Menos 'tele' y más juegos

Por: Cristina G. Lucio | Madrid

"Tienes 10 segundos para imaginar... si no se te ha ocurrido nada, a lo mejor deberías ver menos la tele". Esta frase, que ilustraba una de las cortinillas de la mítica 'La bola de cristal', se popularizó en la España de los 80 junto a otras tan míticas como aquella de 'solo no puedo, con amigos sí'.

Casi 30 años después y en un mundo cada vez más rodeado de pantallas, el consejo cobra más actualidad que nunca. Es más, podría servir perfectamente de eslogan para las últimas recomendaciones que acaba de publicar la Asociación Americana de Pediatría.

Estas guías, que se han presentado en una reunión del organismo en Boston, desaconsejan que los niños menores de dos años pasen tiempo pegados a las pantallas. En una etapa crucial en el aprendizaje como es la primera infancia, aseguran, el juego es mucho más beneficioso para el desarrollo que la mera exposición a estímulos audiovisuales.

La Asociación Americana de Pediatría ha decidido editar estas recomendaciones después de constatar, a través de un estudio, que el 90% de los padres estadounidenses asegura que sus hijos menores de dos años ven o juegan habitualmente con algún medio electrónico. Según sus datos, la media de los pequeños de esta edad ve la televisión una o dos horas al día y casi un tercio cumple los tres años con un televisor en su propio cuarto.

Aunque no hay muchas investigaciones que hayan evaluado a fondo las consecuencias de esta alta exposición a las pantallas, los pediatras estadounidenses aseguran que "los efectos negativos potenciales son mayores que sus posibles beneficios".

"El tiempo de juego tiene más valor para el desarrollo del cerebro que los medios electrónicos. Los niños aprenden a pensar de forma creativa, a solucionar problemas y a desarrollar el razonamiento y las destrezas motoras desde edades tempranas a través del juego desestructurado. El juego libre, además, les enseña a entretenerse por sí mismos", aseguran los pediatras en sus recomendaciones.

"Los niños", continúan, "necesitan y aprenden más de su interacción con los humanos, no con las pantallas". Además, una excesiva exposición a la televisión puede interferir con los patrones del sueño y perjudica las interacciones entre padres e hijos, continúan.

Por todo esto, las recomendaciones aconsejan a los padres limitar al máximo la exposición a los medios en niños de dos años, sustituir el entretenimiento electrónico por juegos compartidos, evitar la colocación de televisores en los dormitorios infantiles y concienciarse de que el propio uso de los medios audiovisuales también puede tener un efecto negativo en los niños.

"Hoy en día, lo mejor que puede hacer por su hijo es darle la oportunidad de que juegue -tanto con usted como de forma independiente-. Los niños lo necesitan para entender cómo funciona el mundo", concluyen.
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