Alarmarse porque pastores se definan políticamente
POR: ALAEJANDRO SANTANA
A los dominicanos aún nos queda el poder del asombro, frente a situaciones; creí que esa condición o característica se había perdido en estos tiempos de materialismo, ideológico y económico en que transitamos todos por este mundo lleno de injusticias sociales, educativa y de dignidad; eso me agrada.
Y me agrada porque de repente veo a personas muy capacitadas opinando, sobre lo bueno o lo malo de definirse políticamente en una sociedad donde lo que falta es la responsabilidad, la honestidad para definirse, social, política y humanamente.
El revuelo actual es que varios pastores, hombres, seres humanos que igual que otros padecen las necesidades del pueblo de su sector y que de repente deciden sincerizarce y dar un paso a la luz del día no en la oscuridad como lo han hecho muchos.
Yo saludo a esos hombres, pastores seres humanos que dieron el paso y no porque lo hayan hecho a favor del ingeniero Hipólito Mejia, igual lo hubiera saludado si lo hubieran dado a favor de cualquier otro candidato, así de forma pública, a la luz del día.
Se que en nuestro país, el definirse políticamente, enfrenta a uno con los que no están de acuerdo con la doctrina asumida y aunque eso si es dañino, no nos preocupa, aunque eso sea división.
Ser, cristiano, ser pastor, ministro, simples feligreses no nos aleja de nuestras condiciones de seres humanos ,que somos ,que padecemos, que sentimos que nos duele la necesidad del pueblo que sufre, que padece, las injusticias sociales de nuestros pueblos causadas precisamente por quienes nos han gobernado durante estos 46 largos años.
Lo que no vería bien es que esos hombres que sirven al señor se hagan cómplices de ese tipo de laceraciones que hoy decidieron combatir dando el paso que ellos han entendido.
En nuestro país, aún no asumimos que todo Partido o político que se perpetua en el poder deja de ser popular porque se envuelve en acciones que al pueblo, hacen daño y no ocurre en los partidos solamente, ocurre en los Sindicatos en las organizaciones no importa su identidad, pero ocurre.
Parecería que hay que cambiar, y es lo que hasta ahora se ha estado haciendo, lo que ocurre que los cambios desde la salida del doctor Balaguer del poder, no han funcionado porque en quienes hemos creído nos han traicionado, todos, el pueblo ha pagado sus malos manejos.
Ese poder de asombro que veo que aún tenemos, pudiéramos usarlos para alarmarnos el saber que un pastor de la parte Este de país, fue sorprendido saliendo con una menor de una cabaña, que otros pastores hayan destruido hogares conquistando las mujeres de otros hermanos de fe
y no hermanos, porque eso ante los ojos del señor y la sociedad si es pecaminoso y socialmente hace daño, no que un grupo de ellos haya disidido salir de cara al sol y decir, “a parte de ser ministro del Señor, soy un ser humano, soy ciudadano de un país que no anda bien”, y por eso me decido a luchar por lograr los cambios que pretendemos que se hagan por el bien de todos, claro ,que usted ,no esté de acuerdo, está en su derecho y hay que respetarle, pero ubíquese humanamente en la realidad.
A los dominicanos aún nos queda el poder del asombro, frente a situaciones; creí que esa condición o característica se había perdido en estos tiempos de materialismo, ideológico y económico en que transitamos todos por este mundo lleno de injusticias sociales, educativa y de dignidad; eso me agrada.
Y me agrada porque de repente veo a personas muy capacitadas opinando, sobre lo bueno o lo malo de definirse políticamente en una sociedad donde lo que falta es la responsabilidad, la honestidad para definirse, social, política y humanamente.
El revuelo actual es que varios pastores, hombres, seres humanos que igual que otros padecen las necesidades del pueblo de su sector y que de repente deciden sincerizarce y dar un paso a la luz del día no en la oscuridad como lo han hecho muchos.
Yo saludo a esos hombres, pastores seres humanos que dieron el paso y no porque lo hayan hecho a favor del ingeniero Hipólito Mejia, igual lo hubiera saludado si lo hubieran dado a favor de cualquier otro candidato, así de forma pública, a la luz del día.
Se que en nuestro país, el definirse políticamente, enfrenta a uno con los que no están de acuerdo con la doctrina asumida y aunque eso si es dañino, no nos preocupa, aunque eso sea división.
Ser, cristiano, ser pastor, ministro, simples feligreses no nos aleja de nuestras condiciones de seres humanos ,que somos ,que padecemos, que sentimos que nos duele la necesidad del pueblo que sufre, que padece, las injusticias sociales de nuestros pueblos causadas precisamente por quienes nos han gobernado durante estos 46 largos años.
Lo que no vería bien es que esos hombres que sirven al señor se hagan cómplices de ese tipo de laceraciones que hoy decidieron combatir dando el paso que ellos han entendido.
En nuestro país, aún no asumimos que todo Partido o político que se perpetua en el poder deja de ser popular porque se envuelve en acciones que al pueblo, hacen daño y no ocurre en los partidos solamente, ocurre en los Sindicatos en las organizaciones no importa su identidad, pero ocurre.
Parecería que hay que cambiar, y es lo que hasta ahora se ha estado haciendo, lo que ocurre que los cambios desde la salida del doctor Balaguer del poder, no han funcionado porque en quienes hemos creído nos han traicionado, todos, el pueblo ha pagado sus malos manejos.
Ese poder de asombro que veo que aún tenemos, pudiéramos usarlos para alarmarnos el saber que un pastor de la parte Este de país, fue sorprendido saliendo con una menor de una cabaña, que otros pastores hayan destruido hogares conquistando las mujeres de otros hermanos de fe
y no hermanos, porque eso ante los ojos del señor y la sociedad si es pecaminoso y socialmente hace daño, no que un grupo de ellos haya disidido salir de cara al sol y decir, “a parte de ser ministro del Señor, soy un ser humano, soy ciudadano de un país que no anda bien”, y por eso me decido a luchar por lograr los cambios que pretendemos que se hagan por el bien de todos, claro ,que usted ,no esté de acuerdo, está en su derecho y hay que respetarle, pero ubíquese humanamente en la realidad.