Tremenda cornada a Juan José Padilla en la cara
Por: Zabala de la Serna
ZARAGOZA, ESÀÑA.- Se había empeñado Juan José Padilla en banderillear al astifino cuarto, cinqueño como la corrida completa, fino también de hechuras. De nombre 'Marqués'. Apretaba y cortaba mucho.
En el último par, de dentro afuera, al sesgo, con la querencia de toriles en la salida apretó una barbaridad. Padilla cayó en la misma cara y el toro derrotó abajo con su precisión y no dio tiempo a ver más. Las siguientes imágenes eran de su cara reventada. Sangrando por el ojo a borbotones. El pitón había entrado por debajo de la mandíbula. Y salía, o eso parecía, por la órbita del ojo. "No veo, no veo", decía camino de la enfermería.
Los rostros de sus compañeros reflejaban el terror. La gravedad del percance. Lo trasladaron de urgencia al Hospital Miguel Servet. Muy duro, muy duro. El resto de la corrida ya daba igual. Abellán, llorando, pasaportó a 'Marqués', sin más, con el cuerpo descompuesto y las lágrimas cayendo por las mejillas. La tarde quedaba partida como el rostro de Juan José Padilla. No importaba lo que había pasado antes ni lo que pasaría después.
Una tarde larga
El primero de Padilla había sido muy rematado y complicado también. De quedarse en la cadera, aunque empujó en el caballo.
Una hora después de iniciado el festejo estábamos picando el segundo sobrero de Los Bayones que había sustituido al primer sobrero de Los Bayones, un ejemplar flaco con dos pitacos, que a su vez había reemplazado a un toro de Ana Romero flacón (los ijares marcados) y cinqueño ovacionado de salida.
Sin riñonada no había empuje, aunque sí bondad, por el pitón derecho. Fandiño le puso distancia al de Los Bayones y por tanto inercia por esa mano. En clásico, le pegó cuatro series. El calamocheo se hacía imposible por el izquierdo. Rajado el toro, reculaba y se defendía. Iván no fue el cañónero de Orduña.
Miguel Abellán había hallado cierta veta en la izquierda con el cariavacado segundo, que por el derecho se le había metido por el hueco de la ventana despistada y abierta. Abellán se colocó bien y lo tapó mucho y a su altura al natural en tres tandas de lisonja y temple, a pies juntos la última.
En un adorno final, una especie de pase del desprecio, a punto estuvo de ser cogido al descubrirse de nuevo. Saludó una ovación desde el tercio. El quinto no sirvió con sus complicaciones. Fandiño estuvo hecho un tío con el altón y noblón sexto, que había derribado en el caballo, pero pinchó.
Ficha del festejo
Plaza de toros de La Misericordia. Viernes, 7 de octubre de 2011. Segunda de feria. Menos de media entrada. Toros de Ana Romero, todos cinqueños menos el fino y cariavacado segundo, que se dejó algo por el izquierdo; muy desiguales y astifinos de cara; dos sobreros de Los Bayones, devuelto el flaco tercero bis; noble por el derecho pero sin empuje y calamocheando por falta de poder el tercero tris; complicado el quinto; noblón el sexto.
Juan José Padilla, de rosa y oro. Pinchazo y estocada algo atravesada (silencio).
Miguel Abellán, de blanco y plata. Pinchazo y estocada algo tendida (saludos).
En el que mata por Padilla, pinchazo, estocada tendida, pinchazo y estocada (silencio ).
En el quinto, pinchazo y bajonazo (silencio).
Iván Fandiño, de caña y oro. Dos pinchazos y cuatro descabellos (silencio). En el sexto, pinchazo y estocada y descabello. Aviso (ovación y saludos).
Parte médico: El doctor Val-Carreres ha informado de que Padilla sufre una "herida por asta de toro que le ha producido un grave traumatismo craneofacial con lesión del aparato auditivo y del ojo izquierdo. Ha sido trasladado intubado y su estado es muy grave".
