” en horas de la noche y del día con armas caseras,(chilenas y chacones), también con revólveres 357 o pistolas 9 milímetros , pero han salido libres sin ser visto por un juez.
Y no es que salgan libre, es la facilidad con que salen en libertad del despacho de un fiscal adjunto del mismo cuartel donde han sido conducidos luego de ser apresados.
Y la frustración de esos agentes se basa en que existen leyes que sancionan el porte ilegal de armas de fuego, igual que de armas blancas, pero salen libre.
Y lo mas desalentador es que algunos reconocidos delincuentes cuando son puestos en libertad hasta se burlan de los agentes que lo han apresado.
Queremos acabar con la delincuencia, “es lo que se predica”.
Pero del dicho al hecho, la realidad es otra y los ciudadanos que han sido victimas de los delincuentes lo han denunciado insistentemente.
“Me robaron los acusé, pero lo pusieron en libertad”, para que los acuso, se preguntan muchos, y de forma inconsciente le echan la culpa a los policías que andan haciendo su trabajo.
No se, pero parece que hay que revisar esa complejidad de acción en el ministerio publico, porque ellos también aseguran que están “haciendo su trabajo”.
“Pero no lo parece y la ciudadanía lo siente cada vez que es victima de un acto delictivo, que acusa y con impotencia ve liberado a quien lo afectó con algún acto delictivo.
Sin dar mas vueltas habría que buscar la verdadera razón porque son dos sectores que se muestran inconformes, por un lado los agentes de la policía que realizan su trabajo y por el otro los ciudadanos que no se sienten protegido por un ministerio publico, o por un código garantista de derecho.
Pero el derecho de quién, porque al decir verdad hasta ahora solo protege a un sector,”los ciudadanos honestos se sienten desprotegidos”.