Abuela despechada fue condenada por matar a su nieta
Un tribunal de Virginia, EEUU, declaró culpable a Carmela dela Rosa. Enojada porque el padre de la criatura no quería casarse con su hija, la arrojó al vacío desde un sexto piso
Dela Rosa estaba en una pasarela de seis pisos de altura en el Tysons Corner Center -un centro comercial en las afueras de Washington- cuando decidió terminar con la vida de Angelyn Ogdoc. La arrojó desde esa altura, causándole heridas que terminaron con su vida nueve horas después.
Los defensores de la abuela argumentaron insanía, diciendo que estaba atravesando una etapa depresiva. Pero se determinó que la abuela sabía lo que hacía cuando decidió atravesar el puente que separa el mencionado shopping del estacionamiento. Desde allí arrojó a Angelyn. Era el 29 de noviembre de 2010.
El motivo del acto fue el resentimiento contra el padre de la niña, James Ogdoc, quien no estaba de acuerdo con contraer matrimonio con la madre de la niña, Mary Kathlyn. "Pude escucharla llorar. Eso fue lo último que escuché de ella", dijo la madre entre sus propios sollozos durante las audiencias del juicio.
También el papá de Angelyn se quebró en el estrado. "Ningún padre debería perder a su hija. Bajo ninguna circunstancia", exclamó. Los testigos de la defensa, como su nuera Rebecca Russ, aseguraron que la abuela asesina "dedicaba su vida a su familia", y que cuando visitó a Dela Rosa en la cárcel, ésta lloraba ante la sola mención del nombre de su nieta.
Después de deliberar durante seis horas a partir del miércoles, el jurado llegó a la conclusión de que la abuela es culpable de asesinato y aconsejaron al juez que la sentencie a 35 años de prisión, mientras que el fiscal pidió encierro de por vida para Dela Rosa. El 6 de enero se conocerá la sentencia definitiva.
Dela Rosa estaba en una pasarela de seis pisos de altura en el Tysons Corner Center -un centro comercial en las afueras de Washington- cuando decidió terminar con la vida de Angelyn Ogdoc. La arrojó desde esa altura, causándole heridas que terminaron con su vida nueve horas después.
Los defensores de la abuela argumentaron insanía, diciendo que estaba atravesando una etapa depresiva. Pero se determinó que la abuela sabía lo que hacía cuando decidió atravesar el puente que separa el mencionado shopping del estacionamiento. Desde allí arrojó a Angelyn. Era el 29 de noviembre de 2010.
El motivo del acto fue el resentimiento contra el padre de la niña, James Ogdoc, quien no estaba de acuerdo con contraer matrimonio con la madre de la niña, Mary Kathlyn. "Pude escucharla llorar. Eso fue lo último que escuché de ella", dijo la madre entre sus propios sollozos durante las audiencias del juicio.
También el papá de Angelyn se quebró en el estrado. "Ningún padre debería perder a su hija. Bajo ninguna circunstancia", exclamó. Los testigos de la defensa, como su nuera Rebecca Russ, aseguraron que la abuela asesina "dedicaba su vida a su familia", y que cuando visitó a Dela Rosa en la cárcel, ésta lloraba ante la sola mención del nombre de su nieta.
Después de deliberar durante seis horas a partir del miércoles, el jurado llegó a la conclusión de que la abuela es culpable de asesinato y aconsejaron al juez que la sentencie a 35 años de prisión, mientras que el fiscal pidió encierro de por vida para Dela Rosa. El 6 de enero se conocerá la sentencia definitiva.