ZARAGOZA, ESÀÑA.- Se había empeñado Juan José Padilla en banderillear al astifino cuarto, cinqueño como la corrida completa, fino también de hechuras. De nombre 'Marqués'. Apretaba y cortaba mucho.
En el último par, de dentro afuera, al sesgo, con la querencia de toriles en la salida apretó una barbaridad. Padilla cayó en la misma cara y el toro derrotó abajo con su precisión y no dio tiempo a ver más. Las siguientes imágenes eran de su cara reventada. Sangrando por el ojo a borbotones. El pitón había entrado por debajo de la mandíbula. Y salía, o eso parecía, por la órbita del ojo. "No veo, no veo", decía camino de la enfermería.
Los rostros de sus compañeros reflejaban el terror. La gravedad del percance. Lo trasladaron de urgencia al Hospital Miguel Servet. Muy duro, muy duro. El resto de la corrida ya daba igual. Abellán, llorando, pasaportó a 'Marqués', sin más, con el cuerpo descompuesto y las lágrimas cayendo por las mejillas. La tarde quedaba partida como el rostro de Juan José Padilla. No importaba lo que había pasado antes ni lo que pasaría después.
Una tarde larga
El primero de Padilla había sido muy rematado y complicado también. De quedarse en la cadera, aunque empujó en el caballo.
Una hora después de iniciado el festejo estábamos picando el segundo sobrero de Los Bayones que había sustituido al primer sobrero de Los Bayones, un ejemplar flaco con dos pitacos, que a su vez había reemplazado a un toro de Ana Romero flacón (los ijares marcados) y cinqueño ovacionado de salida.
Sin riñonada no había empuje, aunque sí bondad, por el pitón derecho. Fandiño le puso distancia al de Los Bayones y por tanto inercia por esa mano. En clásico, le pegó cuatro series. El calamocheo se hacía imposible por el izquierdo. Rajado el toro, reculaba y se defendía. Iván no fue el cañónero de Orduña.
Miguel Abellán había hallado cierta veta en la izquierda con el cariavacado segundo, que por el derecho se le había metido por el hueco de la ventana despistada y abierta. Abellán se colocó bien y lo tapó mucho y a su altura al natural en tres tandas de lisonja y temple, a pies juntos la última.
En un adorno final, una especie de pase del desprecio, a punto estuvo de ser cogido al descubrirse de nuevo. Saludó una ovación desde el tercio. El quinto no sirvió con sus complicaciones. Fandiño estuvo hecho un tío con el altón y noblón sexto, que había derribado en el caballo, pero pinchó.
Ficha del festejo
Plaza de toros de La Misericordia. Viernes, 7 de octubre de 2011. Segunda de feria. Menos de media entrada. Toros de Ana Romero, todos cinqueños menos el fino y cariavacado segundo, que se dejó algo por el izquierdo; muy desiguales y astifinos de cara; dos sobreros de Los Bayones, devuelto el flaco tercero bis; noble por el derecho pero sin empuje y calamocheando por falta de poder el tercero tris; complicado el quinto; noblón el sexto.
Juan José Padilla, de rosa y oro. Pinchazo y estocada algo atravesada (silencio).
Miguel Abellán, de blanco y plata. Pinchazo y estocada algo tendida (saludos).
En el que mata por Padilla, pinchazo, estocada tendida, pinchazo y estocada (silencio ).
En el quinto, pinchazo y bajonazo (silencio).
Iván Fandiño, de caña y oro. Dos pinchazos y cuatro descabellos (silencio). En el sexto, pinchazo y estocada y descabello. Aviso (ovación y saludos).
Parte médico: El doctor Val-Carreres ha informado de que Padilla sufre una "herida por asta de toro que le ha producido un grave traumatismo craneofacial con lesión del aparato auditivo y del ojo izquierdo. Ha sido trasladado intubado y su estado es muy grave".